摘要:23 de marzo de 2008 Riaño, Castilla y León. España. ¡Qué fuerte es encontrarme otra vez con un 23 de marzo! ¡Maldito sea él! Cada año sueño inútilmente con que mi existencia evada esa fecha, quedarme dormida desde el 22 hasta el inicio fortuito del 24. Estúpidos y malditos pensamientos los que, aun siendo una anciana incapaz, tengo. Pero no importa. Cuando llegas a cierta edad, las personas comienzan a ser tan indulgentes contigo que te sientes culpable de respirar. Y, bueno, yo pasé esa edad hace ya muchos inviernos.