摘要:Si se parte de que en el principio no estaba el verbo sino los dioses, se encon- trará, como afirma J.-L. Nancy, que no vivimos ahora sino en la mitología que les so- brevive. Que se viva ahora en la era de los mitos significa que .los dioses se han reti- rado. 1 , es decir, que éstos no pueden dar testimonio de sí mismos, que requieren aho- ra de un medio —casi, de un médium. Ante tal supuesto, los dioses habrían estado en algún momento, literalmente, allí: nada por sustentar, nada por comunicar, puesto que no habría más que presencia. Así, frente al abismal retiro se hizo necesario un men- sajero, logos, que terminó por rebelarse y eventualmente liquidar a su propio origen en un acto auto-apoteósico; —Zeus dando la muerte a Cronos y originando una nueva pléyade de dioses. No sólo fue reemplazada la presencia por un .mensaje., sino que el propio proceso de transmisión del mensaje —tal como ocurre en la .era informacio- nal.— cobró valor propio, autorreferencial y autolegitimador