摘要:La naturaleza tiene un papel destacado en el Poblado Dirigido de Fuencarral, enriqueciendo la notable arquitectura concebida por José Luis Romany en 1956. El barrio, proyectado por el arquitecto al comienzo de su andadura profesional, refleja bien su momento vital, al aunar la sensibilidad desarrollada estudiando in situ los jardines de Granada, con la racionalidad, la economía o el rigor constructivo de las viviendas sociales proyectadas en equipo para la Constructora Benéfica del Hogar del Empleado (CBHE). La concepción del barrio, fundamentalmente una isla peatonal con viviendas unifamiliares en su interior, circundada por una sinuosa vía perimetral en torno a la que se disponen los bloques lineales de viviendas, llevó a trabajar dos diferentes escalas en el uso de la vegetación. Los patios de las viviendas unifamiliares establecieron una continuidad espacial entre interior y exterior, facilitaron la adaptación de los nuevos vecinos del mundo rural al urbano y propiciaron la transición con el espacio de la calle y su apropiación, a la manera mediterránea. El arbolado del barrio no sólo cumplió una labor paisajística, sino también “instrumental”, optimizando el comportamiento energético de las viviendas en bloque. Pavimentos y muros de contención de piedra ayudaron a singularizar el espacio público y a enriquecer el gran patrimonio vegetal del barrio, una naturaleza urbana cuyas lecciones siguen vigentes.