摘要:El presente artículo elabora un razonamiento crítico y alternativo en base al concepto de patrimonio urbano contemporáneo. Ahondar en el origen del término refleja su construcción desde unos contextos geográficos, históricos y políticos específicos y, a partir de allí, despierta el apetito de reformular el discurso incorporando aspectos inherentes a nuestras ciudades vigentes. La noción de patrimonio urbano comprende aspectos visuales, estéticos y artísticos, pero al mismo tiempo, también abarca cuestiones simbólicas e identitarias que se vinculan a la memoria colectiva y la vida cotidiana de la ciudadanía. Desde la localización e identificación de unas ciudades en pleno proceso de desarrollo, donde es más frecuente la construcción en terrenos vacantes que la demolición y posterior construcción, se torna conveniente resaltar que nuestro desafío crucial no refiere aún a la intervención, sino que está en la construcción. La construcción de una identidad característica y el compromiso colectivo de forjar nuestro propio patrimonio, una ciudad que nos represente y sea capaz de reflejar los intereses, necesidades y preocupaciones de quienes la habitan. Desde la perspectiva optimista de que es posible hacer buena arquitectura es imperativo reconocerla bajo el abrigo del patrimonio urbano. Aquel que describe una sensibilidad y un modo de pensar, proyectar y actuar sobre lo existente pero también y, principalmente, desde lo que está por existir.