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  • 标题:Los gauchos judios de Alberto Gerchunoff en su Centenario.
  • 作者:Hussar, James A.
  • 期刊名称:Hispanofila
  • 印刷版ISSN:0018-2206
  • 出版年度:2011
  • 期号:September
  • 语种:English
  • 出版社:University of North Carolina at Chapel Hill, Department of Romance Languages
  • 摘要:Cuando Jorge Luis Borges comenta que su compatriota y contemporaneo Alberto Gerchunoff (1884-1950) es "uno de los pocos lectores de Cervantes" (15), le hace un cumplido, sugiriendo que Gerchunoff pertenece a un grupo exclusivo cuyos integrantes entienden y aprecian la obra cervantina. Usando el criterio de Borges, se puede argumentar que los verdaderos lectores de Gerchunoff son tan escasos como los de Cervantes. Tal carencia se nota en los cien anos de critica literaria que siguen a la publicacion de la primera edicion de Los gauchos judios (1910; segunda edicion, 1936), un ciclo de veinticuatro cuentos que relata como refugiados judios de la Rusia zarista se acostumbran a una nueva vida como campesinos en las pampas argentinas a fines del siglo XIX. Con esta obra Gerchunoff consigue el titulo de "padre de la literatura judia latinoamericana". A la vez, inspira a detractores que le acusan de usar sus vinetas para propagar el crisol de razas, la ideologia oficial de la Argentina a principios del siglo xx, y asi asegurarse un puesto entre la elite de la nacion.

Los gauchos judios de Alberto Gerchunoff en su Centenario.


Hussar, James A.


1. INTRODUCCION

Cuando Jorge Luis Borges comenta que su compatriota y contemporaneo Alberto Gerchunoff (1884-1950) es "uno de los pocos lectores de Cervantes" (15), le hace un cumplido, sugiriendo que Gerchunoff pertenece a un grupo exclusivo cuyos integrantes entienden y aprecian la obra cervantina. Usando el criterio de Borges, se puede argumentar que los verdaderos lectores de Gerchunoff son tan escasos como los de Cervantes. Tal carencia se nota en los cien anos de critica literaria que siguen a la publicacion de la primera edicion de Los gauchos judios (1910; segunda edicion, 1936), un ciclo de veinticuatro cuentos que relata como refugiados judios de la Rusia zarista se acostumbran a una nueva vida como campesinos en las pampas argentinas a fines del siglo XIX. Con esta obra Gerchunoff consigue el titulo de "padre de la literatura judia latinoamericana". A la vez, inspira a detractores que le acusan de usar sus vinetas para propagar el crisol de razas, la ideologia oficial de la Argentina a principios del siglo xx, y asi asegurarse un puesto entre la elite de la nacion.

Uno de los mejores lectores de Gerchunoff, Edna Aizenberg, arguye que la denuncia de tales detractores ignora la indole dialogica de Los gauchos judios. En Parricide on the Pampa?, Aizenberg muestra que la presentacion de la asimilacion en los cuentos de Gerchunoff es ambivalente. Senala varios pasajes en Los gauchos judios en que la interaccion con los vecinos argentinos les resulta vergonzosa o peligrosa a los campesinos judios (28). Ademas, Aizenberg considera como el lenguaje del texto se resiste a las presiones conformistas del periodo, proponiendo que su uso de vocablos yiddishes y hebreos contradice la representacion negativa del autor como apologista interesado (25).

El argumento de Aizenberg de que Los gauchos judios es un texto complejo sirve como punto de partida para el presente ensayo. De acuerdo con aquel analisis, cuestiono las interpretaciones reduccionistas de la obra y las acusaciones de capitulacion hechas en contra de su autor, arguyendo que la perspectiva de los detractores es problematica porque se vale de la extrapolacion descuidada de pasajes de los cuentos y articulos del autor, sin reconocer las aprensiones relacionadas a la asimilacion que los mismos textos expresan.

Estas aprensiones coinciden con una afirmacion consistente de la identidad judia en el texto. Gerchunoff hace evidente desde el titulo de su obra que ve como compatibles las culturas argentina y judia. Al juntar los terminos "gaucho" y "judio", tambien expresa su fe en que su patria adoptiva puede incorporar a los inmigrantes asquenazies y acomodar sus diferentes costumbres y creencias. Refuerza esta idea a lo largo de su ciclo de cuentos, construyendo un argumento a favor del pluralismo cultural. En ningun momento sugiere que la identidad judia sea obsolescente o desechable en el nuevo entorno suramericano. Al contrario, celebra la cultura milenaria judia y aun muestra que algunas de sus practicas y costumbres les son superiores a sus homologos argentinos.

En consideracion al ambiente politico de la Argentina a principios del siglo XX, tal postura le podria haber resultado controvertida al autor. Junto con la ideologia del crisol de razas surge un nuevo nacionalismo romantico y xenofobico que enfrenta a inmigrantes y "nativistas" (Avni 204). Algunos de estos promueven estereotipos antisemitas, caracterizando a los judios como no asimilables y aun peligrosos. Entre los nativistas se encuentra Ricardo Rojas, ideologo influyente cuyo texto La restauracion nacionalista (1909) propone que los judios representan una amenaza para la sociedad argentina. En este clima Gerchunoff publica el libro que les gana a los inmigrantes judios "la verdadera carta de ciudadania en la Argentina" (Verbitzky 86). Es decir, el autor logra defender la etnia y fe de los recien llegados y, a la vez, asegurar su argentinidad, a pesar de las fuerzas nativistas en su contra.

A que se debe el gran e improbable exito de Los gauchos judios, oda al multiculturalismo en pleno periodo de homogeneizacion? Por un lado, Gerchunoff mitiga las corrientes xenofobicas de la epoca, enfocandose en lo que las culturas argentina y judia tienen en comun. Insiste en la continuidad entre el judaismo y el catolicismo argentino, proponiendo que el anterior representa "el cristianismo precristiano". Ademas, los chacareros judios que practican su fe inocuamente en las pampas argentinas recuerdan a los pastores de la Biblia hebrea, texto sagrado para ambas tradiciones.

Para realzar las posibles contribuciones de los inmigrantes judios a la cultura argentina, el autor senala como antecedente la convivencia espanola, creando asi el mito de una historia compartida (Rehrmann 400). Segun la version de Gerchunoff, los argentinos son los descendientes de los espanoles medievales mientras los judios rusos, a pesar de ser asquenazies, representan a los herederos de la cultura sefardi que florecio en la Peninsula Iberica durante la Edad Media. El encuentro de los dos grupos en las Americas se presenta como una oportunidad para reparar los abusos del pasado.

Por otro lado, Gerchunoff evoca simbolos e ideales argentinos para montar una defensa efectiva de la identidad judia. La figura del gaucho le resulta particularmente util porque encarna una honda argentinidad y un espiritu independiente. El autor reconoce que el inconformismo del gaucho no limita su estatus como icono nacional. Al contrario, el ejemplo muestra que la cultura argentina celebra la diferencia. Al comparar a los chacareros judios con los gauchos, Gerchunoff propone que aquellos pueden ser patrioticos y, a la vez, mantener sus propias tradiciones. Para darle un fundamento legal a su argumento, el autor recita los principios de la Constitucion de la Nacion Argentina de 1853, documento que les garantiza la libertad de culto y el derecho a la naturalizacion a los inmigrantes. En fin, las multiples defensas de la identidad judia elaboradas por Gerchunoff contribuyen a su tesis de que la identidad nacional transciende las diferencias de los grupos que se radican en la Argentina.

2. EL CASO EN CONTRA DE GERCHUNOFF Y LOS GAUCHOS JUDIOS

Si Gerchunoff aboga consistentemente por la preservacion de la identidad judia en Los gauchos judios, por que se le vitupera al autor, acusandolo de apoyar incondicionalmente la ideologia del crisol de razas? De hecho, mucha de la critica de Los gauchos judios durante la segunda mitad del siglo veinte evidencia un tono tan despectivo que Aizenberg denomina a los criticos judios de Gerchunoff de ese periodo como "parricidas". Segun Maggi Salgado Gordon, estos criticos denuncian una percibida falta de caracter por parte del autor: "There is an implication of consorting with the enemy by selling his (Jewish) birthright for a mess of (Argentine) porridge, and maintaining a deliberate policy of myopia toward Argentine anti-Semitism to protect his special status as the accepted or token Jewish writer of the elite national literary circle" (195). David Vinas propone que Gerchunoff se preocupo tanto por su estatus que no solo apoyo la ideologia oficial del Centenario argentino, sino que tambien ignoro abusos cometidos por el gobierno en contra de los judios: "para sobrevivir en La Nacion [el periodico bonaerense donde trabaja Gerchunoff] y para ser tolerado [Gerchunoff] exalta 'el crisol de razas' de la oligarquia en el mismo momento en que las bandas blancas balean judios y obreros en Plaza Lavalle" (44). Saul Sosnowski es menos caustico, pero tambien cuestiona los motivos del autor y sugiere que estos, en parte, le ofuscan el juicio: "[Gerchunoff's] apparent longing to join that [Argentine ruling] class, a misdirected sense of gratitude and loyalty to his adopted country, prevented him from an accurate reading of the country's ills and from a rational defense that would support any contention that Argentina in fact was the 'promised land'" (3). Mas recientemente, Fernando Degiovanni ha senalado las "claras manifestaciones asimilacionistas" del autor y "su adhesion incondicional a los grupos de poder que le habian permitido formar parte de su nucleo intelectual y cultural" (367).

Varios de estos detractores senalan la relacion entre la publicacion de Los gauchos judios y el Centenario argentino, ocasion para la cual Leopoldo Lugones comisiona el texto, para asociar a Gerchunoff con la ideologia oficial del periodo. El prologo a la primera edicion del texto refuerza la asociacion. Su autor, el escritor argentino Martiniano Leguizamon, se enfoca en los romances entre jovenes criollos y doncellas judias en las vinetas e interpreta la descripcion de estas relaciones como una aprobacion del crisol de razas por parte de Gerchunoff. Ademas, anticipa un proceso de mestizaje por el cual una nueva generacion de jovenes mixtos reemplazara a sus abuelos ortodoxos:
   La obra sera lenta, sin duda, pero concluira al fin su evolucion
   inevitable cuando los ancianos judios desaparezcan y sobre el solar
   poblado de biblicas anoranzas, los hijos de sus hijos, argentinos
   por la fusion de sangre, encarinados a la tierra que les entrega
   sus riquezas uberrimas, libres de preocupaciones y de recelos, con
   la alegria y la paz del hogar risueno que les colma de dicha el
   corazon, entonen en las fiestas de la nueva centuria el cantico
   glorioso de la libertad argentina. (xii-xiii)


Leguizamon ve la desaparicion de los viejos judios en terminos positivos, describiendola como la culminacion de un proceso evolutivo. Tambien propone que el mestizaje es condicion previa a la argentinidad, la alegria y la libertad de los descendientes de los inmigrantes judios. Sin duda, la asociacion de estas ideas del prologo con Gerchunoff incita a los parricidas.

Algunos de los ensayos de Gerchunoff tambien le echan lena al fuego. En "Los judios" (1906), por ejemplo, el autor describe la funcion del mestizaje para la asimilacion de los inmigrantes judios a la cultura argentina: "El arado y el martillo acompasan, en la inevitable fusion de razas y esfuerzos, la mezcla del torturado rostro de Jacob con el robusto nativo, el fino perfil de la hebrea con el varon cosmopolita, todo ello ley fatal" (El pino y la palmera 14). En "Entre Rios, mi pais", publicado postumamente en 1950, Gerchunoff anticipa los beneficios que resultaran de la fusion de sangre italiana, espanola, alemana, eslava y judia en las pampas argentinas: "Las corrientes de sangre operan en el fundente etnico la amalgama esperada, que producira, tiempo andado, en la Argentina total, una entidad humana rica en diversidad psicologica y fecunda en su aptitud por la coherencia intima" (Entre Rios 41). Tales pasajes, vistos aisladamente, dan la impresion de un autor que apoya sin reservas el crisol de razas.

La critica en contra de Los gauchos judios tambien se debe en parte a la manera en que Gerchunoff representa la experiencia de los inmigrantes judios en la Argentina. En los cuentos, evoca los cuatro anos (1891-1895) de su infancia en Moises Ville y Rajil, dos colonias agricolas patrocinadas por el Baron Maurice de Hirsch y su Jewish Colonization Association (JCA). Describe el periodo de transicion durante el cual los refugiados asquenazies de la Rusia zarista se acostumbran no solo a la vida del campo, sino tambien a la cultura y lengua argentinas. La indole idilica de muchas de estas descripciones se cuestiona casi inmediatamente, como vemos en una carta que el autor argentino Roberto J. Payro le dirige a Gerchunoff en 1910: " Donde el que se volvio al comercio, hastiado de la tierra fecunda? Donde el que, descontento de la autocracia rusa, no se satisfizo con la pseudo-republica sudamericana, y sono en perfecciones democratico-humanitarias mayores y mas bellas?" (242). Segun el argumento de los parricidas, Gerchunoff ignora las dificultades enfrentadas por los inmigrantes judios por la misma razon que celebra el crisol de razas. Es decir, la preocupacion por su estatus determina el contenido y el tono de su obra.

3. FALACIAS DE LOS PARRICIDAS

Los gauchos judios no es la oda al mestizaje que Leguizamon describe en su prologo. Al contrario, los cuentos dialogicos de Gerchunoff tambien comunican aprensiones sobre los romances entre jovenes criollos y doncellas judias. El texto reconoce que algunos colonos judios reaccionan negativamente a las parejas mixtas (Aizenberg 28). En el cuento "El episodio de Miryam", se expresa la perspectiva de los colonos adultos para quienes la relacion amorosa entre Miryam, una adolescente judia, y Rogelio, su novio criollo, representa "algo horrible" (52). Vemos la misma tecnica en "Las bodas de Camacho", cuento que comunica la opinion del matarife Rabi Abraham, una figura de autoridad en la colonia, de que el romance entre Raquel y Gabriel es "una desgracia, un castigo de Dios" (90). Ambos pasajes muestran que los colonos ortodoxos condenan el mestizaje como una fuerza negativa para la comunidad judia.

Las relaciones con los criollos tambien les pueden resultar peligrosas a los colonos judios. Varios cuentos caracterizan a los vecinos gauchos como asesinos. En "El boyero", el personaje del titulo, don Remigio Calamaco, acuchilla a su propio hijo. Ademas, un peon, don Goyo, mata a sangre fria al matarife en "La muerte de Rabi Abraham", y un grupo de bandidos criollos asesinan a un joven judio, Moises, en "La lechuza". En estos cuentos los criollos representan una amenaza para los inmigrantes, y no futuros esposos, cunados y yernos. Las descripciones de su naturaleza violenta justifican el miedo de los colonos adultos con respecto al mestizaje.

De todas maneras, el mestizaje no es condicion previa a la argentinidad para Gerchunoff. En su "Autobiografia" (1914), propone que su amor profundo por el paisaje argentino es capaz de quitarle el estigma de inmigrante e incorporarlo al pais: "En aquella naturaleza incomparable, bajo aquel cielo unico, en el vasto sosiego de la campina surcada de rios, mi existencia se ungio de fervor, que borro mis origenes y me hizo argentino" (Entre Rios 26). El narrador de "Las bodas de Camacho" expresa el mismo sentimiento cuando menciona "la colonia judia, donde aprendi a amar el cielo argentino y mi alma se mecio en musica de la tierra" (91). En ambos casos, el autor identifica la naturaleza, y no la fusion de sangre, como factor operante en la argentinizacion.

El "gaucho judio" tampoco es producto del mestizaje. El termino se les aplica a los inmigrantes rusos que se asimilan a la cultura pampeana mientras preservan su identidad judia. En "El poeta", el personaje del titulo, Favel Duglach, representa el arquetipo del gaucho judio. Encarna lo mejor de las tradiciones argentina y judia: "En su espiritu se habian fundido las bellezas de las tradiciones hebreas y gauchas" (129). Como resultado de su habil negociacion de ambas culturas, Duglach goza de "unanime estima" (129) en las comunidades criollas y judias. En "El medico milagroso", uno de los dos cuentos adicionales en la edicion de 1936, el personaje del titulo, Dr. Nahum Yarcho, recuerda a Duglach. Su pericia medica y generosidad le ganan la admiracion de los colonos y criollos. El rabino declara: "Era un santo. Nunca vi un judio mas hondamente judio" (188). A la vez el comisario opina: "Era un gran gaucho" (188). Tanto Duglach como Yarcho muestran que Gerchunoff favorece una asimilacion limitada a la cultura argentina, no la erradicacion de la identidad judia de que le acusan los parricidas.

La caracterizacion de Jacobo, un joven acriollado, tampoco cuadra con la lectura de los parricidas. A diferencia de Duglach y Yarcho, Jacobo abandona su identidad judia cuando trata de asimilarse a la cultura argentina. En su ansia de asimilarse se aleja de todos y, por ende, fracasa. Por un lado, los colonos ortodoxos critican a Jacobo por su actitud rebelde y su negligencia de los preceptos religiosos. En "La siesta", dona Raquel lo recrimina: "Dejelo a ese gaucho; no sabe mas que contestar. No ve, todo un gaucho! Bombachas, cinturon, cuchillo y hasta esas cositas de plomo para matar perdices; en cambio, en la sinagoga, permanece mudo y no sabe rezar" (22). Israel Kelner expresa un sentimiento parecido en "La revolucion" cuando le dice a Jacobo: "Eres siempre el mismo muchacho; a nadie respetas" (139). Por otro lado, los criollos tambien rechazan a Jacobo. Su otredad es evidente en "Historia de un caballo robado", cuando don Brigido Cruz, un vecino criollo, lo llama "gringuito" (123), un termino despectivo para extranjeros de ascendencia europea.

El argumento de que Gerchunoff obvia las dificultades enfrentadas por los inmigrantes judios en Los gauchos judios tambien es cuestionable. Es cierto que sus descripciones bucolicas suelen idealizar la vida campestre. Sin embargo, la naturaleza no es siempre bondadosa en el texto. Por ejemplo, una plaga de langostas destruye una huerta en "La huerta perdida" y un aguacero amenaza a un ternero en "La lluvia". Las acciones y actitudes de los vecinos criollos tambien son imprevisibles. Aparte de violentos, algunos son antisemitas; en "Historia de un caballo robado", el criollo don Brigido Cruz acusa falsamente al Rabi Abraham de haberle robado un jamelgo, y la denuncia absurda hace que el matarife contemple "el juicio eterno sobre los hebreos" (127), es decir, la persecucion secular de los judios.

Las vinetas tambien describen discordia entre los colonos. El conflicto generacional entre los inmigrantes ortodoxos y sus hijos propensos a la asimilacion es evidente a lo largo del texto. Ademas, hay disputas entre los adultos. "La revolucion" relata cuan contenciosas son las elecciones para alcalde de la colonia y como un grupo de disconformes depone a uno por no cumplir con sus promesas. Tales ejemplos muestran que Gerchunoff reconoce las dificultades relacionadas con los procesos de colonizacion y aculturacion.

4. GERCHUNOFF COMO DEFENSOR DEL PLURALISMO CULTURAL

Algunos criticos proponen que Gerchunoff cambia su manera de escribir sobre la asimilacion en las decadas despues de la publicacion de Los gauchos judios. Segun Leonardo Senkman, empieza a abogar por el "crisol cultural" hacia 1924 (209). Para Salgado Gordon, su nuevo enfasis en la multietnicidad o el multiculturalismo data de la decada de los 40 (191). Sin duda, tales eventos como la "Semana Tragica" en Buenos Aires en 1919, la revolucion militar en Argentina en 1930 y las atrocidades de la Shoah hacen que Gerchunoff intensifique su critica del tratamiento de los judios no solo en la Argentina sino al nivel mundial. Ademas, el autor cuestiona abiertamente el crisol de razas en su ensayo "El problema judio" (1944): " es absolutamente, fatalmente imprescindible esa asimilacion a fondo para ser buen britanico, buen frances, buen yanqui o buen argentino? Asimilarse a fondo significa para el judio su despersonalizacion religiosa, etnica e historica" (El pino y la palmera 165). En el mismo ensayo, Gran Bretana, Espana e Italia representan naciones cuyo exito con el pluralismo cultural sirve como modelo para la Argentina.

Mientras Gerchunoff se refiere mas explicitamente al multiculturalismo en sus ensayos de la decada de los veinte en adelante, su posicion respecto a la importancia de preservar la cultura judia es consistente desde el principio de su carrera como escritor. Segun Beatriz Marquis Stambler, el autor "nunca, bajo ninguna circunstancia, renego de lo judio, pero en esta epoca de su vida [la segunda decada del siglo veinte] eso quedo arrinconado, con un tanto de aire exotico, que agregaba una nota mas a su pintoresca figura" (82). Manuel Kantor, el yerno de Gerchunoff, corrobora el argumento de Marquis Stambler cuando afirma que su suegro "[h]izo desde 1906 a 1950 la apologia y la defensa de su pueblo, la divulgacion de su historia, el esclarecimiento de sus problemas" (5). Hace estas cosas en la primera edicion de Los gauchos judios, proponiendo que los judios inmigrantes a la Argentina tienen el derecho de observar su fe y preservar su cultura sin que su patriotismo se cuestione.

Para montar su defensa de la diversidad cultural y religiosa, Gerchunoff se vale de los ideales de la Constitucion de la Nacion Argentina de 1853. Evoca los conceptos y palabras claves de los articulos 14, 16 y 20, los cuales garantizan la libertad de culto, la igualdad y la nacionalizacion de los extranjeros. El autor establece la libertad como tema central del ciclo desde su epigrafe: "Con su fuerte brazo, el Senor nos libro de Faraon, en Egipto" (1). Sigue una descripcion de la celebracion de la independencia argentina, la cual el narrador caracteriza como una "Pascua magna" (1). Gerchunoff elabora sobre esta celebracion en "El himno", la ultima vineta de la primera edicion. En ella, el autor retrata como los colonos recien llegados a la Argentina observan el 25 de Mayo segun la tradicion judia, reuniendose en la sinagoga para un acto que incluye lecturas de los textos sagrados, parabolas y oraciones. Ignoran el color de la bandera argentina (174) y el nombre del presidente (176) y no saben una palabra de espanol (172); sin embargo, experimentan una epifania colectiva cuando el comisario recita el himno argentino:
   No lo comprendian los israelitas; pero al llegar a la palabra
   libertad, el recuerdo de su antigua esclavitud, de la amargura y
   las persecuciones seculares sufridas por la raza, revolvio sus
   corazones y con el corazon y con la boca, todos exclamaron, como en
   la Sinagoga:
      - Amen! (177)


Al resaltar el tema de la libertad de este modo en las ultimas lineas, Gerchunoff no solo apela a la magnanimidad de los argentinos sino que tambien les recuerda sus obligaciones constitucionales.

La caracterizacion de los chacareros judios como gauchos, igual que las referencias a la Constitucion, evoca la argentinidad y la libertad. Aun Domingo F. Sarmiento, cuyo Facundo (1845) propone que la erradicacion del gaucho es necesaria para la civilizacion de las pampas, reconoce la relacion intima entre la figura del gaucho y la identidad argentina: "el espiritu de la Pampa esta alli en todos los corazones [argentinos], pues si levantais un poco las solapas del frac con que el argentino se disfraza, hallareis siempre el gaucho mas o menos civilizado, pero siempre el gaucho" (99). Durante la segunda mitad del siglo diecinueve en la Argentina, el arquetipo del gaucho experimenta una rehabilitacion y, hasta cierto punto, una domesticacion, como se ve en La vuelta de Martin Fierro (1879) de Jose Hernandez. Para 1910, el gaucho ya no representa una amenaza sino un legado de heroismo y espiritu independiente.

La transformacion del gaucho en simbolo nacional hacia principios del siglo veinte es ironica porque varias de sus cualidades, entre ellas la rebeldia y la lealtad regional, socavan la autoridad central durante un periodo de consolidacion politica e ideologica. La dualidad del jinete pampeano le atrae a Gerchunoff, quien la usa para formular su argumento a favor del pluralismo cultural en su obra maestra. Se refiere al gaucho para mostrar que la Argentina tiene una larga tradicion de acomodar la diferencia y la disidencia. Al asociar a los inmigrantes judios con los gauchos iconoclastas, afirma la argentinidad de aquellos mientras defiende su otredad.

Para Gerchunoff, la manera en que el gaucho negocia sus identidades nacional y regional establece un precedente para los colonos judios. En sus ensayos, se enfoca en el individualismo del gaucho y sus fuertes lazos a Entre Rios, representandolo como el predecesor de un tipo social distinto: el hombre entrerriano. El gaucho y el hombre entrerriano son productos del mismo ambiente y comparten cualidades importantes; ambos aceptan las diferencias religiosas ("Dimension espiritual de Entre Rios", Entre Rios 65), se identifican con la cultura local y valoran la libertad ("Autobiografia", Entre Rios 26). De hecho, los dos insisten en la autonomia local y entienden su argentinidad como una extension de su identidad regional. Segun Gerchunoff,

El de Entre Rios es individuo esencialmente sensible al dominio local. Concibe al pais a traves de la provincia y a esta a traves de la villa menuda o de la ciudad en que la escuela, la sociabilidad, las manifestaciones iniciales de la vida de relacion esbozaron su espiritu y lo imantaron con el amor regional. ("Entre Rios, mi pais", Entre Rios 42)

El mismo ensayo menciona a los judios como uno de varios grupos de inmigrantes que se han vuelto hombres entrerrianos y que continuan la tradicion gaucha (42). Gerchunoff se ofrece como ejemplo, declarando su devocion a la "patria chica" y repitiendo una variante de la frase "Yo soy de alla, amigos mios" cuatro veces en el ultimo parrafo (58-59).

Gerchunoff se vale del arquetipo del gaucho para abogar por la autonomia de las colonias agricolas en Los gauchos judios. Los inmigrantes de sus vinetas viven en paz, practican su fe y eligen a sus propios lideres. Ademas, resuelven conflictos segun la ley judia, refiriendose a los textos sagrados para zanjar disputas entre vecinos ("La huerta perdida"), tratar el caso de una novia fugaz ("Las bodas de Camacho") y llegar a un acuerdo respecto a una peticion de divorcio ("Divorcio"). La presentacion del proceso juridico en la colonia, el cual les garantiza la justicia y la dicha a los judios (120), se contrasta con la de su equivalente argentino, que permite la victimizacion de un judio inocente en "Historia de un caballo robado".

La manera en que Gerchunoff describe la vida en las colonias coincide con la vision original del Baron de Hirsch para las comunidades agricolas en la Argentina. Segun Theodore Norman, "[t]he Baron's dream and desire had been to establish an independent, self-sufficient, self-supporting and self-governing community of Jewish farmers in Argentina" (73). El filantropo intento garantizarles cierta autonomia a los inmigrantes judios a traves de la compra de vastas extensiones de terreno y la colonizacion en masa (Norman 20; Avni 107). Su orden de crear una milicia judia en la colonia Mauricio muestra hasta que punto imaginaba las colonias como territorios autonomos dentro de la Argentina (Alpersohn 71).

El representar la vision de Hirsch durante una epoca de homogeneizacion le puede haber perjudicado a Gerchunoff. Sin embargo, el contenido de Los gauchos judios nunca se considera subversivo; muy al contrario, el texto se admite al canon de la literatura argentina tan facilmente que a su autor se le acusa de capitulacion a la ideologia oficial. La estrategia de invocar las garantias de la Constitucion y la figura del gaucho respalda el argumento a favor del pluralismo cultural; ademas, el autor apela a la idea de que la cultura argentina y la judia son compatibles. Para establecer la compatibilidad, se enfoca en lo que los judios y los argentinos tienen en comun respecto a sus creencias e historias.

Por esta razon evoca las figuras de la Biblia hebrea, texto sagrado tanto para los judios como para los catolicos. Identifica a los inmigrantes judios como "israelitas"; los viejos colonos, con sus barbas largas y blancas, se parecen a los patriarcas judios, y sus hijas recuerdan a "las mujeres augustas de la Escritura" (14). Los gauchos tambien se comparan con los antiguos hebreos; en "El poeta", el personaje del titulo propone que ambos "son patriarcales y nobles. Viven vida sencilla y dulce, entre su hogar y su ganado" (133). Las referencias a los israelitas crean un parentesco simbolico entre los inmigrantes judios y los argentinos catolicos, mitigando asi las diferencias entre los dos grupos.

El volver al periodo que precede a la ruptura entre el judaismo y el cristianismo no solo permite que Gerchunoff muestre la continuidad entre las dos tradiciones, sino que tambien posibilita que el enfatice la primacia del judaismo. En El cristianismo precristiano, le recuerda al lector que el cristianismo tuvo su matriz en el judaismo, caracterizando aquel como la universalizacion de las creencias judias (5). Tambien nota que las figuras mas importantes del cristianismo, entre ellos Jesus (22) y los autores de los Evangelios (6), eran judios. La asercion de Kantor de que Gerchunoff "no [les] cedia a Cristo a los antijudios, ni renunciaba a el" (5) se corrobora en sus cuentos; un agonizante Rabi Abraham se parece a "Nuestro Senor Jesucristo, velado por los ancianos y las santas mujeres de Jerusalem [sic]..." (67), los rasgos de un viejo colono "recuerdan a los santos pescadores que acompanaban a Jesus por los arrabales" (43) y los ojos de la labriega Raquel "tienen el azul que tiembla en las pupilas de la Virgen" (14). La asociacion de los inmigrantes judios con las figuras veneradas de la tradicion cristiana complementa la de los inmigrantes con los gauchos a lo largo del ciclo, y Gerchunoff se vale de ambas para minimizar la otredad de los colonos judios y defender su presencia en la Argentina.

Tambien compara a los colonos con los judios ibericos de la Edad Media, representando asi la convivencia espanola como precedente para el encuentro de catolicos y judios en Hispanoamerica. Los colonos de Los gauchos judios aprecian y se apropian facilmente de la cultura y sabiduria sefardies a pesar de su ascendencia asquenazi. En "La lechuza", una muchacha campesina se identifica con la letra de una copla que le ha ensenado su maestro marroqui:
   Hemos perdido a Sion
   Hemos perdido a Toledo
   No queda consolacion. (71)


En "Divorcio", se efectua el mismo enlazamiento del Israel biblico, la Espana medieval y la Argentina del siglo diecinueve a traves de don Moises Urquijo de Abinoim, un judio marroqui que esta de visita en la colonia y que representa "un descendiente de los talmudistas del siglo de oro espanol" (118). Los colonos, respetuosos de la tradicion sefardi, le otorgan a su huesped el honor de presidir el primer divorcio en la colonia, cargo que ejerce magistralmente.

Aun el estilo narrativo de Los gauchos judios refuerza la conexion entre los sefardies medievales y los colonos asquenazies. Vinas (78) y Senkman (43-44), entre otros, comentan que Gerchunoff emplea un espanol cervantino en sus vinetas. El frecuente uso de arcaismos espanoles en las vinetas anticipa el argumento elaborado por Gerchunoff en "Los judios en la lengua castellana" (1926), donde propone que los inmigrantes judios de la Argentina podran "recobrar" el idioma que habia sido suyo durante la Edad Media (El pino y la palmera 32). En el mismo ensayo, afirma la incomparable elocuencia de los escritores judios espanoles del Medioevo: "En su obra, la lengua llega a su termino completo y es la que nos ofrece mayor opulencia en modismos, proloquios y creaciones proverbiales" (31-32). Al mencionar este precedente, Gerchunoff abre paso a que los "nuevos sefarditas", los inmigrantes judios de la Argentina, hagan una contribucion parecida a las letras hispanoamericanas y aun que superen los modos expresivos de los escritores "nativos". Por si las dudas, no habia logrado ambas cosas Gerchunoff? Borges opina que si: elogia el excepcional dominio del espanol del autor cuando comenta que este "casi llego a escribir con todas las palabras" (13).

Pero la pericia linguistica de Gerchunoff no se limita a un solo idioma. Aizenberg observa que Los gauchos judios contiene muchos vocablos yiddishes y hebreos (25) y Stavans especula con que Gerchunoff ideo las vinetas en yiddish antes de escribirlas en espanol (xiv). Como entender la combinacion de espanol cervantino, yiddish y hebreo en Los gauchos judios, particularmente cuando su autor declara en 1918 que "[e]l idioma es la verdadera nacionalidad" (Feierstein 8)? En mi opinion, el uso de multiples registros linguisticos es otra faceta del argumento a favor del multiculturalismo. Es decir, el poliglotismo refleja el potencial de la Argentina para acomodar la diversidad, del mismo modo que el texto acomoda varios idiomas diferentes.

5. CONCLUSION

Para Gerchunoff, la argentinidad no niega la diferencia religiosa y etnica sino que la transciende. El autor comunica esta idea en el ultimo parrafo de su autobiografia: "Yo no aspiro a cantar unicamente la vida judia: soy ante todo argentino y mi caracter de tal orienta mi existencia de hombre de letras" (36). El mismo mensaje emerge a lo largo de Los gauchos judios. En sus vinetas, Gerchunoff afirma la argentinidad de los inmigrantes mientras defiende su identidad judia. Con respecto al crisol de razas, cuestiona tanto la prudencia del mestizaje como el celo asimilador de los colonos jovenes que abandonan los preceptos religiosos. En cambio, celebra a los personajes capaces de negociar lo gaucho y lo judio, entre ellos Favel Duglach y el Dr. Yarcho. Estos armonizan los mejores aspectos de ambas tradiciones, sirviendo asi como emblemas del multiculturalismo.

Mientras las culturas argentina y judia se presentan como compatibles en Los gauchos judios, Gerchunoff privilegia a la segunda en varias de las vinetas. Las leyes milenarias practicadas por los colonos les son superiores a sus analogos argentinos; a la vez, las figuras mas importantes del catolicismo se identifican como judios. Aun el lenguaje del ciclo remite a las contribuciones de los sefardies del Medievo a la literatura hispana. A pesar de esta oposicion tacita a las fuerzas homogeneizadoras de la epoca, Los gauchos judios no solo se integra casi de inmediato al canon argentino sino que inspira a una generacion de detractores que le acusan a Gerchunoff de oportunista.

Mucha de la critica se enfoca en la representacion de la Argentina como Sion en el texto. Segun los parricidas, Gerchunoff obvia serios problemas en la Argentina para congraciarse con la elite intelectual del periodo. Aquellos ignoran que Gerchunoff no se propone retratar de manera realista la Argentina de 1910 sino representar la vision de la nacion proyectada por la Constitucion de 1853. Mira hacia el futuro y, a la vez, se vale de las garantias constitucionales para defenderles los derechos a los inmigrantes judios de principios del siglo XX. Al invocar los principios fundadores de la nacion, crea un argumento imponente a favor del pluralismo cultural.

Esto no quiere decir que Gerchunoff apele a la Constitucion solo por razones retoricas. La vida y la obra del autor afirman su fe en la compatibilidad de la identidad judia con la argentina. En "Historia de un caballo robado", anticipa el presente ano y la erradicacion del antisemitismo: "Yo quiero creer, sin embargo, que no siempre ha de ser asi y los hijos de mis hijos podran oir en el segundo centenario de la republica, el elogio [sic] de proceres hebreos, hecho despues del catolico Tedeum, bajo las bovedas santas de la catedral" (127). Sin embargo, Gerchunoff no se engana: las aprensiones evidentes en este cuento siguen reverberando en "El candelabro de plata", la segunda de las dos vinetas anadidas a la edicion de 1936, y la ultima del texto. En su funcion de epilogo, el relato subraya una constante en la obra de Gerchunoff: una cautela que atenua su optimismo con respecto al futuro de los judios en la Argentina y que contradice su injusta fama de apologista.

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por James A. Hussar

California State University, Fullerton
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