El tragaluz (1967) tiene el subtítulo de «Experimento en dos partes» y los personajes del futuro (dicen que probablemente del siglo XXX) hacen experimentos en escena. El proyector representa una historia sobre una familia de 1967 y los investigadores la llaman la historia que han logrado rescatar del pasado. Cuando la gente del siglo XXX estudie la historia del siglo XX, solo podrá acceder a la Historia oficial, en la que no se deja escrita la vida de los ciudadanos corrientes; y casi nunca su pensamiento. Buero Vallejo pone una familia desconocida en el primer término y destaca otra historia verdadera, generalmente oculta y eliminada. El objeto de este trabajo es estudiar cómo el dramaturgo reescribe la Historia oficial. Analizando el recorte de las tarjetas postales por el padre y el juego del tragaluz, estudiamos las relaciones entre la memoria, la ficcion y la historia. Además, reflexionando por qué el público se considera como la gente del siglo XXX para participar en los experimentos y, para que mata el padre a su hijo, presentamos la posibilidad de que leamos El tragalu z como una obra experimental de representación histórica postmoderna.