Novela vasca, o la memoria de la nacion.
Olaziregi, Mari Jose
En un mundo que, segun los expertos, se nos antoja cada vez mas
global, el debate en torno a las posibilidades que una literatura
minoritaria como la vasca tiene para hacerse un hueco en la Republica
Mundial de las Letras cobra una actualidad e interes sin precedentes.
Parece obvio que terminos como "liberalizacion economica",
"pensamiento unico", "deterritorializacion" u
"occidentalizacion" se refieren mas al plano tecnico o
economico que al cultural, y que el mapa mundial actual perfila una
realidad convulsa y desigual, donde la globalizacion revela escenarios
habitados por identidades subalternas largo tiempo silenciadas. Se trata
de consideraciones que pretenden trascender fronteras antano
infranqueables para creadores que, como los vascos, se situan, por su
calidad de bilingues, en ese in-between (Bhabha 1994) de diversas
comunidades culturales e identitarias, sometidos a un constante
intercambio y reconocimiento de diferencias. Podriamos afirmar que
practicamente la totalidad de los 800.000 vascoparlantes, o euskaldunak,
actuales que viven a ambos lados de los Pirineos en Espana y Francia,
son bilingues. Y que este bilinguismo se da, sobre todo, con lenguas tan
habladas como el espanol, o de tanto prestigio literario como el
frances, lenguas, a su vez, que se han visto desplazadas por el lugar
hipercentral y legitimador que el ingles tiene en el marco mundial
actual. Son algunas de las reflexiones que protagonizaron publicaciones
nuestras anteriores (Olaziregi 2009), reflexiones que sin duda tambien
hacian suya la necesidad de realizar una aproximacion a la
historiografia literaria espanola que superara el concepto monolingue
del estado espanol (Epps & Fdez. Cifuentes, eds., 2005: 20).
El escritor vasco mas traducido y premiado de todos los tiempos,
Bernardo Atxaga (1951), no dudaba en comparar, en un conocido poema suyo
la literatura vasca con un erizo que ha estado demasiado tiempo en
letargo, pero que, afortunadamente, ha conseguido despertar en el siglo
XX (Atxaga 1996). El periodo mas resenable de nuestra historia literaria
comienza, por tanto, en el siglo pasado. Anteriormente, nos encontramos
con una produccion literaria donde predominan textos religiosos,
produccion que muestra los primeros sintomas de cambio en el ultimo
decenio del siglo XIX, al calor de los Certamenes Florales y del
renacimiento cultural que siguio a la derogacion de los derechos forales
en 1876. Fue entonces cuando desaparecio el antiguo predominio de obras
de edificacion y formacion religiosa, y cuando el espectro de generos
literarios cultivados se amplio, con la irrupcion de un nuevo genero
literario: la novela. Esta tomara como modelo la novela
historico-romantica de corte scottiano, practicada por autores fueristas
que escribieron en castellano, tales como, Francisco Navarro Villoslada
o Juan Venancio Araquistain. Es en este contexto cuando se publica por
entregas, a partir de 1898, la primera novela en lengua vasca:
Aunemendiko lorea [La flor del Pirineo], de Domingo Agirre. Se trata de
un texto historico romantico, proximo a Amaya o los vascos en el siglo
VIII de Navarro Villoslada. La influencia de Domingo Agirre fue crucial
en la evolucion de la novela vasca pues sera el modelo costumbrista
fijado en sus novelas Kresala (El salitre, 1906) y Garoa (El helecho,
1912) el que perdurara hasta mediados del siglo XX. Agirre trato de
reflejar la vida de los "autenticos" modelos tradicionales
vascos: el caserio y el mar. Se trata de un tipo de novela sin accion y
que dibuja diferentes cuadros de costumbres, un tipo de novela que gira
en torno a tres grandes ejes: fe, patriotismo y vasquidad, y contada por
un narrador omnisciente. Son, precisamente esos dos mundos los que se
erigiran en el centro del imaginario y de los estereotipos que alimento
el nacionalismo vasco, tanto en la literatura vasca, como en otras
manifestaciones artisticas como la pintura de los hermanos Arrue o
Zubiaurre, o las operas de Jose Maria Usandizaga y de Jesus Guridi. El
nacionalismo vasco, que hizo su aparicion, de la mano de Sabino Arana
Goiri (1865-1903) en la ultima decada del siglo XIX, fue heredero del
movimiento foralista y de todo un linaje de Aitor (Juaristi 1987) sobre
el que el nacionalismo vasco erigio esa imagined community (Anderson
1991), sostenida, como en la mayoria de los nacionalismos, "por una
noble tradicion que se remonta a tiempos inmemoriales" (Bhabha
1990: 45). A partir de aqui, la escritura en lengua vasca tuvo por
funcion primordial la de contribuir a la creacion de la Nacion Vasca.
Tras las aportaciones de Agirre, la novela vasca continuo por los
derroteros que el dejo marcados. Este es el caso de la obra de Jose
Manuel Etxeita. Sus novelas Josecho (1909) y Jayoterri maitia (Querida
patria, 1910) se inscribieron en la linea costumbrista aunque
incorporaron elementos de la novela de folletin y de aventuras. Por otro
lado, aunque a priori menos ambiciosa que las novelas citadas, el relato
breve costumbrista que se publico en esta epoca logro conectar con los
lectores vascos mucho mas que aquellas. Nos referimos a las cronicas de
Jean Etxepare: Buruxkak (1910) y Berebilez (En coche, 1934), y a los
libros de narraciones breves Abarrak (Ramas, 1918) y Bigarren Abarrak
(Segundas ramas, 1930) de Ebaristo Bustintza "Kirikino", y el
conocido Pernando Amezketarra. Bere ateraldi eta gertaerak (Fernando de
Amezqueta. Sus ocurrencias y sucedidos, 1927), de Pedro Miguel de
Urruzuno. Destacar, ademas, la aportacion que las mujeres hicieron a la
vida literaria de la epoca. Autoras como Rosario Artola, Tene Mujika,
Julene Azpeitia, Katarine Eleizegi o Sorne Unzueta, colaboraron
ampliamente en las numerosas revistas y publicaciones de aquellos anos,
mas de 140 entre 1876 y 1936. Es resenable que muchas de ellas
pertenecieron al denominado Emakume Abertzale Batza (Asociacion de
Mujeres Nacionalistas, 1922-23, 1931-36), mujeres que aunque tuvieron
que aceptar una posicion secundaria respecto a los varones dentro del
movimiento nacionalista vasco liderado por el PNV, pudieron avanzar
visiblemente en la utilizacion publica de la palabra oral y escrita,
participaron con entidad propia en actos politicos y desarrollaron una
actividad extraordinaria en los ambitos de actuacion que se les habia
asignado, en especial, el educativo y el asistencial. Segun Mercedes
Ugalde (1993: 573), la idealizacion de la maternidad y la
supervaloracion de la influencia social de las mujeres a traves de ella,
parecio justificar y compensar su papel social secundario. En cuanto a
la novela vasca, transcurren nueve anos entre la publicacion de las
ultimas obras de preguerra (las novelas Usauri (1929) y Donostia (1933)
de Agustin Anabitarte, y Uztaro, 1937, de Tomas Agirre), todas ellas de
corte costumbrista, hasta la aparicion, en 1946, de Joanixio de Juan
Antonio Irazusta, en la editorial Ekin de Buenos Aires.
La Guerra Civil espanola (1936-1939) trajo efectos devastadores en
la produccion literaria vasca. A la gran cantidad de bajas y de
exiliados, siguio la cruel represion que ejercio el bando de los
ganadores. Hablamos de una epoca en la que se prohibieron los nombres
vascos e incluso las inscripciones en euskara de las lapidas de los
cementerios, una epoca en la que la calle, la administracion, la cultura
... fueron ambitos donde el franquismo ejercio su censura. Se ha
afirmado que la generacion de la posguerra fue una de las mas
importantes de la literatura vasca, pues le dio lo que mas necesitaba en
aquellos momentos: una continuidad. El genero mas cultivado fue la
poesia, entre otras razones, porque era mas facil publicar poemas
sueltos que obras completas y porque entre los anos 1940-1950 la
actividad editorial normalizada era practicamente imposible.
En cualquier caso, ni la mencionada novela de Irazusta, Joanixio,
ni la de Jose Eizagirre Ekatzpean (Bajo la tormenta, 1948) narraron el
drama del exilio vasco en toda su crudeza. Hasta la llegada de las
novelas de Martin Ugalde el conflicto incidio solo anecdoticamente en la
novela vasca, pero no condiciono ni la narracion ni la vision maniquea
que subyacia a ellas. Destaca, sin duda alguna, el acierto con que
Ugalde narro en Itzulera baten istorioa (1989, trad.: Historia de un
regreso, Ed. Hiru, 1995) el desarraigo y la alienacion de la
protagonista de la novela, hija de exiliados y cuya hibridez identitaria
la situa entre las dos patrias que le habitan.
La primera novela publicada en la peninsula tras la Guerra Civil no
hizo su aparicion hasta 1950. Nos referimos a la novela historica
AlosTorrea, de Jon Etxaide, autor prolifico y traductor de Baroja al
euskara. Tambien publico novelas como: Joanak joan (Lo pasado, pasado
esta, 1955) y Gorrotoa lege (El odio, ley, 1964), en las que algunas
pasiones quebraban, solo en parte, el mundo idilico dibujado en las
novelas costumbristas. Por otro lado, Jose Antonio Loidi con su novela
Amabost egun Urgain'en (Quince dias en Urgain, 1955), aporto
algunas novedades tematicas al panorama novelesco de la epoca, por
tratarse de la primera novela policiaca en euskara.
Podemos decir que fue en la decada de 1950 cuando la literatura
vasca se institucionalizo como actividad autonoma dentro de la vida
literaria vasca (Lasagabaster 2005: 123-136). La narrativa vasca
sintonizo con las corrientes literarias europeas del momento, y esta
sintonia tambien se vio plasmada en el interes por las traducciones al
euskara de Shakespeare, Hemingway, Brecht, Camus o Kafka, entre otros.
La crea cion de la coleccion "Kulixka Sorta" de la Editorial
Itxaropena de Zarautz en 1952, dio un empuje a dichos aires renovadores
y la creacion de revistas como Jakin (1956), Karmel (1950) o Anaitasuna
(1953), posibilito el afianzamiento de una importante plataforma
cultural para el relanzamiento de la vida cultural vasca.
La novela vasca paso del modelo costumbrista vigente hasta la fecha
a un tipo de novela de corte existencialista con Leturiariaren egunkari
ezkutua (El diario secreto de Leturia, 1957), de Jose Luis Alvarez
Enparantza, Txillardegi. Al igual que A. Roquentin en La Nausee (1938),
Leturia, el primer heroe problematico de la novela vasca, plasma en su
diario la ausencia de sentido de la existencia humana y reflexiona en
torno a los temas cruciales del existencialismo. Las siguientes novelas
de Txillardegi (Peru Leartzako (1960) y Elsa Scheelen (1969)) tambien se
adscribiran a la tipologia existencialista.
El clima politico se radicalizo con el surgimiento de ETA en 1959.
Las decadas siguientes, 60-70, fueron decadas de gran activismo
cultural, activismo que tambien hizo suya la reivindicacion politica
contra el regimen del dictador Francisco Franco. Son anos en los que se
acometen iniciativas importantes, tales como las campanas de
alfabetizacion y afianzamiento de las escuelas vascas o ikastolas, la
unificacion de la lengua vasca (1968), la creacion de nuevas editoriales
que incrementan la produccion en euskara, la celebracion de la I Feria
del Libro Vasco en Durango (1965), el surgimiento de la cancion moderna
con grupos como Ez dok amairu (1963) ... Se ha dicho que a la ortodoxia
cultural vigente en la epoca, se contrapuso una heterodoxia cultural y
politica, impulsada por autores como el poeta bilbaino Gabriel Aresti,
el insigne filologo Koldo Mitxelena y el escultor Jorge Oteiza.
En 1969, la publicacion de la novela Egunero hasten delako (Porque
comienza cada dia) del escritor Ramon Saizarbitoria (1944), supuso el
relevo de la poetica existencialista por una novela experimental proxima
al Nouveau Roman frances. Egunero hasten delako narra en dos planos
narrativos independientes que se van alternando, la historia de una
joven estudiante que quiere abortar. La segunda novela de Saizarbitoria,
100 metro (1976; trad.: Cien metros, Nuestra Cultura, 1979) narraba en
seis planos narrativos que se iban alternando, los ultimos cien metros
de un activista de ETA antes de ser abatido por la policia en una plaza
de San Sebastian. Saizarbitoria se anticipaba, de este modo, a la novela
vasca de estas dos ultimas decadas en su intento de analizar el origen y
el sen tido de la violencia terrorista de ETA. La publicacion de la
tercera novela del autor, la metanovela Ene Jesus ( Ay, Dios mio!, 1976)
de Saizarbitoria marco el final de la fase experimental de la novela
vasca.
El inicio de la era democratica espanola en 1975, aunque no supuso
un cambio drastico en los paradigmas literarios vascos de la epoca, si
que posibilito que se dieran las condiciones objetivas para el
afianzamiento del sistema literario vasco (Olaziregi 2005). La
aprobacion del Estatuto de Autonomia (1979) y de la Ley de Normalizacion
del Uso del Euskara (1982) permitieron, entre otros aspectos, la
implantacion de modelos bilingues de ensenanza o la convocatoria de
ayudas a la edicion en lengua vasca. Gracias a estas ayudas, surgieron
nuevas editoriales y la produccion editorial vasca se incremento de
forma manifiesta. En la actualidad, se publican unos 1.500 titulos al
ano, y el 59% de lo publicado en literatura vasca es narrativa, genero
que ha contribuido, sin duda, al afianzamiento de nuestro sistema
literario. Contamos con una red editorial de mas de cien empresas, un
numero de escritores que ronda los 300 (85% hombres, 15% mujeres).
Ademas, la instauracion de los estudios universitarios de Filologia
Vasca en 1981 supuso el empuje definitivo para que la critica academica
se desarrollara plenamente. Es tambien en la decada de los 80 cuando
surgen las asociaciones como la de los Escritores en Lengua Vasca, EIE
(www.idazleak.org), o la de los Traductores, Correctores e Interpretes
de Lengua Vasca, EIZIE (www. eizie.org). Destacar, sin duda, la calidad
de las traducciones de autores universales al euskara (en la actualidad,
leer a Faulkner, Holderlin o Maupassant en euskara es un placer), aunque
las traducciones de obras vascas a otras lenguas siga siendo, todavia,
nuestra asignatura pendiente. Se calcula que solo un total de 200
titulos han sido traducidos a otras lenguas (cf.
www.basqueliterature.com).
En cualquier caso, como ocurre en la literatura espanola
finisecular, tambien la actividad literaria vasca se ha polarizado, en
los ultimos anos, en torno a la novela. Hoy por hoy, este es el genero
con mas repercusion y prestigio literario, y, por supuesto, el de mayor
rentabilidad editorial. Podriamos decir que la novela vasca de las tres
ultimas decadas hace suya la premisa posmoderna de que todo esta contado
pero hace falta recordarlo. Asi, tras la fase experimental de la decada
de los 70, la novela vasca ha recuperado el gusto por contar. Hablamos
de una novela que presenta un claro eclecticismo en sus influencias e
intertextos literarios, y que aunque hace suyas las tecnicas del moder
nismo, gusta de realizar combinaciones parodicas e ironicas de generos y
ofrece una diversidad de tipologias novelescas realmente considerable.
Si tuvieramos que hacer un breve resumen de las tendencias y
autores mas relevantes de la actualidad,2 deberiamos comenzar por
senalar las novelas escritas por mujeres que han abordado la
deconstruccion del genero y de la sexualidad. Destacan el texto
intimista y proximo al "feminismo de la diferencia" de los 70
Zergatik, Panpox (Por que, Panpox, 1979) o Koaderno Gorria (1998; trad.:
El cuaderno rojo, Ttarttalo, 2002) de Arantxa Urretabizkaia; Eta
Emakumeari sugeak esan zion (1999; trad: Y la serpiente dijo a la mujer,
Bassarai, 2000), de Lourdes Onederra; Sisifo maite minez (2001; trad:
Sisifo enamorado, Txalaparta, 2003) de Laura Mintegi, o las novelas
negras de Itxaro Borda que buscan subvertir el estereotipo del detective
hardboiled con su protagonista lesbiana Amaia Ezpeldoi.
Otras novelas contemporaneas han acometido la deconstruccion del
ruralismo que la novela costumbrista encumbro como la quintaesencia de
la vasquidad. Propuestas proximas al realismo magico como
Hamaseigarrenean aidanez (Ocurrio a la decimosexta, 1983) de Anjel
Lertxundi, Babilonia (1984; trad.: Ed. Acento, 1998) de Joan Mari
Irigoien, Kappo (1985) de Pako Aristi, o Bi anai (1985; trad.: Dos
hermanos, Ollero Ramos, 1995) de Bernardo Atxaga tuvieron gran exito en
la decada de los anos 1980. Tambien destacan novelas que, en clave
negra, han acertado en perfilar historias situadas en ciudades
posmodernas, laberinticas y discontinuas, tales como
Rock'n'Roll (2000; trad.: Rock'n'Roll, Ttarttalo,
2003), de Aingeru Epaltza; o las intrigantes Beluna Jazz (1996; trad.:
Jazz y Alaska en la misma frase, Seix Barral, 2004) y Pasaia Blues
(1999) de Harkaitz Cano.
Por otro lado, podriamos decir que la novela vasca actual tambien
ha hecho suyo el objetivo de relatar o deconstruir eventos historicos o
politicos desde un prisma que huye de la mitificacion o del
planteamiento maniqueo. Cuestionada la objetividad del discurso
historiografico (Halbwachs 1992: 49), se afirma que la literatura puede
servir para contar esas "otras verdades" que la Historia ha
desterrado en su discurso epico. Es esta una responsabilidad y un deber,
largo tiempo reclamado a la novela en lengua vasca, novela que ya el
critico Jesus Maria Lasagabaster afirmo en 1988 que vivia de espaldas a
la convulsa realidad vasca (2005: 22). No es dificil observar que asi
como la Guerra Civil y algunos episodios suyos en el Pais Vasco, como
pueden serlo la batalla de los montes Intxortas y el bombardeo de
Gernika, se han erigido en lugares de la memoria que han servido para
actualizar discursos como el del nacionalismo y quebrar un concepto
monolitico de Nacion Vasca, otros acontecimientos, como puede ser el del
terrorismo de ETA, estan en pleno proceso de destabuizacion y, por lo
tanto, no presentan un discurso memorativo sedimentado, es decir, una
memoria patrimonial o cultural que puede contribuir al consenso social
(Olaziregi 2011). Las novelas que Ramon Saizarbitoria y Bernardo Atxaga
han escrito desde la decada de 1990, son un buen ejemplo de lo que
decimos. En el caso del primero, destacariamos: Hamaika pauso (1995;
trad.: Los pasos incontables, Espasa-Calpe, 1998), novela en torno a la
generacion de los anos 70 que participo en ETA; o Bihotz bi. Guerrako
kronikak (1996; trad.: Amor y guerra, Espasa-Calpe, 1999) en la que las
escenas de la Guerra Civil narradas por unos jubilados sirven de
contrapunto narrativo interesante para la guerra domestica entre la
pareja protagonista de la historia. En su ultimo libro, Gorde nazazu
lurpean (2000; trad.: Guardame bajo tierra, Alfaguara, 2001),
Saizarbitoria presenta 5 narraciones que tienen como hilo argumental las
dos grandes obsesiones del autor en su literatura mas reciente: los
problemas de comunicacion entre hombres y mujeres, por un lado (vease,
por ejemplo, la novela corta La obsesion de Rossetti incluida en el
volumen citado), y las nefastas vivencias de los gudaris en la Guerra
Civil, por otro. Podriamos considerar metaficciones historiograficas a
dos de los relatos incluidos en el libro (La guerra del viejo gudari y
El huerto de nuestros mayores). En ellas, sea narrando las vicisitudes
de un gudari en la Guerra Civil, sea relatando el excesivo peso de la
herencia nacionalista en su generacion, Saizarbitoria exhuma los
fantasmas de parte de la sociedad vasca.
La recuperacion de la memoria historica es el nucleo central de
gran parte de la narrativa de Bernardo Atxaga. Gizona bere bakardadean
(1993; trad.: El hombre solo, Ediciones B, 1994) y Zeru horiek (1995;
trad.: Esos cielos, Ediciones B, 1996) son las novelas que inician el
giro realista en la trayectoria de Bernardo Atxaga, y su alejamiento del
mundo fantastico de Obaba. Ambas muestran un realismo cronotopico y
tratan sobre la violencia de ETA, asi como de la fragmentacion social y
el sufrimiento que esta genera. El autor utiliza un realismo subjetivo
con la intencion de dar voz a personajes que rara vez son protagonistas
en el bombardeo mediatico en torno al llamado "problema
vasco". La perdida de los ideales revolucionarios (El hombre solo),
la reinsercion de los presos de ETA (Esos cielos) o incluso la reflexion
literaria en torno al origen y desarrollo de la banda armada (El hijo
del acordeonista, Alfaguara, 2004), son ejemplos de una evolucion
literaria que busca desestabilizar el discurso monologico (sea
nacionalista o no) y crear una obra moral que manifiesta un claro
rechazo de la violencia y una apuesta por la vida.
La trayectoria novelistica de Anjel Lertxundi (1948) es, sin duda,
otra de las que merece destacar, no solo por su extensa obra sino por la
continua renovacion estetica que subyace a ella. Ademas de la mencionada
Hamaseigarrenean aidanez, o la novela fantastica Azkenaz beste (1996;
trad.: Un final para Nora, Alfaguara, 1999), la novela Zorion perfektua
(2004; trad.: La felicidad perfecta, Alba, 2006) es destacable por su
acierto al narrar la ruptura interna y la conmocion que sufre una
adolescente de 16 anos tras haber sido testigo de un atentado.
Hasta aqui este apresurado repaso a la narrativa vasca mas
reciente. Solo queda desear que en un futuro cercano pueda seguir
enriqueciendose de las aportaciones de lectores que, gracias a las
traducciones, puedan acercarse a ella.
EUSKAL HERRIKO UNIBERTSITATEA, UNIVERSIDAD DEL PAIS VASCO
OBRAS CITADAS
Anderson, Benedict. Imagined Communities. London: Verso, 1991.
Atxaga, Bernardo. Nueva Etiopia. Madrid: El Europeo, 1996.
Bhabha, Homi K., ed. Nation and Narration. London: Routledge, 1990.
--. The Location of Culture. London: Routledge, 1994.
Epps, Brad y Luis Fernandez Cifuentes, eds. Spain Beyond Spain,
Lewisburg: Bucknell UP, 2005.
Halbwachs, Maurice. On Collective Memory. Chigaco: U of Chicago P,
1992.
Juaristi, Jon. El linaje de Aitor. Madrid: Taurus, 1987.
Lasagabaster, Jesus Maria. Las literaturas de los vascos, Donostia:
Universidad de Deusto, 2005.
Olaziregi, Mari Jose. Waking the Hedgehog. The Literary Universe of
Bernardo Atxaga. Reno: Center for Basque Studies, University of Nevada
at Reno, 2005.
Olaziregi, Mari Jose (ed.). Writers in between Languages. Minority
Literatures in the Global Scene, Reno: Center for Basque Studies,
University of Nevada at Reno, 2009.
Olaziregi, Mari Jose. "Basque narrative on the Spanish Civil
War and its contribution to the deconstruction of collective political
memory". War, Justice and Everyday Life (1936-1946). Ed. S. Ott
& S. De Pablo. Reno: Center for Basque Studies, University of Nevada
at Reno, 2011.
Ugalde, Mercedes. Mujeres y Nacionalismo Vasco. Genesis y
Desarrollo de Emakume Abertzale Batza (1906-1936), Bilbao: UPV, 1993.
Urquizu, Patricio, dir. Historia de la Literatura Vasca, Madrid:
UNED, 2000.
(1) Version resumida del articulo que se ha publicado en el libro
Contornos de la narrativa espanola actual (2000-2010): Un dialogo entre
creadores y criticos (Ed. Iberoamericana, 2011), coordinado por Palmar
Alvarez-Blanco y Toni Dorca.
(2) Para una presentacion mas razonada de la ultima narrativa en
lengua vasca, recomendamos la lectura del articulo online:
"Narrativa vasca del siglo XX: una narrativa con futuro",
http://www.basqueliterature.com/basque/historia/hogeimende/narratiba/
eleberria