摘要:Baste recordar la espantosa condena Cristo Jesús para quedar convencidos, sin más, de la necesidad de una fuerte y concluyente argumentación en la vida judicial –sobre todo en materia de sentencias–: Pilato les decía ..Qué mal ha hecho.. Pero ellos gritaron con más fuerza: .Crucifícale. Pilato, pues, queriendo complacer al pueblo soltó a Barrabás y les entregó a Jesús para ser azotado. El tema de la argumentación judicial nos lleva, por tanto, no sólo al plano de los veredictos favorables, o al de las apelaciones aceptadas, sino también, y fundamentalmente, al de las defensas firmes e inquebrantables, aquéllas que muestran al acusado (imputado, o como quiera llamársele) como la gran víctima de sus propias imprudencias. Sin ir más lejos, una apropiada fundamentación de los hechos podría ponernos del lado de los vencedores. Surge, pues, el problema de la .verdad judicial. y del .razonamiento jurídico. como piezas fundantes de toda la argumentación en el plano del derecho. Cierto es que en este campo, del de la verdad judicial, existe una insalvable tensión entre la .verdad probada. y la .verdad probable., cuestión que se torna incluso menor frente a la pretensión de hacer valer un derecho, como sea, cualquiera sea éste. Lo esencial está, por ende, en la obtención de un dictamen favorable, más que en el servicio a la verdad