摘要:Después de cinco años de administración local bajo la presidencia del marqués de Casablanca ninguno de los proyectos de modernización de Granada había comenzado. El alcalde-presidente se negó a solicitar empréstitos a entidades bancarias. Tras su dimisión un nuevo Ayuntamiento presidido por el abogado Mariano Fernández Sánchez-Puerta fue cooptado por el Directorio Civil para ejecutar los proyectos. Las prioridades fueron el alcantarillado, el agua potable, el ensanche de la ciudad y la construcción de un Camino de Ronda. El coste de la modernización se estimó en treinta y dos millones y medio de pesetas, incluyendo los dieciséis y medio del proyecto prioritario del alcantarillado y aguas potables. Tanto en la operación del empréstito como en la adjudicación de la contrata se aceptó la oferta más barata que pronto se demostró inviable. La modernización autoritaria impulsada por el Ayuntamiento no alcanzó ninguno de sus objetivos iniciales y resultó un rotundo fracaso