Gonzalez-Allende, Iker. Lineas de fuego: genero y nacion en la narrativa espanola durante la Guerra Civil (1936-1939).
Martin, Juan Carlos
Gonzalez-Allende, Iker. Lineas de fuego: genero y nacion en la
narrativa espanola durante la Guerra Civil (1936-1939). Madrid:
Biblioteca Nueva, 2011. 265 pp. ISBN: 978-849-940-174-4.
En Lineas de fuego: genero y nacion en la narrativa espanola
durante la Guerra Civil (1936-1939), Iker Gonzalez-Allende presenta un
interesante estudio teorico-critico que indaga en la relacion inherente
entre genero y nacion en la narrativa de autores espanoles durante la
Guerra Civil (1936-1939). El autor estudia la representacion literaria
de esta relacion contrastando la obra de autores republicanos--Benjamin
Jarnes, Cesar Arconada, Ernestina de Champourcin, Antonio Sanchez
Barbudo e Isidro Mendieta--con aquella de autores sublevados--Ana Maria
de Foronda, Concha Espina, Maria Rosa Urraca Pastor, Rafael Garcia
Serrano y Jacinto Miquelarena. Partiendo de un marco teorico enfocado en
estudios sobre la configuracion del genero y la nacion, poco estudiada
en el contexto espanol, segun afirma el autor, Gonzalez-Allende arguye
que a pesar de las evidentes diferencias ideologicas de ambos bandos y
la concepcion particular de nacion que cada uno defendia, tanto los
autores republicanos como los sublevados no solo comparten una retorica
de genero afin, sino que en sus obras despliegan una vision del modelo
de masculinidad y feminidad tradicional a la hora de configurar la
"construccion nacional" (16). Sin embargo, Gonzalez-Allende
tambien vislumbra en estas obras una contradiccion implicita que desafia
el discurso oficial de genero en relacion a la funcion y papeles de los
hombres y las mujeres en la sociedad durante "un momento de crisis
nacional" (25).
Esta monografia se enfoca en once novelas y relatos breves que se
publicaron durante la guerra. El libro esta dividido en dos partes: en
la primera se analiza la relacion entre feminidad y nacion; siendo la
conexion entre masculinidad y nacion el tema central de la segunda
parte. En cada capitulo el autor examina una figura representativa en la
narrativa de guerra. El enfoque principal de la primera parte se
concentra en el personaje de la madre, la novia y la enfermera;
resaltando en la segunda parte del libro el personaje del soldado y del
enemigo.
En el primer capitulo se analiza la figura de la madre sufridora
como modelo para generar una politica propagandistica en ambos bandos
participantes en el conflicto belico. Gonzalez-Allende compara la novela
de la franquista Ana Maria de Foronda, Una mujer sola (1939), con la
obra Linea de fuego (1938-40) del autor republicano Benjamin Jarnes para
ahondar en las implicaciones que genera la figura maternal mas alla de
su representacion oficial y tradicional como mater dolorosa, "que
se resigna de manera pasiva y estoica a la muerte o la desgracia de su
hijo" (74). En su analisis, el autor vislumbra que en ambas obras a
la madre, simbolo de la nacion vituperada, no solo se la representa como
victima--una figura sufridora, abnegada, sacrificada, debil y necesitada
de proteccion--, sino tambien como personaje valiente que cumple una
doble funcion como protectora de los heridos y como generadora de
patriotismo "al inculcar en sus hijos amor a la patria" (70).
Frente al papel tradicional que desempena la madre durante la guerra
siguiendo un modelo patriarcal basado en la "idealizacion de la
maternidad" (50), en estas narraciones el autor entreve
comportamientos en los personajes femeninos que subvierten la concepcion
normativa de genero compartida por la ideologia oficial de cada bando.
En el segundo capitulo, Gonzalez-Allende analiza las novelas de la
falangista Concha Espina, Retaguardia: Imagenes de vivos y de muertos
(1937), y Rio Tajo (1938) del autor comunista Cesar M. Arconada, para
legitimar el protagonismo narrativo de la figura de la novia y examinar
su papel en la construccion del "proyecto nacional" (84)
durante el conflicto belico. Al igual que ocurria con la figura materna,
argumenta Gonzalez-Allende, el ideal femenino que representa la novia en
ambas novelas, tanto en la retaguardia como en el frente, sigue un
modelo de feminidad conservador que se sustenta "en la belleza, la
castidad y la pureza" del personaje femenino protagonista (84). En
su analisis, Gonzalez-Allende distingue modelos tradicionales del
comportamiento femenino durante la guerra--que ejemplifican el
sacrificio por la nacion o la patria, el estoicismo ante la adversidad y
la necesidad de proteccion, pero tambien "el decoro sexual"
(97)--que coinciden con aquellos de la mater dolorosa; u otros que
tienen como objetivo final perpetuar un ideal familiar heterosexual,
refrendado por la institucion del matrimonio "para sustentar los
valores [ideales] de la nacion" (87). Sin embargo, tambien percibe
que en la representacion de la novia como figura protagonista en estas
novelas aparecen otros valores que contradicen los modelos tradicionales
de feminidad oficial que relegan a la mujer a un papel subordinado. En
este sentido, la mujer adquiere un protagonismo central al convertirse
en protectora de los heridos, participar directamente en el conflicto
armado, canalizar el "desarrollo intelectual" de los soldados
y luchar "contra el analfabetismo" de las clases menos
privilegiadas (110). Asimismo, en estas novelas se observan
comportamientos que contradicen la moral y la sexualidad que propugna el
discurso oficial en ambos bandos y que atentan contra "la
heteronormatividad" al poner en tela de juicio la
"heroicidad" del protagonista masculino (119), y la
"masculinidad militar [...] normativa durante la guerra"
(120).
En el tercer capitulo, que cierra la primera parte del libro,
Gonzalez-Allende examina como se representa la figura de la enfermera y
como se cimienta su feminidad con respecto a la construccion de la
nacion en las narraciones de la republicana Ernestina de Champourcin,
Mientras alli se muere; y la obra de la carlista Maria Rosa Urraca
Pastor Asi empezamos: Memorias de una enfermera (1939). Como ocurria con
las obras anteriores, en la representacion narrativa de esta figura
protagonista, paralela a la figura de la madre, el autor observa que
para estos autores la mujer ocupa un papel subordinado que no amenaza un
orden patriarcal, al no desentonar su funcion con la perspectiva popular
domestica de la feminidad. En este papel tradicional se acentuan, ademas
de la paciencia y el sacrificio, "la alegria y la dedicacion como
caracteristicas esenciales de la enfermera" (131). Gonzalez-Allende
senala que en ambas narraciones se establecen relaciones
materno-filiales significativas entre el soldado y la enfermera, siendo
el papel de esta ultima el cuidado y la proteccion de los heridos,
destacando, tanto en el frente como en la retaguardia, su funcion vital
a la hora de que entre los soldados "cicatrice su lastimado orgullo
masculino" (135). Sin embargo, a pesar de que el comportamiento
modelico de la enfermera la convierte en "figura sustitutoria"
de la madre (138), abnegada y sumisa, tambien Gonzalez-Allende aprecia
que en estas narraciones ciertos comportamientos del personaje femenino
llegan a subvertir en ocasiones el ideal modelico que representa la
figura protagonista de la enfermera durante la guerra. Asi, senala el
autor, la presencia de la enfermera en el frente, y su
"masculinizacion" (145)--confrontada con la
"infantilizacion" del soldado enfermo y herido (136) hace
cuestionar su masculinidad normativa militar--, asi como la
desmitificacion de la guerra y el caracter endeble y melancolico que
despliega la protagonista femenina en ocasiones durante la narracion,
rompen con la division tradicional de genero propugnada por la ideologia
oficial patriarcal que defienden tanto republicanos como sublevados con
respecto al papel de la enfermera y su feminidad normativa durante el
conflicto belico.
El cuarto capitulo de la monografia da paso a la segunda parte del
libro, dedicada a establecer y examinar la estrecha relacion entre
masculinidad y nacion. Tomando como base de analisis textual la novela
del falangista Rafael Garcia Serrado Eugenio o proclamacion de la
primavera (1938), y el libro de relatos del socialista Antonio Sanchez
Barbudo Entre dos fuegos (1938), Gonzalez-Allende investiga como se
representa literariamente una masculinidad militar normativa que se
sustenta, entre otras cosas, en "la idea de la guerra como rito de
iniciacion", la importancia de la camaraderia en tiempos de guerra
o "la nocion de la muerte como martirio y sacrificio ultimo por la
nacion" (156). El autor senala como ambos autores construyen la
masculinidad del soldado no solo en torno a la salud y fuerza fisica del
cuerpo masculino, sino tambien en torno a la agresividad e impetu que
despliega el soldado joven, caracteristica imperiosa para la defensa de
la nacion. De este modo, Gonzalez-Allende destaca que ambos autores
llevan a cabo un "papel propagandistico de convencer a los hombres
de la necesidad de luchar y morir en el frente" (169). Segun el
autor, para los personajes de estas novelas su participacion en el
conflicto belico no solo "supone un ritual [publico] de entrada en
la masculinidad" (169), sino que su sacrificio y muerte por la
patria representan un ejemplo de heroicidad necesarios para interpelar a
los vivos para que continuen con la lucha armada. Gonzalez-Allende
arguye ademas que la participacion activa de los soldados y la
camaraderia y fraternidad que surge entre ellos al compartir vivencias
traumaticas y trascendentales, representan la clave para la construccion
de la nacion "como un proyecto masculino" (171). No obstante,
esta estrecha relacion fisica y emocional entre soldados y la intrinseca
camaraderia que surge en el frente genera, segun el autor, no solo
"relaciones homosociales" (173), sino que tambien se presta a
lecturas homoafectivas y homoeroticas, que se potencian aun mas en
algunos momentos de la narracion cuando en la lucha armada entre
soldados se equiparan por ejemplo "la guerra y el sexo" (177).
El ultimo capitulo del libro esta dedicado a examinar la
representacion del soldado enemigo como portador de una masculinidad
divergente en tres narraciones, dos de ellas del falangista Jacinto
Miquelarena: Como fui ejecutado en Madrid (1937) y El otro mundo: La
vida en las embajadas de Madrid (1938); y otra del escritor republicano
Isidro R. Mendieta El infierno azul ( 1938?). En estas narraciones
Gonzalez-Allende ve un cometido especifico por parte de cada autor al
emplear una retorica que desestima "la masculinidad del Otro"
(197), apelando al caracter amoral, barbarico bestial y foraneo del
enemigo, asi como acusandolo de una evidente cobardia y afeminacion al
rehusar entrar en combate. Segun Gonzalez-Allende, esta representacion
problematica de la masculinidad--que en el caso de los sublevados es mas
acida y menos benevola --desentona con la ideologia de ambos bandos al
presentarse como "excesiva e incontrolable", o bien como poco
apta "para la construccion de la nacion" (197). Como sucedia
con las novelas del capitulo anterior, el autor senala que estas obras,
de claro corte tremendista, tienen una clara funcion propagandistica,
destinada en ultima instancia a interpelar al soldado de cada bando
"para que apoye su causa porque representa la civilizacion frente a
la barbarie del enemigo" (200). Gonzalez-Allende destaca en su
analisis el simbolismo que adquieren los colores de cada bando, asi como
la importancia de asociar al "enemigo con el Otro racial y
foraneo" (205), y "bestializarle o animalizarle" (207),
para justificar y facilitar su aniquilacion. En su analisis
GonzalezAllende denuncia que mientras en el bando republicano las
vejaciones van destinadas al soldado enemigo, en el bando sublevado al
enemigo no solo se le asocia con la figura del soldado, sino que se le
suele identificar con la masa popular civil, y mas concretamente
"con el genero femenino" (215). Este fenomeno conducia en
ultima instancia a vejaciones y ultrajes hacia la mujer republicana
destinados a "desexualizarla" (218). El autor concluye que
tanto los republicanos como los sublevados construyeron y denunciaron
una imagen de masculinidad brutal y desmedida, pero tambien debil y
afeminada del enemigo que resulta contradictoria, puesto que ambos
autores denuncian en el Otro comportamientos masculinos no normativos
que ellos mismos perpetuan al utilizar "el mismo procedimiento
retorico" (227) en sus propias narrativas.
Lineas de fuego: genero y nacion en la narrativa espanola durante
la Guerra Civil (1936-1939) supone una aportacion legitima e innovadora
a la ya profusa produccion critico-literaria centrada en la Guerra
Civil. Uno de los logros del estudio de Iker Gonzalez-Allende consiste
en contrastar con acierto la produccion literaria de autores
republicanos y sublevados, poco estudiada, aplicando un marco teorico
centrado en la dualidad genero-nacion dentro de un contexto espanol.
Sobresale en la primera parte del analisis de Gonzalez-Allende la
lectura critica que el autor hace sobre las ilustraciones de cada una de
las novelas y su funcion visual a la hora de reflejar una construccion
de feminidad normativa, o una contradiccion de la misma, y su relacion
con la nacion. Estas ilustraciones contrastan con aquellas de las
novelas en la segunda parte para evidenciar la crueldad y brutalidad del
enemigo. En la mayoria de los casos del analisis, el extenso marco
teorico sobre genero y nacion aplicado a un contexto espanol se ajusta
de manera adecuada al estudio critico de estas narraciones. Aunque por
momentos el analisis sobre la feminidad y masculinidad normativas, y su
relacion con la construccion de la nacion, tiende a ser un tanto
repetitivo en muchas de las obras, este hecho no desmerece en absoluto
la relevancia global de este estudio. La extensa bibliografia y analisis
textual de obras complementarias reflejan el conocimiento y dominio
teorico-critico, bibliografico e historiografico del autor, y hacen que
este estudio sea hoy en dia una herramienta de referencia y consulta
valiosa, asi como una lectura obligada para aquellos estudiosos de la
critica en torno a la Guerra Civil espanola.
JUAN CARLOS MARTIN
Stonehill College