Persistentes protestas callejeras jalonaron el escenario político ecuatoriano durante junio de 2015. La propuesta gubernamental de aumentar los impuestos a las herencias y a la plusvalía gatilló la expresión de un descontento social amplio. Este artículo se pregunta por las razones que subyacen a semejante descontento cuando el gobierno cuenta todavía con altos niveles de aprobación popular. Una clave radica en la naturaleza de esa aprobación popular.