摘要:La enseñanza de las lenguas extranjeras (LE ) es una disciplina que ha resultado de un largo desarrollo histórico y que se ha nutrido de diversos saberes. En consecuencia su ejercicio conlleva a la sana discrepancia y a una gran variedad de propuestas metodológicas. Sin embargo, a menudo se ha presentado un divorcio entre los postulados teórico-filosóficos de los distintos enfoques metodológicos y su práctica cotidiana en la sala de clase. Algunos de los enfoques instruccionales han pretendido tener la comunicación en la LE como meta final, no obstante, innumerables implicaciones didácticas que se desprenden del concepto de comunicación han quedado sin trasladarse a la práctica de la clase de lengua extranjera. Una insistencia en los aspectos meramente lingüísticos, particularmente en las cuatro habilidades, ha conllevado a un descuido si no olvido de los símbolos extra y paralingüísticos, lo cual desvirtúa el proceso de comunicación. Lo que se presenta muchas veces entonces es un divorcio entre la comunicación pregonada en la metodología y en el sílabo, y la praxis que se da en la sala de clase ya que se sigue enfatizando la lengua extranjera como sistema (haciendo hincapié en las reglas gramaticales, fonéticas etc.) y no el desempeño en LE (con su dimensión semántica y pragmática). Esta equivocada equiparación entre lo lingüístico y la comunicación ha desembocado en una errada praxis metodológica, con consecuencias funestas para la coherencia y la eficacia.