首页    期刊浏览 2025年12月30日 星期二
登录注册

文章基本信息

  • 标题:El Cancionero de la guerra: retaguardias y represion.
  • 作者:de Urda Anguita, Juan Antonio
  • 期刊名称:Hispanofila
  • 印刷版ISSN:0018-2206
  • 出版年度:2014
  • 期号:January
  • 语种:English
  • 出版社:University of North Carolina at Chapel Hill, Department of Romance Languages
  • 摘要:Como esta antologia es muy poco conocida, voy a comenzar analizando su contenido, estudiando ese equilibrio que Montero Alonso propone entre autores franquistas a ambos lados del frente. En cuanto a los que estuvieron al menos algun tiempo durante la guerra en zona republicana, se observa una especial relacion de esta antologia con el Madrid sitiado de la guerra, aunque sea un vinculo no declarado abiertamente. Como conclusion, examinare como ese interes en la vida de la retaguarda republicana no es fortuito, sino totalmente oportuno porque forma parte del aparato ideologico que el franquismo puso en marcha al final de la contienda.
  • 关键词:Spanish poetry;War poetry

El Cancionero de la guerra: retaguardias y represion.


de Urda Anguita, Juan Antonio


Cuando termino la guerra civil, los vencedores dedicaron diferentes antologias a la poesia que sus intelectuales habian creado durante la contienda. Siendo practicamente desconocida, una de las mas interesantes es el Cancionero de la guerra, que fue publicada en 1939 con la edicion de Jose Montero Alonso. Lo es no solo por incluir textos de autores politicamente destacados del bando nacional junto a otros prestigiosos pero poco senalados por su vinculacion a la causa franquista, como los hermanos Alvarez Quintero; tambien sobresale porque, como propone ya desde el "Preliminar", tiene la voluntad de representar dos vertientes de la poesia nacional durante la guerra: la de los autores conservadores que componian sus versos desde la zona franquista y la de aquellos que pasaron, si no toda la guerra, al menos cierto tiempo en zona republicana. Debido a esa circunstancia, Montero Alonso sostiene que se trata de el "primer Cancionero completo de la guerra" (11).

Como esta antologia es muy poco conocida, voy a comenzar analizando su contenido, estudiando ese equilibrio que Montero Alonso propone entre autores franquistas a ambos lados del frente. En cuanto a los que estuvieron al menos algun tiempo durante la guerra en zona republicana, se observa una especial relacion de esta antologia con el Madrid sitiado de la guerra, aunque sea un vinculo no declarado abiertamente. Como conclusion, examinare como ese interes en la vida de la retaguarda republicana no es fortuito, sino totalmente oportuno porque forma parte del aparato ideologico que el franquismo puso en marcha al final de la contienda.

Dos fueron las antologias franquistas conocidas que se publicaron mientras tenia lugar la guerra civil. La mas interesante es Lira Belica, una edicion a cargo de Jose Sanz y Diaz que aparecio en 1939. Tecnicamente fue publicada en 1939 pero en el "prologo-ensayo" que abre el volumen el editor se situa en el ano 1937 y termina el texto con la indicacion "Burgos, II Ano Triunfal" (11). Incluso presagia obras de mas calado en el futuro escribiendo que cuando "la guerra se acabe, surgiran los grandes cantores de esta magna Cruzada, necesarios para el esplendor de nuestras letras y la formacion de la conciencia nacional en el futuro de Espana" (9). La otra es una seleccion de los poemas presentados a concurso para los Juegos Florales de Vitoria en 1938.

Un caso especial es otro libro tambien aparecido durante la contienda, Los versos del combatiente. Es un curioso librito que proclama ser obra de Jose R. Camacho, sargento de morteros, pero resulta ser en realidad otra compilacion de autores bien conocidos, como Jose Rosales, Manuel Machado, Peman o Ridruejo (Verd 6-7), que optaron por publicar sus poemas en este formato. Curiosamente, el nombre del autor resulta ser una deformacion, ocultando el primer apellido tras una inicial, del nombre del hermano de Jose Rosales (d'Ors 59).

Las restantes antologias aparecieron al concluir la guerra. Las dos mas destacadas son la Corona de Sonetos en honor de Jose Antonio Primo de Rivera y la Antologia Poetica del Alzamiento, esta ultima una edicion a cargo de Jorge Villen. La primera incluye a los autores mas reconocidos que apoyaron con su obra al bando nacional y declara sus intenciones en el titulo. La Antologia es una obra mas general que recorre casi todos los escenarios y tematicas de la guerra. Incluye a poetas conocidos e intercala sus obras con poemas anonimos, algunos de ellos tomados del volumen Los versos del combatiente que cite mas arriba.

Entre todas las demas, Cancionero de la guerra tiene un lugar especial por la circunstancia que cite anteriormente, la ambicion de reunir la obra de poetas franquistas que trabajaron en la zona nacional junto a aquellos que vivieron y escribieron en zona republicana. Es muy interesante la terminologia con que Jose Montero Alonso se refiere a estas diferentes condiciones en el Preliminar que introduce el volumen. Afirma que "a lo largo de la guerra se han escrito muchos versos en las dos Espanas: en la que podia gritar su fe y su gozo y en la que lloraba y esperaba en silencio" (9). La tan usada expresion de las "dos Espanas" cobra aqui nuevo sentido: habia una Espana que vivia en territorio franquista y otra que se ocultaba en el republicano. De esa habil manera se descarta retoricamente la posibilidad de que la "otra" Espana, los que defendian la legalidad Republicana, fuera tambien Espana. Solo los nacionales lo eran.

Aunque hay despues un descuido en la logica de ese discurso cuando compara la poesia de los dos grupos de autores y escribe que "la poesia de los escritores que hubieron de quedar en la otra Espana tiene, en cambio, un tono distinto" (10). En esa frase, la "otra Espana" adquiere una acepcion geografica en cuanto a las zonas en las que se dividio el pais y concede cierta entidad, si solo espacial, a sus enemigos. Segun Montero, en esta antologia "mas que a una seleccion rigurosa y critica se ha atendido a dar una vision panoramica de la creacion poetica sobre temas de la lucha. Por primera vez aparecen juntos, unidos en el fervor identico, versos--ineditos muchos de ellos--de los poetas de las dos Espanas" (10). Aunque las descripciones poeticas de la represion y la vida en zona republicana se dan ocasionalmente en la poesia franquista, una declaracion de ese proposito tan clara como en esta antologia solo aparece ademas en un volumen de un autor individual: Lira de flechas. Versos de la 5a columna de Enrique Castano Gallostra, que se publica terminada la guerra.

A pesar de este interes y de la inclusion de nombres ilustres, esta antologia es ignorada en los estudios fundamentales del genero. Serge Salaun no escribe nada sobre ella en La poesia de la guerra de Espana pero hay que recordar que, a pesar de su titulo, la obra de Salaun se ocupa solo de la poesia republicana. El enciclopedico trabajo de J. Lechner El compromiso en la poesia espanola del siglo xx ni la menciona. Natalia Calamai tampoco escribe sobre ella ni la incluye en la bibliografia de su El compromiso en la poesia de la guerra civil espanola. Entre las obras de referencia solo la Historia de la literatura fascista espanola de Julio Rodriguez Puertolas la cita, pero no merece nada mas que una linea al final de su exposicion sobre las colecciones poeticas de la guerra (237).

Aunque Jose Montero Alonso no fue una figura intelectual de primera magnitud, no cabe tampoco pensar que el olvido de su nombre es la causa de que se ignore el Cancionero de la guerra. Montero Alonso compagino ser profesor de secundaria de lengua y literatura con una intensa actividad periodistica y de critica literaria ("Jose Montero"). Conocio a insignes escritores y mantuvo entrevistas con ellos. Obtuvo numerosos premios por su labor, entre los que destacan dos Premios Nacionales de Literatura en 1928 y en 1949, el Premio Nacional de Periodismo Jose Antonio Primo de Rivera en 1953 y el Premio de Ensayo ortega y Gasset ("Jose Montero"). Aparece citado en articulos especializados por sus entrevistas con escritores famosos (Balseiro 24) e incluso es posible encontrar en la prestigiosa publicacion academica Hispania la resena de una de sus publicaciones sobre literatura (Jato 578). Tampoco los autores incluidos justifican las omisiones sobre el texto porque, como ya indique, muchos de ellos fueron famosos o, al menos, reconocidos dentro de la cultura franquista.

El Cancionero comprende poemas de 31 autores (contando a los hermanos Alvarez Quintero como uno). De todos ellos incluye Montero Alonso una breve resena biografica en la que aclara su proceder durante la guerra. El editor detalla si estaban en la zona nacional o en la republicana y, en este caso, si la abandonaron o si fueron perseguidos, encarcelados o, simplemente, decidieron abandonar toda actividad publica o literaria. El orden de inclusion en la antologia no esta condicionado por esa circunstancia, ya que el criterio fue simplemente el orden alfabetico del primer apellido de los autores. De los 31 poetas incluidos, 19 (una vez mas estoy contando a los Alvarez Quintero como una sola entrada, ya que aparecen asi en la coleccion) tuvieron la experiencia de ser conservadores, algunos de ellos muy significados politicamente, en la zona leal. Ese numero supone el 61% del numero total, de manera que ese equilibrio del que escribia Montero en el preliminar se rompe en favor de los de la "otra Espana".

Pero me interesa mas su afirmacion de que la poesia de los de uno y otro grupo tiene "un tono distinto" (10). Aunque una coleccion tan amplia y compleja no permite hacer generalizaciones tajantes, si que es posible encontrar tendencias de tema y tono. Aquellos que escribieron su obra desde la zona franquista responden a las coordenadas tematicas y formales de la mayoria de los poemas nacionales. Por un lado, dedican poemas (normalmente sonetos) a las grandes figuras del bando nacional, como Jose Antonio, o a las glorias de la Espana pasada que quieren recuperar, como en el poema "Imperio" de Manuel G. Domingo (66). El otro tema favorito de los autores franquistas es la contienda en si, los distintos frentes y la gloria que este trance trae a soldados y a Espana. Imbuidos de un espiritu belicoso cantan epicamente a la guerra.

Por el contrario, seria logico esperar que aquellos que permanecieron en territorio republicano, que presenciaron y sufrieron los avatares politicos y sociales del territorio leal o la represion de retaguardia hubieran escrito poemas sobre dichos temas; pero no siempre es asi. Las breves introducciones que nos proporciona Montero Alonso explican si el poeta se paso toda la contienda en la zona leal o si escapo a enclave franquista. Los que pertenecen a este segundo grupo, a pesar de que la represion y el terror en la retaguardia republicana fueron mas intensos durante los primeros meses de combate, parecen haberse sustraido del posible influjo de esas experiencias y haber hecho suyas tambien las tematicas generales de la poesia franquista. Este fenomeno puede ser debido a que esa peripecia fue menos onerosa; pero tambien porque una vez que cruzaron las lineas y se significaron en su apoyo a la causa nacional, tuvieron que agregarse al aparato ideologico y propagandistico franquista y se adaptaron a los tonos y temas dominantes.

Por ejemplo, Alfredo Marquerie consigue "tras un mes de zozobra y riesgo" (133) pasarse al lado franquista. La experiencia no parece dejar huella en su poesia, porque el poema incluido es el "Romance del soldado de las Brigadas de Navarra" (134-8). Jose del Rio (que escapa del Santander republicano en unos meses) escribe sobre "Imperio en Salamanca" (194-6) o "Canto de guerra de Navarra" (196-201). Felipe Sassone (que era peruano y sale de Madrid al principio de la guerra en una expedicion de extranjeros) escribe "Las rosas de la guerra" (204-5) y en sus versos las heridas pasan de ser rosas de sangre a ser miel tras la victoria, y esa imagen se mezcla con alusiones a Isabel la Catolica (otra presencia habitual en la poesia nacional); o dedica un poema al general Moscardo, el heroe franquista del Alcazar de Toledo (208). Mariano Tomas, segun la informacion de Montero Alonso, vive solo en Madrid los "primeros dias del terror" (211) y se pasa a la Espana nacional; canta, entre otros temas, tambien al Alcazar (213) en lugar de a lo que pudo haber visto o vivido en Madrid.

Luis Arminan, que huye pronto del San Sebastian republicano, dedica sus poemas a los "Caminos de la guerra" (25-8) y a la "Navidad en el frente" (2830). Manuel de Gongora "tras de vivir azarosamente la primera parte de la guerra y de la revolucion en Madrid y en Valencia" (99), se incorpora a la zona nacional. Sus poemas escogidos para esta recopilacion son "Dolor y resplandor del 18 de julio", donde reune los topicos del asesinato de Calvo Sotelo, las glorias pasadas y el triunfo para Espana que supone el levantamiento (100-4) y "Las brigadas de Navarra" (104-11). Aunque el primero de ellos podria traslucir sus experiencias madrilenas al tratar la muerte violenta de Calvo Sotelo, que ocurrio en la capital antes del estallido de la guerra, los dos poemas estan muy alejados de la vida de retaguardia en la capital.

En cuanto a los que permanecieron en territorio leal toda la contienda (o la mayor parte de su duracion), tambien se hace necesaria otra distincion. La lectura de las notas bibliograficas que Jose Montero Alonso incluye permite detectar una coincidencia consistente: aquellos autores que son descritos como muy activos politicamente antes de la guerra, especialmente los relacionados con Falange Espanola, tienden a no mencionar sus experiencias y a cantar en sus poemas a los simbolos, como la bandera o Jose Antonio Primo de Rivera (que se convirtio en un poderosisimo mito tras su ejecucion). Por ejemplo, Jose Maria Alfaro es descrito como "uno de los nombres mas unidos a la doctrina del movimiento" o "falangista de los dias heroicos" (18). A pesar de que Montero afirma que fue perseguido, estuvo en la carcel y solo consiguio huir refugiandose en una embajada, su aportacion es un poema "En el recuerdo de Jose Antonio" (18). Tomas Borras canta a la bandera de Espana, a la de Falange y al saludo falangista (33-37). Estos poetas no inciden tanto en el desarrollo de la campana belica en si (como la mayoria de los que estaban establecidos en zona nacional), sino que se dejan llevar por el entusiasmo ante las grandes imagenes.

Y son aquellos que, siempre de acuerdo a Montero Alonso, aun siendo conservadores, no parecian ser tan entusiastas politicamente antes de la contienda los que escriben sobre las miserias y el terror de la vida en un territorio cuyos responsables los consideran elementos hostiles y conectados con el enemigo. Son interesantes los poemas "Los carros de lena" de Luis Fernandez Ardavin que glosa las privaciones de la vida civil en el Madrid de la contienda y el deseo de que llegue la paz (69-76) o "La noche larga" de Rafael Lainez Alcala, que subtitula entre parentesis "Bombardeo sobre Madrid" (117). Emilio

Carrere, que se fingio loco para ser ingresado en una "casa de salud" (45), se centra en las repercusiones del triunfo nacional para la capital en sus poemas "Madrid resucitado" (47-8) o "El desfile de la victoria" (48-50). Los hermanos Alvarez Quintero colaboran con un soneto satirico en el que ridiculizan a un "gobernante de la revolucion" y que titulan "Caso patologico" (22).

Particularmente interesante es Ricardo Leon, que paso la mayor parte de la guerra refugiado en una embajada. Montero Alonso asegura que le fueron ofrecidas garantias y comodidades por el gobierno republicano "si firmaba un documento de adhesion a la llamada 'causa del pueblo'" (119). Segun el editor de la antologia, su estado de animo convulsionado "no dejaban al animo serenidad creadora" (120) y casi no escribio durante ese largo tiempo en la embajada nada mas que el romance que se incluye. El poema, titulado " Alerta!" esta a mitad de camino entre casi todos los tonos y los temas senalados. Comienza con una llamada a un centinela que vela en la noche, con referencias imperiales comunes como el aguila, "genio universal" o el yugo y las flechas. Se trata de un
   Soldado desconocido
   de la raza militar
   que junto en una las almas
   del santo y del capitan (121)


La llamada belico-imperial que fue tan insistente en la poesia franquista esta muy presente en este poema:
   Dadle a un espanol imperios
   que perder y que ganar,
   con la sangre de sus venas
   con creces los cobrara. (122)


Junto al brio imperial frecuente en el campo nacional aparece, no obstante, la angustia por la situacion. Por supuesto, este tema no es extrano en los poemas de guerra; pero en este caso puede tambien leerse el desasosiego de haber vivido perseguido durante un tiempo. La incertidumbre parece mas la de alguien acosado que la de un soldado en el frente:
    Centinela, alerta! En armas
   la Muerte ronda el umbral
   [...]
   Todo es inseguro, todo
   trae de su fin la senal,
   cada jornada es un riesgo,
   cada minuto un afan. (124)


Algunos poemas son especialmente dramaticos porque describen con aspereza las experiencias de la represion. Felix Curuquella, segun la presentacion que de el hace Montero Alonso, sufrio en Madrid "una vida de persecucion, de registro, de miedo y de hambre" (53). Los dos poemas seleccionados tratan de los "paseos" o detenciones ilegales que terminaban en ejecucion. Tienen titulos tan rotundos como "Con cinturon de punales..." (57-9) o "En medio de ladrones y asesinos" (54-7). Jose D. Quijano estuvo en la carcel ano y medio y en ese tiempo escribe varios textos, incluyendo un libro de poesia que son "versos de la carcel" (183). La dramatica experiencia aparece retratada en esta compilacion en poemas que se titulan "Recuento" (185-6), "Carceleras" (186-7) y "Hagase tu voluntad" (187-8). El poema mas conmovedor de este tipo es uno del ya citado Luis Fernandez Ardavin. Es interesante que este autor comparte con Felix Curuquella, segun Montero Alonso, la circunstancia de que escribian sus poesias durante la noche y las llevaban despues al refugio de una embajada y una legacion respectivamente, donde un amigo los preservaba. El poema al que me refiero es el emotivo "Yo he sido un cobarde" (7781). Los cuatro primeros versos definen perfectamente el espiritu de la obra:
   Yo confieso que he sido un cobarde.
   Yo he debido coger un fusil
   y lanzarme a luchar por los mios,
   a vencer ... o a morir.


MADRID, "ROMPEOLAS DE TODAS LAS ESPANAS"

Ese es, a grandes rasgos, el contenido y la tematica de la antologia. Pero se hace necesario senalar un par de incoherencias entre su contenido real y lo que establece el prologo de Montero Alonso. La primera discordancia es una ausencia en el "Preliminar": repasando la informacion que el editor proporciona sobre los autores, 17 de ellos (mas de la mitad del volumen) pasaron al menos parte de la guerra en Madrid. Pero esa importancia en terminos estadisticos de la capital en esta antologia no es consignada en ninguna otra parte como una de las caracteristicas fundamentales de la obra y solo aparece en las breves resenas sobre cada poeta.

Esa cifra es hasta cierto punto normal considerando que la mayoria son intelectuales o individuos vinculados a la politica o a la cultura y que Madrid no era solo el centro de poder oficial sino tambien la capital cultural, que contaba con la presencia mayoritaria de editoriales y centros intelectuales. Aunque en otras grandes ciudades espanolas que quedaron bajo control republicano, como Barcelona o Valencia, tambien tenia logicamente que haber simpatizantes nacionales, la represion fue mas brutal en Madrid por una serie de razones estrategicas.

Como es bien conocido, la sublevacion militar de julio de 1936 fracaso en las principales ciudades a causa de la resistencia de los movimientos populares. Partidos y sindicatos organizaron rapidamente a sus simpatizantes y organizaron una resistencia que detuvo la intentona golpista. Concretamente en Madrid la lucha tuvo lugar en el Cuartel de la Montana, donde militares sublevados resistieron el asalto de fuerzas populares hasta que fueron derrotados y, muchos de ellos, ejecutados. A partir de ese momento, la capital se convirtio en el objetivo militar mas importante para las columnas de los rebeldes. En noviembre de 1936 la toma de la ciudad (y con ella quiza el fin de la guerra) parecia cercana. Pero la decision del pueblo madrileno y la presencia de las brigadas internacionales frustraron la conquista por las tropas franquistas y establecieron un frente alrededor de la ciudad sitiada que se mantuvo hasta el final de la contienda. La ciudad fue atacada por diferentes puntos y bombardeada regularmente en ese tiempo.

Esa situacion excepcional de plaza sitiada con el enemigo siempre a la vista potencio que la represion se hiciera mas dura y los simpatizantes nacionales que vivian en Madrid estuvieron en continuo peligro. Especialmente durante los primeros meses de la guerra diferentes grupos asumieron el control de la situacion ante la debilidad del gobierno y no dudaron en depurar la ciudad de todos aquellos que consideraban discrepantes. Todos aquellos que se hubieran significado en la politica conservadora o hubieran sido miembros de algun partido derechista fueron o pudieron ser objeto de detenciones, paseos o sacas. Como en una gran ciudad era mas facil mantener el anonimato y ocultar la pertenencia previa a asociaciones politicas conservadoras, no fueron detectados y represaliados casi inmediatamente, de manera que la situacion se prolongo mas que en otros espacios. La salida del gobierno republicano a Valencia en noviembre de 1936 no hizo sino agravar esa situacion al hacer todavia mas grande el vacio de poder y facilitar la tarea de los partidos que deseaban imponer su criterio y de grupos incontrolados. La cima de las represalias violentas la constituye las ejecuciones en masa de prisioneros franquistas en la localidad madrilena de Paracuellos del Jarama, que tanto debate e historiografia han generado.

Por otro lado, algunos conservadores ofrecieron resistencia a las diferentes autoridades republicanas de multiples maneras, espiando, saboteando o disparando contra elementos republicanos. Se hicieron famosas las palabras atribuidas al general Mola en referencia a que cuatro columnas avanzaban sobre Madrid pero que habia una quinta, los simpatizantes nacionales dentro de la ciudad, que iba a ser decisiva. Como Manuel Chaves Nogales escribio en su libro de relatos sobre la contienda A sangre y fuego, "pocas veces una simple frase ha costado mas vidas" (20). Aunque Antony Beevor sostiene que la mayoria de los ataques atribuidos a la Quinta Columna eran malinterpretaciones de la asustada poblacion (173), un autor franquista como Agustin de Foxa describe en su novela Madrid, de Corte a checa, los "autos fantasmas" y el "paqueo" con que algunos nacionales "mantenian la inquietud de Madrid" (343). Esas actuaciones reforzaron el temor de algunos sectores contra los enemigos que ya estaban dentro de la ciudad e hizo la represion mas brutal. Los datos sobre la guerra civil son siempre confusos y problematicos por el uso partidista que se hace de ellos y no voy a entrar en la guerra de cifras, pero en cualquiera de las fuentes consultadas se estima que Madrid fue la provincia espanola con mayor numero de victimas de la represion republicana.

Si la situacion en la capital de Espana fue tan dramatica y muchos de los autores incluidos tuvieron que sufrirla, por que Montero Alonso no lo acentua mas en la introduccion? Podria tratarse de un simple olvido, de una referencia que dejo atras en el proceso de forjar la edicion. Pero tiene sentido cuando se examina el papel de Madrid en la poesia (y la cultura en general) de la guerra de ambos bandos. Madrid fue uno de los epicentros de la guerra civil espanola, no solo por su importancia belica sino, especialmente, simbolica. Desde el principio de la contienda Madrid fue visto por los republicanos como simbolo de su resistencia, de que podian parar la maquina militar franquista y revertir la situacion, y por los nacionales como el deseado objetivo que llevaria a la victoria.

La ciudad y sus circunstancias cobraron singular importancia en la cultura producida por el bando republicano y tuvieron multiples representaciones: baste recordar la emblematica fotografia de una calle madrilena con el cartel de "No pasaran". En cuanto a la poesia, la lista de poemas y libros (como el Capital de la gloria de Alberti) dedicados a la ciudad y su lucha es muy larga. Solo senalare que la primera seccion del Romancero General de la Guerra de Espana la constituyen los "Romances de la Defensa de Madrid" o recordare el breve poema de Antonio Machado:
    Madrid, Madrid; que bien tu nombre suena,
   rompeolas de todas las Espanas!
   La tierra se desgarra, el cielo truena,
   tu sonries con plomo en las entranas.


Pero en la cultura del lado nacional no ocurrio otro tanto porque en el imaginario cultural franquista, en Madrid conviven la importancia estrategica con el sentimiento de frustracion y las alusiones no son tan abundantes. Por supuesto que Madrid es mencionado en poemas y novelas. No hay mas que recordar la ya citada novela Madrid, de Corte a checa de Agustin de Foxa, donde se describen numerosas escenas de la represion sobre los simpatizantes franquistas y sus diferentes formas de escape y resistencia. Es Foxa el autor que mas frecuentemente cita a la ciudad, porque uno de sus poemas se titula "Trincheras del frente de Madrid" (Urrutia 331-2). Tambien hay referencias a Madrid en poemas incluidos en la Antologia poetica del alzamiento a "El Cuartel de la Montana" (49) o a los combates en la Ciudad Universitaria (57-9). En el fa moso poema de Federico de Urrutia "Romance de Castilla en armas", los jovenes falangistas se encaminan a liberar Madrid de la "hidra roja" (115-7), aunque ese era un poema temprano de entusiasmo y avance. Lo mismo ocurre con "Sobre Madrid" de Juan Jose Tomas Marco, en el que a los ejercitos que avanzan sobre Madrid todavia "nadie puede contenerlos" (Tomas Marco np). Pero se trata de poemas aislados: el cuerpo de la poesia nacional no concede a Madrid la importancia militar y simbolica que realmente tuvo. La ausencia no es absoluta; pero no ocupo la capital un espacio tan preferente como lo hizo en la poesia republicana. Muchos mas versos se dedicaron a la resistencia en el Alcazar de Toledo o en Oviedo, por obvias razones propagandisticas.

El recurso alternativo que suelen escoger los autores es describir sucesos belicos que tuvieron lugar en los alrededores de Madrid sin mayor alusion a que forman parte de la campana para tomar la villa. Ya cite poemas al cuartel de la Montana o a la Ciudad Universitaria incluidos en la Antologia, pero no son los unicos. En el poemario Poesia legionaria de Jose Antonio Cortazar hay un poema dedicado a la "Ciudad Universitaria" (79-83) y un "Romance del rio Jarama" (33-7) y solo en el primero de ellos se menciona el nombre de Madrid.

Curiosamente, tambien en el caso de los poemas franquistas que tratan de la represion en retaguardia y los asesinatos politicos de los simpatizantes nacionales se suelen evitar las referencias a Madrid como marco espacial. Solo el poema "Romance de Madrid" de Rafael Balbin de Lucas relaciona explicitamente Madrid y represion, pero aparece publicado ya en 1941 (Balbin 20-2). No se menciona la villa en "Ninos y mujeres..." de Francisco Javier Martin Abril (Antologia 71-2) o "La brigada del amanecer" de Agustin de Foxa (Antologia 78-9). Este ultimo poema es llamativo porque las dramaticas circunstancias descritas ocurren en Madrid, que es donde actuo esa "Brigada del amanecer", pero no aparece el nombre de la ciudad castellana. Mas llamativo es el hecho de que en el texto completo del citado volumen Lira de flechas. Versos de la 5a columna de Castano Gallostra, que insiste en el sufrimiento y la represion sobre los franquistas, tambien se soslaya casi completamente el nombre de Madrid. Se habla de Salamanca como lugar del que irradia la esperanza franquista o de Alicante. Madrid es mencionado solo una vez (50), en un poema que narra como la aviacion nacional deja caer pan blanco, "el pan de Franco" (47), sobre la urbe, en un simbolo del alivio a las penurias y del futuro mejor que la victoria del general supondria para su poblacion. E incluso en este caso aparece mencionada en el mismo verso junto a Alicante, concediendo la misma jerarquia a una y otra ciudad. A lo largo del poemario el autor generaliza y escribe, como en el primer poema de la coleccion, sobre "una ciudad roja" (9-13).

Solo en un poema de un autor que no esta incluido en las antologias principales se alude claramente a Madrid y las congojas de los franquistas en la ciudad. Se trata de "Madrid (La Ciudad Universitaria)" de Jaime P. Villanova. Esta incluido en su libro Romancero de la gesta nacional. 1936-1939 y es un poema extenso en el que la voz poetica mira los combates en la Ciudad Universitaria con los ojos de los nacionales dentro de Madrid. Se describen las sucesivas tentativas a lo largo del conflicto por irrumpir en la capital a traves de esa area, las esperanzas y el miedo de los franquistas que creen varias veces que el combate va a ser un exito para su bando pero tienen que continuar esperando.

En el Cancionero de la guerra no solo no hay referencia a Madrid en el Preliminar de Montero Alonso, aunque luego lo menciona en la informacion sobre cada uno de los autores individualmente, sino que en los poemas en si tampoco hay ningun testimonio de que los hechos retratados tengan lugar en esta ciudad. Tratandose de una compilacion donde mas de la mitad de los poetas permanecieron en el Madrid republicano al menos durante parte de la contienda, parece una omision chocante. Madrid es una presencia/ausencia constante en estos poemas, como ocurre en la poesia nacional en general.

LAS REPRESIONES

La otra incoherencia entre el "Preliminar" de la obra y el contenido es que la introduccion hace hincapie en las voces y el tono con que van a describir la dureza de la represion aquellos que la vivieron de cerca. Montero Alonso da en su introduccion un gran valor al hecho de que el volumen incluye descripciones de la vida bajo el "terror rojo", insistiendo en que esa poesia tiene un tono distinto, que "su emocion es mas recondita, mas solitaria, mas dolorosa. Como si el terror, el hambre y el frio hubiesen dejado en esa poesia--y en sus forjadores, naturalmente--una huella perdurable, honda" (10). Pero, como indique, la mayoria de los autores que estuvieron en zona republicana durante la guerra, incluso aquellos de los que Montero Alonso afirma que sufrieron persecucion de algun tipo, no manifiestan esa circunstancia en sus versos. De hecho, sus poemas podrian pasar perfectamente por compuestos por uno de los autores que se sentian seguros en territorio franquista, aquellos que, en palabras de Montero, vivieron "el gozo de sentirse sobre suelo que no era hostil y en ambiente que respondia de modo pleno al fervor que el poeta llevaba en su espiritu" (161). Haciendo recuento resulta que solo son ocho los poetas que realmente tratan en su poesia la angustia de vivir represaliado; un numero muy bajo de los treinta y uno incluidos. La llamada de atencion de Montero Alonso y esa cantidad real es el caso contrario a la ausencia/presencia de Madrid que comente anteriormente.

Por que incide Montero Alonso en ese tono y en las circunstancias de los poemas cuando estadisticamente no llegan a ser tan importantes en el total? La causa hay que buscarla en la oportunidad historica del momento. El Cancionero de la guerra se publica en 1939, con la contienda recien terminada. En esos momentos, el franquismo tiene ante si la tarea de construir el regimen y de afirmarse politicamente en un poder que ha conquistado con las armas. Para ello utiliza diferentes estrategias, desde el adoctrinamiento politico de la juventud a cargo de una educacion que paso a estar controlada por la Iglesia Catolica (Beevor 408) hasta la represion del bando perdedor, las detenciones, juicios y posteriores sentencias sobre todo individuo sospechoso de haber colaborado con las autoridades republicanas o con alguno de los partidos del Frente Popular. Gabriel Jackson afirma que "the Civil War was also followed by a massive political repression" (496).

Esa represion tuvo lugar por muchos cauces. El historiador Julian Casanova sostiene que fue organizada desde arriba, basada en la jurisdiccion militar, y estima que no menos de 50.000 personas fueron ejecutadas en los diez anos posteriores a la guerra y que a esa cantidad habria que sumar cientos de muertes violentas arbitrarias y los miles de muertes en las carceles y los campos de concentracion (159). Mantiene que era un sistema "consistente en la multiplicacion de organos jurisdiccionales especiales y que mantuvo su continuidad durante toda la dictadura. Cuando una ley era derogada, la nueva normativa reiteraba el caracter represor de la anterior" (160).

El jurista Carlos Jimenez Villarejo analizo los juicios celebrados en la jurisdiccion militar para concluir que no ofrecian garantias juridicas y que las victimas deben ser rehabilitadas y los juicios anulados. En febrero de 1939 se construye el complemento civil a esa sumaria justicia militar con la promulgacion de la Ley de Responsabilidades Politicas. La guerra no habia concluido todavia, pero ya se gestaba el marco legal para la represion que la seguiria. Aunque el preambulo de la ley sostiene que "no es vindicadora, sino constructiva", advierte no obstante que "la magnitud intencional y las consecuencias materiales de los agravios inferidos a Espana son tales, que impiden que el castigo y la reparacion alcancen unas dimensiones proporcionadas" (324). El articulo cuarto se dedica a detallar los supuestos en que se incurria en esa responsabilidad, pero lo mas importante es que tenia caracter retroactivo desde el "primero de octubre de mil novecientos treinta y cuatro" (articulo 1); y ello a pesar de que en el preambulo aparece que la subversion roja habia durado "mas de dos anos", con lo que parece solo referirse en esa frase solo al periodo de la guerra. Al retrotraerse a la segunda fecha incluye las jornadas revolucionarias de 1934 dentro de su ambito.

Los supuestos que contempla son muy amplios. Entre otras cosas declara la responsabilidad no solo de las personas fisicas sino tambien de las juridicas y ratifica un decreto de 1936 que dejaba fuera de la ley a todos los partidos y asociaciones "que se hayan opuesto al triunfo del Movimiento Nacional" (articulo 2), de los que se incluye una lista detallada en la que aparecen incluso la Logias Masonicas. En el articulo 1 se menciona la responsabilidad de todos los que "se hayan opuesto o se opongan al Movimiento Nacional con actos concretos o con pasividad grave". La inaccion era tambien punible bajo esta norma. Incluso algunas voces dentro del franquismo sugirieron que se iba a producir una avalancha tal de procesos que se corria el peligro de saturar los tribunales y que "los principales responsables escaparian a la sancion" (Sanllorente). Posteriormente, en marzo de 1941 entro en vigor otra ley mas especifica para la represion de la Masoneria y el Comunismo.

No fueron estas las unicas vias por los que los vencedores impusieron la represion. Francisco Ferrandiz escribe que "la represion incluyo, entre sus multiples modalidades, el abandono despectivo e intencional de las fosas comunes de los derrotados, convertidas en instrumentos del terror permanente, perversos artilugios de una tenebrosa pedagogia de la sangre" (80). Y Sara Ramos Zamora recuerda que "Otro de los artilugios mas virulentos del aparato represivo fue la depuracion de los funcionarios del Estado, siendo el sector docente uno de los mas castigados" (170). Antony Beevor resume la situacion escribiendo que "Nationalist Spain was little more than an open prison for all those who did not sympathize with the regime" (407). Pero los estudios de historiadores y teoricos ignoran generalmente que a pesar de la victoria militar y del control ferreo sobre casi todos los aspectos de la vida que el regimen instauro, era necesario justificar esa terrible represion. Al respecto, Paul Preston explica que:
   As each area of Spain was conquered, there began a process of
   political and social purge. This was justified in terms of
   left-wing atrocities despite the fact that, in many places, the
   military coup had succeeded within days, if not hours, and there
   had been no such atrocities. (308)


El principal instrumento para esa labor justificadora fue la Causa General, instituida por un decreto de 26 de abril de 1940. Dicho decreto atribuyo:

al Ministerio fiscal, subordinado al Ministerio de Justicia, la honrosa y delicada mision de fijar, mediante un proceso informativo fiel y veraz --para conocimiento de los Poderes publicos y en interes de la Historia--el sentido, alcance y manifestaciones mas destacadas de la actividad criminal de las fuerzas subversivas que en 1936 atentaron abiertamente contra la existencia y los valores esenciales de la Patria, salvada en ultimo extremo, y providencialmente, por el Movimiento Liberador (Causa 11).

Como se recoge en la Nota Explicativa, "reviste caracter exclusivamente informativo" (11) y no es en si una accion judicial o represiva, busca solo recopilar informacion. Fue el principal elemento para fundamentar el castigo en la responsabilidad de las autoridades republicanas y los partidos del Frente Popular en la tragedia belica y exponer las atrocidades cometidas. Se hacia necesario para el regimen franquista generar una opinion publica que entendiera cuanto habia ocurrido en territorio republicano como una sucesion de barbaries.

Pero la Causa General era un instrumento demasiado historico y formal; al mismo tiempo se genero una produccion cultural que respaldara esa version de los hechos. Aparecen una serie de textos literarios que tienen por objeto significar la ferocidad del bando republicano, insistiendo especialmente en la crueldad de la violencia en su retaguardia para justificar asi la represion que estaba teniendo lugar en la Espana de la posguerra. La coincidencia temporal de textos como esos Versos de la 5a columna de Enrique Castano (que ya comente), la novela corta La ciudad de los siete punales de Emilio Carrere (autor que tambien incluye poemas en el Cancionero de la guerra) o la publicacion de una breve obra de teatro que satiriza el bando republicano de Manuel Delgado Barreto (con una amplia introduccion que explica que el autor fue ejecutado en el Madrid de la guerra), no es un accidente.

El Cancionero de la guerra es un elemento mas en ese cuerpo cultural. Bajo la apariencia de una antologia poetica de la guerra hay otra ocasion para mostrar la brutalidad de la retaguardia "roja". No se puede dudar del compromiso politico y propagandistico de Montero Alonso: En la pagina 2 de la antologia se anuncian otras obras suyas publicadas por la misma editorial, cinco ya aparecidas y tres de proxima publicacion; de esas ocho, cuatro aluden en una u otra medida a la violencia politica republicana. De hecho, es sorprendente que Montero Alonso no eligiera un titulo mas llamativo o explicativo para el Cancionero despues de haber titulado otras obras suyas El incendio de los conventos o La sonrisa bajo el drama (anecdotario de la guerra en Madrid). Probablemente se debe a que encontro una coleccion poco numerosa de material "autentico", de poemas escritos por autores victimas o testigos de la represion republicana, y no pudo en justicia hacer de ellos el eje de la antologia. Lo cierto es que este y otros productos culturales tienen una indudable oportunidad politica, justificando las acciones del complejo aparato represivo del regimen franquista.

OBRAS CITADAS

Balbin de Lucas, Rafael. Romances de Cruzada. Valladolid: Santaren, 1941. Impreso.

Balseiro, Jose A. "Baroja y la popularidad". Hispania, 21.1 (Feb., 1938): 19-26. Impreso.

Beevor, Antony. The Battle for Spain. London: Penguin, 2006. Impreso.

Boletin Oficial del Estado. "Ley de 9 de febrero de 1939 de Responsabilidades Politicas." 13 Feb 1939: 324-47. Impreso.

Calamai, Natalia. El compromiso en la poesia de la guerra civil espanola. Barcelona: Laia, 1979. Impreso.

Camacho, Jose R. Los versos del combatiente. Bilbao: Arriba, 1938. Impreso.

Carrere, Emilio. "La ciudad de los siete punales". La novela del sabado. 20. Sept. 1939. Madrid: Ediciones Espanolas, 1939. 2-63. Impreso.

Casanova, Julian. "La historia social de los vencidos". Cuadernos de Historia Contemporanea. 30, 2008: 155-163. Impreso.

Castano Gallostra, Enrique. Lira de flechas. Versos de la 5a columna. Madrid: Aguilar, 1939. Impreso.

Chaves Nogales, Manuel. A sangre y fuego. Madrid: Austral, 2011. Archivo EPUB.

Corona de sonetos en honor de Jose Antonio Primo de Rivera. Jerarquia, 1939.

Cortazar, Jose Antonio. Poesia legionaria. Madrid: Cultura Espanola, 1940.

Delgado Barreto. "Eres una perra loba". La novela del sabado. 20. Sept. 1939. Madrid: Ediciones Espanolas, 1939. 72-93. Impreso.

d'Ors, Miguel. "Un poema escondido de Manuel Machado y otras perplejidades bibliograficas (Notas para la historia literaria de la guerra de 1936)". Cuadernos de Investigacion Filologica. VIII (1982): 55-60. Impreso.

Ferrandiz, Francisco. "Fosas comunes, paisajes del terror. Mass Graves, Landscapes of Terror". Revista de Dialectologia y Tradiciones Populares. 64.1 (enero-junio 2009): 61-94. Impreso.

Foxa, Agustin de. Madrid de Corte a Checa. Barcelona: Planeta, 1993. Impreso.

Jackson, Gabriel. The Spanish Republic and the Civil War, 1931-1939. Princeton: University Press, 1972. Impreso.

Jato Macias, Manuel. Resena de Vida de Eduardo Marquina. Hispania. 51.3 (Sep., 1968): 578. Impreso.

Jimenez Villarejo, Carlos. "Memoria democratica: rehabilitacion juridica de las victimas". Isegoria, 45 (julio-diciembre, 2011): 595-608. Impreso.

"Jose Montero Alonso, periodista". El Pais.com. El Pais. 28 marzo 2011. Web. 6 agosto 2012.

Lechner, J. El compromiso en la poesia espanola del siglo xx. Vol 1. Leiden: Universitarie, 1968. Impreso.

Machado, Antonio. " Madrid!". Servicio Espanol de Informacion. 279 (7 de noviembre de 1937): 5. Impreso.

Ministerio de Justicia. Causa General. La dominacion roja en Espana. Avance la informacion instruida por el Ministerio Publico. 2a ed.

Montero Alonso, Jose (ed.). Cancionero de la guerra. Madrid: Ediciones Espanolas, 1939.

Paul Preston. The Spanish Civil War. New York: Norton, 2007.

Ramos Zamora, Sara. "Control y represion. Estudio comparado de los resultados de la depuracion del magisterio primario en Espana". Revista Complutense de Educacion. 17.1 (2006): 169-182.

Rodriguez Monino, A. R. y Prados, Emilio (eds). Romancero general de la guerra de Espana. Madrid-Valencia: Ediciones Espanolas, 1937. Impreso.

Rodriguez Puertolas, Julio. Historia de la literatura fascista espanola I. Madrid: Akal, 2008. Impreso.

Salaun, Serge. La poesia de la guerra de Espana. Madrid: Castalia, 1985. Impreso.

Sanllorente, Francisco. "La actuacion del Tribunal de Responsabilidades Politicas en las Islas Baleares". Universidad de las Islas Baleares. Web. 29 Jun 2012.

Sanz y Diaz, Jose (ed.). Lira Belica (Antologia de los poetas y la guerra). Valladolid: Santaren, 1939. Impreso.

Seleccion de poesias: Juegos Florales. Vitoria: Editorial Social Catolica, 1938. Tomas Marco, Juan Jose. Romancero de la Nueva Reconquista.

Urrutia, Jorge (ed.). Poesia de la Guerra Civil espanola. Antologia (1936-1939). Sevilla: Vandalia, 2006.

Verd, Gabriel Maria. "Nuevas poesias de Manuel Machado, Peman, Rosales, Vivanco y Panero. Los versos del combatiente." Letras de Deusto. Vol. 17.39. Bilbao, 1987: 5-42. Impreso.

Villanova, Jaime P. Romancero de la gesta nacional. 1936-1939. Barcelona: Basa y Pages, 1942.

Villen, Jorge. Antologia poetica del alzamiento. 1936-1939. Cadiz: Ceron y Cervantes, 1939. Impreso.

Juan Antonio de Urda Anguita

SUNY Fredonia
联系我们|关于我们|网站声明
国家哲学社会科学文献中心版权所有