摘要:La reflexión sobre lo que el arte puede revelar o desvelar abre una discusión sobre lo real, siempre contenciosa para la estética, la filosofía, el psicoanálisis, la teoría social, y hoy enrarecida por la crisis de los regímenes de verdad, el imperio de las fake news y los “hechos alternativos”. Pero lo real no desapareció como se rumorea, asegura el historiador del arte Hal Foster, sólo que la discusión ya no atañe a su presencia sino a su posición. Algunos de los proyectos artísticos y narrativos más innovadores de las últimas décadas están menos interesados en exponer una realidad dada detrás de una representación, que en reconstruir una realidad ocluida o señalar una realidad ausente. Y es quizás Forensic Architecture (Arquitectura Forense), un grupo de investigación integrado por arquitectos, cineastas, artistas visuales, periodistas y abogados, el colectivo que más activamente ha emprendido la reconstrucción de hechos de violencia y violaciones de derechos humanos, con métodos extraordinariamente renovadores de producción y visualización de pruebas en distintos formatos. Pero también la literatura puede expandir sus límites para hacer ver lo que no vemos con procesos de materialización y mediatización análogos a los de Forensic Architecture. La compañía (2019) de la mexicana Verónica Gerber Bicecci despliega un abanico de medios y lenguajes para reconstruir uno de los casos más devastadores de extractivismo depredador en México, a partir de las ruinas de Nuevo Mercurio, un poblado minero del estado de Zacatecas. Con ímpetu reconstructivo, Gerber Bicecci monta materiales muy diversos, reúne lenguajes e hibrida géneros para componer una historia de Nuevo Mercurio que faceta la complejidad de su auge expoliador y su caída, y el espectro siniestro de sus secuelas, efectos traumáticos, psicológicos, ambientales y sociales que aún perduran.