出版社:Servicio de Publicaciones de la Universidad Complutense de Madrid
摘要:Hay dos trabajos que considero ejemplares en el tratamiento de la violencia, que dan muestra de una manera de reconstrucción etnográfica. Karen Wenzel ha escrito un trabajo sobre las estrategias de resistencia de una mujer golpeada. Sholom Ansky documentó las matanzas de los pueblos judíos en la Galicia rusa. Tomé de sus trabajos aquellas líneas metodológicas que dan cuenta deuna cuidadosa deliberación sobre el lugar desde el que uno se para, el lenguaje que uno usa, la descripción de violencia que uno tiene, el sentido de audiencia, y la transformación del ser, en un contexto de violencia. – La voz subalterna y el punto de vista subalterno son básicos para nombrar y describir la violencia. – Los usos políticos de la descripción de la violencia se han convertido en un criterio fundamental para el desarrollo del análisis. Los investigadores ven una relación crucial entre el investigador y su sujeto de estudio, relación que explícitamente forma parte del contexto de producción de conocimiento. Ansky y Wenzel elaboran una praxis etnográfica. Me intereso en cómo ellos terminan ocupando esa posición intermedia, más allá de los límites disciplinarios de la producción de conocimiento haciael punto de vista del sujeto oprimido. Finalmente, presento mi propia aplicación de este marco metodológico, con una investigación hecha en colaboración con un grupo de jóvenes delincuentes, para trabajar en contra del crecimiento de las prisiones como una forma de institucionalización de la violencia en los Estados Unidos.
其他摘要:I consider two ethnographic projects examplary in the treatment of violence that point the way towards the reconstruction of ethnography. Karen Wenzel has written a document on strategies of resistance of a battered woman. Sholom Ansky documented the progrms against the shtetl Jews in the Russian Pale. I take from their work methodological guidelines that imply a careful deliberation on how to place oneself, one’s language, one’s description of violence, sense of audience, evolving sense of self, amidst horrendous violence: – The subaltern voice and the subaltern vantage point has special weight in naming and describing violence. – The political uses of the description of violence come to be an important criteria in developing the analysis. – The researchers see an important relation between the researcher and her subject, a relation that forms quite explicitly part of the context of the production of knowledge. Ansky and Wenzel elaborate an ethnographic praxis. I focus on how they come to occupy that inbetween position beyond the confines of disciplinary knowledge production to the standpoint of the subject of oppression. I conclude with my own application of the methdological framework in doing research in collaboration with convicted felons to stem the growth of prisons as a form of institutionalized violence int he U.S.