摘要:DOI: http://dx.doi.org/10.5007/2175-795X.2013v31n3p777 En México, la obesidad infantil es un grave problema de salud pública relacionado con las consecuencias de la globalización y de los mercados agroalimentarios. Esta situación ha alcanzado a los infantes indígenas otomíes y mazahuas, quienes viven una constante reformulación de sus contextos étnicos, locales y familiares intrínsecamente interconectados con los procesos de globalización y que traen como consecuencia desigualdades sociales. Para saber cómo las identidades indígenas de los infantes con edad escolar se han reformulado, este artículo presenta un estudio sobre los contextos en los que los infantes viven su cotidianeidad junto con las variables de género, etnia, pobreza y cuerpo. Se empleó una metodología cualitativa junto con datos estadístico-descriptivos obtenidos de dos comunidades indígenas: Mazahua y Otomí. Se concluye que tanto el género como la pertenencia a una etnia y la situación de pobreza hacen que se discrimine a esta población infantil, y que se le estigmatice. Así, resulta incorrecto responsabilizar sólo a las madres o a los infantes mismos por las condiciones nutricionales en que viven, ya que sus decisiones alimentarias están determinadas por instituciones gubernamentales y no gubernamentales, así como nacionales e internacionales y de empresas de alimentos nacionales y globales.