摘要:El proceso de internacionalización del capital en su vertiente social, económica, técnica y comercial, está impulsando y ahondando las diferencias entre territorios. En este escenario, la situación de numerosas zonas rurales españolas y comunitarias europeas que presentan notables especificidades (envejecimiento de la población, desempleo, cultivos poco rentables, escasas dotaciones en infraestructuras, cambios en los usos del suelo por presiones de otros sectores económicos), tiende a agravarse por la aplicación de medidas comunitarias europeas que buscan desproteger el sector agrario mediante la contención de los gastos en el presupuesto comunitario, y la reducción de todo apoyo institucional a la agricultura. Ante esta realidad, en el sector agrario español, las cooperativas agrarias se posicionan como un importante pilar que hasta el momento ha logrado sustentar ingresos estables para los pequeños y medianos agricultores asociados, al mismo tiempo que ha permitido postergar la desaparición de numerosas explotaciones agropecuarias familiares. Sin embargo, este proceso de expansión del capital, también está introduciendo cambios significativos en el seno del movimiento cooperativo. Del discurso solidario, democrático y reivindicativo, se está pasando a otro modelo que pone excesivo énfasis en la adopción de métodos y estrategias empresariales, supuestamente más acordes con las tendencias verificadas en el seno de la economía mundial y, por extensión, en el mundo rural.