摘要:En mi paso por la facultad, nunca he conocido a nadie que tenga una mala opinión de Pascual Martínez Freire.Sus alumnos nos hemos sentido valorados en sus clases, tanto por nuestras conclusiones como por nuestras preguntas.Algo que creo imprescindible para ser un buen docente, como lo ha sido Pascual durante estos a.os.Tengo que reconocer que recuerdo con cierta emoción, cuando a raíz de un comentario en clase, Pascual nos espetó: ".Pero si los alumnos son lo mejor que tiene la facultad!".Si reconocemos algo de verdad en su opinión, habría que apostillar que en gran parte esto es gracias a profesores como él, capaces de hacer incluso de aquél que no es buen estudiante, buen alumno.Es decir: generar interés en aquéllos que lo habían perdido.