摘要:En este artículo vamos a tratar, si quiera de forma somera, la idea de hombre que, bajo presupuestos computacionalistas, asoma por doquier entre las categorías de la Psicología. Es una cuestión de hecho que el cognitivismo no ha experimentado con animales en la misma medida que el conductismo, y su relevancia en la etología y en la psicología animal es sólo una relevancia secundaria, una "adjetivación" de las técnicas y metodologías previas: el cognitivismo ha de dejar a un lado la programación de ordenadores y hacer uso de los mismos métodos de condicionamiento, las técnicas de observación en espacios naturales o artificiales y los mismos procedimientos de registro conductual. Todas esas técnicas y metodologías forman parte del acervo de una ciencia (conductual) de los animales, ciencia ésta que podrá complementarse, y así lo pide la "filosofía computacionalista", con inferencias sobre la subjetividad de los organismos, reflexiones sobre su cognición, pero el etólogo y el psicólogo de animales no pueden dejar de ser conductistas en cuanto a sus prácticas. La llamada "cognición animal" es siempre una reflexión teórica a posteriori, una especie de prolongación del debate sobre el alma de los brutos. A diferencia del estudio con humanos, en el campo de la conducta animal es mucho más fácil discernir qué es práctica (adiestramiento, observación, registro) y qué es teoría (preguntas del tipo ".tienen vida mental los animales."