摘要:En este estudio se analiza una experiencia pedagógica desarrollada en un proyecto de extensión universitaria denominado “Actividades circenses para niños” y que ofrece, cada semestre, una clase abierta en la que los niños se convierten en “profesores” de sus familias. A través de los planes de clase, y de los testimonios de los adultos participantes, hemos notado que esta clase abierta es un espacio de socialización que permite a los adultos experimentar y reconocer los retos a los que se enfrentan los niños, más allá de ser un momento para rescatar su niñez. Para los niños, ella intensifica el compromiso en las actividades que pueden ayudar en el proceso de enseñanza. Por ello, comprendemos que la actividad se demuestra esencial para el aprendizaje de los niños y para que los responsables se acerquen al proceso que han vivido ellos con relación a la práctica del circo