摘要:El artículo presenta los resultados de una investigación que tiene como objetivo caracterizar el funcionamiento de las ollas comunes de las comunas de Valparaíso y Viña del Mar, Chile, como prácticas de resistencia implementadas por las organizaciones sociales de pobladores durante la actual crisis sanitaria por COVID-19. Metodológicamente se desarrolla una investigación cualitativa de carácter descriptivo en cuatro organizaciones sociales, a partir de secuencias de observación no participante y revisión documental de sus publicaciones en redes sociales, validando la información por triangulación temporal y de técnicas. Los resultados obtenidos constatan que las actuales organizaciones actualizan una práctica histórica, impulsada por el incremento de la escolaridad formal y por el manejo tecnológico de las nuevas generaciones. Las prácticas de resistencia se expresan a través de tres dimensiones: denuncia de la precariedad económica de las familias que impide satisfacer sus necesidades de alimentación en forma autónoma; desafío al modelo económico vigente, buscando soluciones colectivas por sobre el individualismo y la competitividad; y dignidad, acogiendo en sus actividades a la diversidad de sujetos sociales presentes en el territorio. Se concluye que la acción transformadora de estas prácticas se realiza a partir de redes colaborativas y de apoyo entre pares, visibilizando importantes consecuencias políticas desde su quehacer, al revelar las tramas del tejido social que enfrentan la pandemia con un nivel de precariedad y carencia de tal profundidad, que los aportes provenientes de recursos públicos y de las acciones de beneficencia no aportan coberturas mínimas de satisfacción de necesidades básicas.