摘要:El imaginario oficial defendía desde el Golpe del ´76 (aunque recuperando ideasanteriores como las de la Guerra Fría) la existencia de una guerra integral contra elcomunismo, la cual, según su visión, se libraba tanto en planos materiales como espirituales. De este modo, junto a la fase destructiva que hizo desaparecer a aquellaspersonas e ideas consideradas subversivas, se desarrolló una acción constructiva queintentaba (re)fundar un orden social tradicional cimentado en la trilogía de Dios, Patriay Familia (Cf. Avellaneda, 1986; Invernizzi & Gociol, 2002; Philp, 2009). Al respecto,el año 1980 en Córdoba emerge como una bisagra peculiar ya que el diagnóstico bélicooficial celebraba la victoria armada sobre el marxismo, pero advertía sobre su amenazalatente en el plano cultural. Así, junto al diálogo político puesto en marcha con Las Bases del Proceso de Reorganización Nacional, múltiples nuevas medidas se abocarona la batalla espiritual que tenía por trofeo las mentes y los corazones de los argentinos,especialmente de “los jóvenes”.