摘要:Muchos antropólogos creen que la hominización, con el profundo y prolongado periodo de dependencia infantil que traía consigo, no hubiese podido llevarse a cabo si la humanidad no se hubiese decantado por una organización familiar, hasta el punto de que la mayoría opina que bastó esa necesidad para que la humanidad se decidiese a adoptarla. Pero no deja de ser una postura arriesgada: ".Engendran las necesidades su propia satisfacción. Afirmarlo constituye un pensamiento descaradamente teleológico incompatible con la verdadera ciencia. En este triste mundo las cosas no ocurren porque se necesiten o porque su aparición beneficie a alguien, aunque fuese a la humanidad en general." (Gellner, Antropología y política, Barcelona, Altaya, 1999, p. 169). Aceptar que aquellos seres, con un cerebro bastante más rudimentario que el nuestro, pudieron ser capaces por el bien de las crías, de las hembras o de la especie, de violentar su naturaleza promiscua y empezar a vivir en parejas, exige de nosotros ese toque de credulidad y fantasía de uno de esos poéticos relatos de Walt Disney