摘要:Es común suponer que la función del lenguaje es la de comunicar e informar. Tomada en un sentido amplio, esa es la tesis inaugurada por Saussure y retomada por varias versiones del análisis del lenguaje. La lingüística, en ocasiones, asume teóricamente al lenguaje como un sistema de códigos que, sobretodo, sirve para hacer saber 'cosas' que el interlocutor de una conversación desconoce. Aunque no es fácil realizar objeciones a la noción de comunicación, su formulación básica como intercambio de códigos cargados de datos y referencias es susceptible de ser problematizada en diversas direcciones. Eso quiere decir que la noción de comunicación, a pesar de ser una idea considerablemente compleja –que ha soportado varias objeciones– tiene la ventaja, de entrada, de poner en evidencia al destinatario como personaje central. Comunicar e informar es siempre 'decir algo con alguien'. Como dice Ducrot en Decir y no decir, "si se considera a la comunicación como la función lingüística fundamental, ello significa admitir que el habla, por vocación natural, es habla para otro, y que la lengua se realiza consigo misma sólo en la medida en que facilita a los individuos una forma de contacto" (1982: 7). Nosotros partimos de ese hecho: la comunicación implica el intercambio de informaciones por medio de se.ales perceptibles (lengua). Partiendo de allí, sin embargo, nuestro objetivo es otro: mostrar que el lenguaje no sólo satisface las necesidades de la vida social como medio de comprensión entre locutores. Alejados de la idea de que los individuos únicamente se sirven de las palabras para intercambiar referencias e informaciones, pretendemos establecer y caracterizar el poder del lenguaje para operar en las relaciones internas del cuerpo social. Esquemáticamente hablando, no hacemos análisis de la conversación y el diálogo; hacemos análisis del discurso –entendido fundamentalmente como habla contextualizada