El paraiso distante: la experiencia religiosa en los cuadernos de Vivian Scheihing.
Singler, Christoph
Soy cruz
crucifixo y
crucificcion
crucificada al coloso
a esa columna de ebano
sacrificio,
victima errante
creandogeroglificos, signos
que aportan a mi locura
acumulacion, insolencia y furia,
incomprension.
Vivian Scheihing
Arte y religion siguieron manteniendo relaciones estrechas incluso
durante los anos marcados por el "desencantamiento del mundo,"
segun la formula de Max Weber, reutilizada por Marcel Gauchet, pero hoy
dia cuestionada y desde el angulo postcolonial relegada al panteon de
las ilusiones cientificas occidentales (Gauchet 1985). (1) Baste un
pequeno recordatorio de las obras pictoricas realizadas a lo largo del
siglo XX: desde Cezannes hasta Beuys, pasando por Soulages, Matisse,
Leger, Le Corbusier, Malevich y Rothko; esta presente a nivel
iconografico, como en las mitologias pintadas por Anselm Kiefer, pero
tambien a traves de la meditacion sobre la materia y la luz en las obras
de Antoni Tapies, el aleman Wolfgang Laib o el californiano James
Turrell, por citar solo unos pocos nombres conocidos. El hecho no se
mide por el numero de encargos publicos (Rothko, Matisse, Leger,
Soulages, y recientemente Gerhard Richter en la Catedral de Colonia) o
de la monumentalidad que acarrean. Y se da por entendido que los
artistas no son necesariamente creyentes ni mucho menos adictos a alguna
fe en particular, catolica, protestante u otra; por otro lado, mucho ha
atraido desde hace rato la espiritualidad oriental (china, japonesa e
india) a los artistas occidentales, y incluso el imaginario indigena de
America del Norte ha podido atraer a artistas como el cubano Jose Bedia.
La exposicion sobre "Las huellas de lo sagrado" organizada por
el Centro Pompidou parisiense en 2008 parece en cierto modo timida en su
propuesta (Alizart 2008). Mostrar que el arte profano del siglo XX
arrastra la memoria, por tenue que fuera, de lo sagrado, lleva a
buscarlo en formas secularizadas con la intencion de contradecir el
diagnostico weberiano; pero al mismo tiempo lo mantiene porque lo piensa
como "escoria" dentro del proceso creativo contemporaneo,
precisamente como "resto," "huella" de una etapa
anterior superada. Aqui se parte de la idea que la separacion entre lo
"moderno" y lo "sagrado" nunca ha dejado de ser
porosa en lo que respecta a la produccion de imagenes.
El estudio de "arte religioso" latinoamericano debe
ampliar su enfoque mucho mas alla del catolicismo, para incluir las
creencias que han marcado los ultimos 50 anos de pintura religiosa, en
particular las afroamericanas (desde Wifredo Lam y los pintores
haitianos hasta los afrobrasilenos como Mestre Didi, Rubem Valentim o
Jorge dos Anjos), a menudo realizadas por artistas creyentes, y las
religiones indigenas, amen de los nuevos cristianos, incluyendo a
pintores ateos como Diego Rivera pintando rituales prehispanicos o Jose
Clemente Orozco, iconoclasta pintor de un Cristo destruyendo su cruz. En
el caso de Vivian Scheihing nos interesa unicamente el catolicismo,
herencia colonial contrarreformista que Jose Donoso describe de modo
espeluznante en El obsceno pajaro de la noche, si bien la obra de
Scheihing podria definirse como un sismografo que registra estados no
solamente relacionables a esta religion. Mas alla de la forma especifica
que adopten sus visiones, aqui importa que, en lugar de la distincion
tan marcada entre la historia y el espacio profano y lo sagrado, estas
otras espiritualidades proponen una mayor interpenetracion de ambas
esferas. Una abertura que hace que la obra religiosa, incluida la de
inspiracion catolica, se ha vuelto un asunto de la intimidad, de lo
privado, independiente del encargo publico ylas instancias que velan por
la ortodoxia de la representacion.
Siempre han existido en las casas privadas rincones dedicados a la
veneracion religiosa, y sin duda en America Latina unas practicas poco
ortodoxas siempre han sido mas o menos toleradas por la
Iglesia catolica. El catolicismo llega al continente en el contexto
de la Contrarreforma, que ha estimulado la veneracion no solamente de
imagenes de santos, sino de imagenes en tanto milagrosas. Ahora bien,
"lo religioso" no esta en la tematica solamente. El teologo
aleman romantico F. Schleiermacher escribe en su tratado de estetica de
1831 que seria craso error deducir que la obra religiosa de los siglos
pasados se deberia a la creencia de los artistas (Schleiermacher 1996,
832). Schleiermacher establece en su tratado una articulacion tripartita
entre la reflexion (que corresponde a lo religioso), la esfera intima y
la social o politica, donde lo religioso asegura la relacion entre el
sentimiento particular individual y su representacion accesible a la
comunidad, en cuanto la actividad estetica tiende hacia la "unidad
y totalidad de la razon"--entiendase
"universal"(Schleiermacher 1996, 623). Segun Schleiermacher la
funcion reflexiva, que interrumpe la continuidad entre emocion y
expresion, es una cesura en la cual se gesta la preconcepcion de una
obra, en la cual ya empieza a ordenarse el caos de la impronta emotiva
inicial. Schleiermacher, pensador protestante, disocia pues radicalmente
lo religioso de lo emotivo que es la fuente de la representacion. Al
mismo tiempo descarta la isotopia entre la emocion inicial y su
expresion, separando la emocion del artista en tanto individuo de su
representacion en la obra final.
De esta definicion muy amplia de "lo religioso" se deriva
la posibilidad de que el sentimiento se proyecte sobre otras esferas en
principio consideradas fuera del ambito de la religion como tal;
incluye, ademas, la posibilidad de que el arte ocupe el lugar de la
religion en tanto sistema de conocimiento, intronizando, hacia fines del
siglo 19, la "religion del arte," cuando la fe (o por lo menos
la institucion) entra en decadencia. La relacion privilegiada de la
imagen--de toda imagen--con la esfera de lo sagrado, con lo invisible
que materializa y representa, ha sido observada por gran parte de los
historiadores y filosofos del arte, en particular los que reflexionan
sobre su capacidad persuasiva junto a su funcion cognitiva. (2) Quizas
la mayor cercania hoy entre las esferas antes claramente separadas por
las instancias eclesiasticas velando por su rol de intermediarias entre
sus feligreses y lo divino, permite enfocar a la obra artistica como
termometro de la vigencia del sentimiento religioso. En su diccionario
de terminos de arte, Seemann escribe que "la religion se impone
cada vez que la experiencia de una causa inaccesible orienta la conducta
del individuo, hecho que se manifiesta ante todo en situaciones de
crisis (nacimiento, pubertad, copula, cambio de empleo o migracion,
muerte), que se superan gracias a la vivencia de una fuerza superior que
se supone trasciende la rutina cotidiana y la funcionalidad". La
catarsis es provocada por la vision o audicion de una causa vivida como
"sagrada" por ser inexplicable (Seemann 2001).
Vivian Scheihing, pintora chilena hoy instalada en Paris, si bien
no ha tenido nunca proyecto alguno de pintar obra "religiosa,"
es una artista fuertemente atraida por los estados de videncia y de
trance (sin duda hecho bastante comun entre artistas) que ella trata de
captar en su obra, definida por ella como "suenos reales." (3)
No se pretende aqui detectar en ella, que es atea, "creencia"
pero si sentimiento religioso. Tal sentimiento, en el sentido que le da
Seemann en su diccionario, esta presente como la sombra que proyecta el
cuerpo, una sombra espasmodica, suerte de alter ego del artista que
despierta en las experiencias liminales que expresa o recrea
incansablemente.
En lo que sigue estudiare varias series de obra grafica donde
precisamente aparece la intimidad de la artista con esa dimension
oscura, "cegada por la memoria terrorifica de las catastrofes"
de su pasado (4) a la que su obra intenta dar forma. Una vida sobresaltada por cierto: cuando el golpe militar de 1973, la entonces
asistente de Francisco Brugnoli y de Jose Balmes, director de Bellas
Artes de la epoca, se exilia junto con su marido, primero a Berlin,
luego a Londres y Nueva York, antes de parar en Paris--una verdadera
odisea por las capitales del otro lado del mundo que conduce a una
creacion solitaria, a menudo desesperada. La obra pasa pues de la
tematica politica expresa, incluyendo pintura mural de acuerdo con la
agenda de la Unidad Popular bajo el gobierno de Allende, hacia el sueno,
la memoria, la exploracion de la vida interior. Estilisticamente,
evoluciona hacia una pintura de signos, sin abandonar la figuracion. En
los anos 90, a falta de medios, se dedica cada vez mas a la composicion
de cuadernos, campo de experimentacion y a la vez espacio de confesion,
integrando a menudo textos--poemas en prosa--que comentan tanto el mundo politico y social como sus lecturas poeticas. La obra monumental con
tematica religiosa no ha desaparecido del todo. Incluye numerosas obras
donde figura en lugar central la cruz, o la crucifixion, asi como varias
Anunciaciones (tradicionalmente del nacimiento o de la resurreccion de
Cristo) y un motivo encontrado en Giotto, conocido desde el siglo 9 y
que posee una larga tradicion en la historia de la pintura occidental:
Noli me tangere, Cristo negandose al contacto con Maria Magdalena por
definirse como imagen, no como objeto de este mundo. (5)
Me concentrare en los cuadernos, donde lo religioso se inserta en
la practica cotidiana permitiendo asi evitar la tentacion de
lograndioso. (6) Cabe el primer lugar al Cuaderno Dante, de 1992, por su
condensacion de las tematicas fundamentales de la pintora: el viaje y el
encierro, la esperanza y la condena, pero sobre todo los estados
intermedios, que serian del registro del Purgatorio. Otros tres
cuadernos estan dedicados al motivo de la cruz y las crucifixiones
(Scheihing escribe: crucificcion), entre los que sobresale el Cuaderno
Volterra, serie realizada en 1993 durante un viaje a la Toscana y
particularmente intensa debido al tema de la deposicion, de larga
tradicion pictorica en Europa igualmente. Volterra, al mismo tiempo,
conecta con la cultura etrusca y su culto a la muerte, las urnas de
cenizas, y la celebre escultura filiforme llamada "Ombra della
sera," una estatua votiva que anticipa por cierto la obra de
Alberto Giacometti. Incluyo un cuaderno dedicado a los Angeles y otro al
Elogio a los Santos; el ultimo, no terminado, enfoca a Sor Juana Ines de
la Cruz. El Elogio a los Santos y el el proyecto sobre Sor Juana tratan
de "Vidas ejemplares": por un lado la monja y mayor poeta
mexicana de la epoca colonial, y por el otro, un linbro frances barroco
recogiendo las biografias de unos santos en su mayoria no reclusos, de
modo que entre los personajes que Scheihing agrega a la lista destacan
personajes como el Che Guevara y Salvador Allende, santos mundanos
contemporaneos.
La iconografia de estas series recoge lo esencial del lenguaje
signico de la artista, si bien aparezca el collage en Elogio a los
Santos y el cuaderno dedicado a Sur Juana, tecnica por lo demas
utilizada ya anteriormente. En el Cuaderno Dante se reconocen facilmente
los cuerpos femeninos esquematizados, las puertas vacias, los conos que
significan montanas, las cercas de Valdivia, su ciudad natal, las
ventanas, las rutas y caminos; la hoja, el tronco con ramas desnudas.
(7) Interesantemente, apenas se representan personajes (ni siquiera los
seres humanos, los guias como Virgilio o Beatrice), y si los hay no
figuran sino sus contornos huecos, siluetas transparentes, mas bien
fantasmagoricas o truncadas. El mismo signo de un cuerpo femenino
anonimo, incierto y torturado, se utiliza tambien para los angeles, en
el cuaderno eponimo. En Volterra, serie que se concentra mas en el
motivo de la crucifixion y la tradicion que arranca con Giotto, pintor
admirado entre todos por Scheihing, estas mismas formas vuelven a
aparecer: la femenina, acostada frente al crucifijo, muy similar a los
sarcofagos egipcios que utilizaba tambien la cubana Ana Mendieta. En el
cuaderno Angeles predominan los conos, las puertas y entradas a cuevas
cegadas, escaleras y suelos en vibracion; en Cuaderno de la
desesperacion, en formato poco comun porque horizontal muy estirado, se
observan las mutaciones de los peldanos de escaleras, o travesanos de
vias ferreas, que se convierten en espinas, los apoyos volviendose
instrumentos punzantes.
En esta ultima serie el sentimiento invade totalmente el paisaje,
como en la pagina 15: sobre una ola gigantesca bailan, o zangolotean,
unos barcos, arboles, montanas, mientras que la voluta final de la ola
se pliega a un nubarron estriado de rayos-espinas blancas. El registro
emotivo es el del Diluvio biblico asociandole el terremoto, experiencia
chilena fundadora tambien de la infancia de la pintora en 1960, cuando
la ciudad de Valdivia fue victima del mayor seismo jamas registrado.
En la serie dedicada a los mensajeros del mas alla, estos brillan
mas bien por su ausencia, aunque los espacios parecen habitados como de
su cercania. Los escenarios son umbrales que conducirian a una presencia
ominosa siempre inasible e irrepresentable en si, aludida a traves de
una serie de objetos simbolos como el telon o la puerta que a la vez dan
acceso y lo vedan. En el numero 12 del cuaderno Angeles se ven algunas
variantes de esta ambigua relacion a la mostracion, es decir el
escenario vacio que lleva a otra zona in visible, inaccesible o
prohibida. A la izquierda, el cuadrilatero de una puerta, en muchas
obras simplemente negra, a su lado las "entranas" luminosas de
un cono. A su derecha se encuentra una escalera que sube fuera del
espacio representado, aludiendo al episodio de Jacob. La referencia
lleva a la zona dudosa del sueno, a la cual se accede a traves de estos
dibujos. Son hipnagogicos mas que fantasmagoricos porque conducen a la
memoria que en estas imagenes se condensa sometiendose a los procesos
traslaticios analizados por Freud. Si el volcan, aludido por el cono,
parece interpretacion azarosa, resulta evidente la division del espacio
en una zona inferior ondulante llena de escombros flotando sobre fondo
negro y una zona superior vertical, del mismo fondo negro; supone un
doble movimiento tanto de elevacion como de descenso, el punto de vista
ubicandose a la altura de los escombros. Este marasmo es zona
infranqueable para el observador que aspira llegar a una de las salidas
lejanas; parece como si los escombros fueran los restos de escaleras
rotas, pues las barras de la escalera en posicion vertical se repiten en
las estrias verticales y diagonales encima de las formas fantasmales del
"suelo".
[FIGURA 1 OMITIR]
[FIGURA 2 OMITIR]
De la figuracion de montanas, escaleras, puertas, ya clasica en la
obra de Vivian, se alejan el Elogio de los Santos (8) y los cuadernos
dedicados a Sor Juana. Destaca en las dos series el uso del texto, y al
mismo tiempo, de imagenes ready-made. En el primero, aparecen citas de
ciertos pasajes de la obra de Sor Juana, no necesariamente sacados de su
poesia mistica barroca sino del celebre poema sobre los hombres necios
donde la poeta discute la relacion entre los sexos; en el otro caso, las
paginas arrancadas de un libro frances publicado en 1661 marcan el
centro de la pagina, alrededor del cual la artista escribe a mano su
propia plegaria. Esta serie dedicada a los santos tiene como base un
papel grueso negro, sobre el cual destaca el uso del oro. La
intervencion pictorica es muy reducida, debido a la tecnica del collage
sin duda, pero no solamente: la artista agrega otro texto manuscrito,
escrito de abajo hacia arriba, que realzan apenas unos pocos simbolos
graficos, como la espiral y dos alas de angel emergiendo de ambos lados
de la hoja. El tema es la virtud, perfeccion del ser humano que
conduciria a la santidad: la cual no se menciona. La relacion a lo
sagrado es ambigua, pues "citar" una imagen venerable,
sacandola de su contexto, abre una distancia frente a ella, si bien el
rezo restituye su caracter. Pero no hay aureola ni retrato del santo. El
elogio formula un deseo, mas bien una exigencia que no se dirige hacia
un mas alla. El concepto de solidaridad, extemporaneo a la letra
impresa, remite a la dimension politica intrinseca de la virtud.
A su vez, el cuaderno sobre Sor Juana se distingue por su empleo de
elementos kitsch, al utilizar una serie de calcomanias con retratos de
Santos, de tamano tan pequeno que el personaje venerado, colo cado en la
linea mediana de la parte superior de la pagina, se vuelve lejano, mas
alejado que si estuviera en un retablo. Asi se establece una distancia
que la intimidad tiende a romper. En su conjunto el cuaderno--no
terminado por cierto--resulta menos coherente que los demas por la
heterogeneidad de las retoricas empleadas. Oscila entre tecnicas
clasicas como el pastel, y el collage, es decir la combinacion de
materias baratisimas como las calcomanias sulpicianas catolicas, de un
kitsch insuperable por lo demas, con el uso de la plata y el oro,
materias puras y al tiempo que son signos de riqueza y de sacrificio. De
paso son huellas de la epoca colonial, a la cual corresponderia tambien
el libro frances utilizado para el Elogio a los Santos.
[FIGURA 3 OMITIR]
[FIGURA 4 OMITIR]
En este cuaderno resulta particularmente dificil distinguir entre
la experiencia religiosa y la profana, transformada en sagrada. Podria
objetarse incluso que Los versos profanos de Sor Juana no tienen por que
aparecer en el contexto religioso. Sin embargo, el conjunto abarca dos
esferas: por un lado las imagenes "puras" dedicadas a motivos
religiosos tradicionales (crucifixion, deposicion, los angeles) y por
otro, las series donde se combinan letra e imagen, y que incluyen lo
profano dentro de lo que se considera "sagrado." Aqui no se
puede establecer jerarquia entre texto e imagen, pues coexisten
numerosas imagenes sin texto con otras donde solo hay texto, como en el
Elogio a los Santos, y hay casos donde la letra contradice la imagen o
por lo menos introduce aspectos profanos en la imagineria religiosa,
como en uno de los trabajos terminados del cuaderno de Sor Juana:
Podria arguirse incluse que mas la tematica es
"profana"--el amor carnal--mas la imagineria tiende hacia lo
religioso, [??]lo segundo "santificando" lo primero, o lo
primero exigiendo el mismo rango que lo segundo? La Santa vivio quizas
enclaustrada, pero da rienda suelta a sus preocupaciones terrestres. En
esta esfera interlope, Scheihing exalta el kitsch, entre decorativo y
votivo, o digamos que su punto de partida es el kitsch, lo acepta y
adopta en su propia pintura, asi en el cuaderno de Sor Juana donde pinta
un corazon desmesurado del cual brota una hoja gigante (hoja 7), o como
aqui en el no. 2 el caliz, simbolo de la pasion de Cristo, alrededor de
la Sagrada Familia--separado del texto por una barra horizontal que
forma una cruz con el pie del caliz, distinguiendo otra vez entre el
mundo sublunar y la esfera celeste. En las hojas terminadas de la serie
se anuncia un universo saturado de objetos como son coronas, corazones
gigantes, flores y astros, las mismas imagenes ya siendo corazones, como
en la ilustracion 4, o contenidas dentro de formas vegetales u ovalas, o
cuando rectangulares, protegidas por ricos marcos dorados de angulos
suaves, por asi decirlo son todas desanguladas. [??]En que medida la
artista se distancia, se identifica con esta modalidad, bastante
inusitada en su obra? [??]Como pensar la relacion entre collage y
kitsch? [??]como concuerda el texto de Sor Juana, que no pertenece
precisamente a la esfera popular, con esas vinetas que se compran en
cualquier baratillo de la capital chilena? La relacion a lo popular es
ambigua como el manejo de las citaciones. Scheihing es expresiva--cuando
su paso por Estados Unidos se intereso de cerca por el expresionismo
abstracto--pero generalmente no dada a la exhibicion teatral,
consustancial de lo cursi. En este sentido se parece a la pintora
mexicana Maria Izquierdo, que en sus altares de muertos y alacenas
utilizaba el arte popular mexicano para expresar sus propias angustias y
penas; mas que las circunstancias alegres son las desgracias que la
incitan al empleo de formas ritualizadas para canalizar el sentimiento.
Scheihing convierte el sufrimiento en espectaculo al borde de lo kitsch:
la Sagrada Familia irradia el conjunto, si bien la pobreza de los
elementos alrededor contrasta con la perfeccion y lujo de la vineta.
[FIGURA 5 OMITIR]
Un indicio sobre la intencion subyacente puede ser el tratamiento
de la simetria, manifestacion de la coherencia del mundo. En Versos
profanos y Elogio a los Santos y, la pintora tiende a acentuar el
desfase entre los materiales de base para los collages (las calcomanias
y los tapices dorados de oro y plata en el primer cuaderno, las paginas
arrancadas del libro barroco en el segundo) y los motivos o pattern y
textos que ella agrega. Estos son excrecencias, desbordamientos que
desestabilizan la armonia que posee el objeto central; en el cuaderno de
Sor Juana, este desequilibrio esta "planeado": las hojas sin
terminar muestran el tapiz central y 5 cuadrados rojos puestos
alrededor, tres de un lado y dos del otro, cuatro vienen puestos sobre
una punta y uno siempre aplomo. Maria Izquierdo oscila entre la cita de
la alacena, composicion serial, y una composicion simetrica alrededor de
un altar domestico central, la cual seria apropriacion de las
creenciasque sustentan el genero como tal, de modo que se establezca un
equilibrio perfecto entre el sentimiento individual y el colectivo, el
ultimo siendo molde para el primero. En Scheihing, este equilibrio esta
en constante peligro. En rigor, no hay necesariamente oposicion entre lo
popular y la "alta" cultura a la que pertenece Scheihing de
por su formacion y trayectoria. La experiencia individual brota de, o se
inserta en un fondo cultural, aqui la cultura popular latinoamericana.
Ahora bien, al echar mano de la imagen votiva, le quita la funcion de
dar las gracias para quedarse con el solo testimonio de sus angustias.
El collage de Scheihing no indica analisis, fragmentacion de los
elementos iconicos y distanciamiento del mismo genero como tal, sino un
deseo intenso de integracion, de superar las barreras existentes.
Podriamos arguir que mas violenta les a combinacion entre lo popular y
su estetica personal, mejor indica la necesidad de ubicar, exaltandolas,
las tematicas vivenciales, profanas, dentro del molde de pintura
religiosa, ententida esta en el sentido de Schleiermacher.
Si Scheihing, en lugar de tenerla como objetivo, parte de la
fragmentacion--del individuo, de la fe, de los edificios
ideologicos--sus obras justamente al extraverter el dolor interior
exploran subrayandolas las multiples facetas de este tipo de imagenes.
David Freedberg senala como la clasica reticencia occidental ante la
imagen evita la representacion visual de lo divino, envolviendola en una
serie de precauciones para evitar la idolatria (Freedberg 1989).
Scheihing respeta esta cautela en sus grandes formatos, donde nunca
recurre a la imagineria popular. Asi tambien en el cuaderno de los
Angeles, donde no es visible ninguno, y en particular en las
representaciones de la crucifixion, tema al que se dedica el cuaderno
Volterra. La serie parte de la obra de Cenni di Francisco pintada en
1410 que la pintora pudo ver durante su visita en 1992, pero el Cristo
esta ausente aqui. Pegada al final del cuaderno, la tarjeta postal con
la reproduccion de esta obra, indica que su tema es la leyenda de la
cruz, surgida por incitacion de Santa Helena que habria exhortado a su
busqueda en Tierra Santa. La leyenda asocia el motivo del "Arbol de
la vida"--motivo paradisiaco--con la cruz, que a la vez simboliza
el sufrimiento y la redencion. La crucifixion permite exaltar la
compasion por el destino del hombre y la misericordia de Dios hecho
hombre, pero tambien el "sacrificio ritual" que Scheihing
menciona en su texto para la coleccion de la Universidad de Essex. (9)
Ahora bien, mas la pintora se acerca al motivo, mas el dibujo se vuelve
abstracto, y rudimentario:
[FIGURA 6 OMITIR]
El formato acentua la barra horizontal de la cruz, poniendo en
alternancia el blanco y el negro. Hacia el cruce con la vertical se
aparece una turbulencia de lo negro que desborda la anchura de la barra;
alli donde deberia aparecer la vertical se mezcla con el blanco de tal
modo que se borra totalmente la nitidez de los contornos. La cara que
deberia ubicarse en esta zona se evanesce. O quizas es reemplazada por
tres formas como de hojas, dos de ellas translucidas, de las cuales a
penas son distinguibles las puntas inferiores, excepto la blanca a la
derecha. Si bien cabe recordar que junto a Cristo fueron crucificados
dos ladrones, estas "hojas" son partes importantes del acervo
de signos de la artista, incluyendo labios y genitales, hojas y barcos
indicando, en sentido abstracto, un receptaculo. En otra imagen de este
cuaderno, la figura que aparece en el lugar del cuerpo de Cristo se
parece a una ramita de madera seca torcida, si bien el color es azul. En
Volterra no. 2 la negacion de la figuracion es quizas mas radical. A
traves del lenguaje simbolico de la artista, las angustias subjetivasal
externarse no se apropian el icono del sufrimiento humano por
antonomasia, despojado de sus atributos masculinos.
Tambien Elogio a los Santos manifiesta mayor economia en el uso de
la imagen, apenas presente a traves de unos pocos signos. Aqui se tejen
unas relaciones bastante complejas principalmente entre dos textos--el
de 1661 y el texto de 1998--entre elogio pasado y plegaria actual,
cuestionando el mismo principio del palimpsesto en la medida en que la
pintora no se contenta con la superposicion de diferentes capas
temporales: la empresa consiste en quitar el polvo que se ha acumulado
con los anos. En la primera pagina, dedicada a una santa anonima, raza
el texto del libro: "Sacrement a ceux qui n'en auoient pas
trop la foi (consagracion para quienes no tuvieran fe suficiente)."
A continuacion se cuenta que, al morir la santa en cuestion, aparecio
encima de su monasterio una estrella, y posteriormente su feretro siguio
realizando "milagros, testimonio de una gran santidad." Se
intuye pues una suerte de santidad profana, una armonia posible entre
las virtudes humanas y la esfera sagrada: existen, como dice el texto
escrito a mano, "hombres milagrosos" que se distinguen por sus
virtudes. Al lado de Salvador Allende (su nombre lo predestina) menciona
al Che, "heroe de este siglo" debido a sus virtudes
cristianas, en particular su lucha contra la injusticia. En los demas
folios de esta serie se establece un repertorio etico digno de
enaltecerse, a traves de personajes o acontecimientos historicos: la
solidaridad (contra y a favor de las razas, il. 3); ayuda a los
desplazados y los refugiados, los sin casa y los excluidos, como en el
folio de Saint Ermelan. Milagro es que tales seres existan, si se mira
la memoria de las catastrofes historicas del siglo 20 y epocas
anteriores: las guerras religiosas, la opresion de los indios en el
Peru, las tiranias, la guerra de independencia en Argelia; Salvador
Allende se invoca en varios folios, y en el folio de Saint Phocas,
escribe la pintora que el pueblo chileno estuvo "sumido en la
oscuridad" bajo la tirania de "Pinochet abyecto." Es
significativo que alguna vez aparezca la inscripcion "por las
guerras injustas, por las guerras justas": el cuaderno es a la vez
ruego y lista de iniquidades. Completando el panorama, agreguemos que en
Volterra figura--otro collage--un rezo a Santa Rita, "abogada de
los imposibles" (la gran virtud de la Santa consistia en ser capaz
de amar al enemigo).
El otro, el amor, la ausencia
Una de las entradas en Elogio a los Santos evoca las madres,
rogando por un "siglo de amor y ayuda entre los sexos," tema
que aparece de nuevo en el cuaderno dedicado a Sor Juana. La poesia
religiosa de Sor Juana no aparece; en la ilustracion 5, la pintora
reproduce los primeros versos de En que describe racionalmente los
efectos irracionales del amor jugando con la ambiguedad entre amor
divino y amor profano. Del suelo brotan ramas, el caliz pequeno esta
inserto en otro mayor, coronado de triangulos como espinas o puntas de
flor. De modo que hay como una indefinicion entre dos polos opuestos,
entre la muerte, la transitoriedad y la fecundidad, esta ultima siendo
el tema de la vineta pegada al interior del caliz, que representa la
Sagrada Familia. El folio, entre los poco terminados, es interesante
tambien porque muestra la problematica del lenguaje frente a la imagen,
ambos completandose en este caso.
Las demas ilustraciones de la serie recogen cada una alguna estrofa
o dos del celebre poema satirico contra los "hombres necios"
que en las mujeres acusan lo que causan, concentrandose en los versos
que evocan la resistencia femenina a los avances masculinos y su final
rechazo. Sin embargo, entre las calcomanias la presencia masculina es
masiva--sobre todo entre las paginas no terminadas. Por consabida que
sea esta iconografia, merece la pena mirar de cerca para constatar que
estos hombres santos--Cristo, San Juan Bautista, San Benito--estan todos
como en actitud de rapto mistico; muestran sobre el pecho su corazon
desmesurado y aureolado o llevan en sus brazos al nino Jesus. El joven
sonrosado, el padre de familia, el hombre sincero y entregado: todos
ellos representan lo contrario del macho abusador, egocentrico. Sus
posiciones no se distinguen de las santas.
El rapto mistico es quizas lo que mas nos aleja de los amores de
este mundo sublunar. En estas vinetas no se ve el milagro, se ve el
santo: la persona extatica, fuera de si misma, viendo lo que no esta
representado en la escena, contrariamente a la tradicion hispanica y a
la imagen votiva. Se percibe la ausencia, el mas alla como ausencia. He
aqui la sabiduria de estas imagenes minusculas, tan distantes y tan
intimas al mismo tiempo. En las hojas no terminadas, donde solo figura
la calcomania pegada sobre el tapiz dorado, es la pintoraespectadora que
se convierte en objeto de la mirada del personaje sagrado, representado
y presente a traves de su imagen, mostrado en la pose de mostrar sus
estigmas, de modo que somete a la feligresa a la prueba de su herida y
de su mirada, y en fin, la confronta a su propio deseo de ser mirada
(venerada o amada): todavia la pintora no ha "contestado" la
imagen que ella ha pegado en el cuaderno, no se ha rodeado de los
atributos que la protegeran (Mitchell 2005).
In fine, si las resonancias religiosas en la obra de Scheihing son
tan evidentes es que la pintora no concibe diferencia, aunque solo fuera
en el grado de su intensidad, entre experiencia religiosa y estetica.
Ambas son experiencias de la ausencia, particularmente dolorosa con
respecto al amor y la paz (la no violencia) entre los sexos. Experiencia
similar, la politica alcanza dimension entre mesianica y apocaliptica
porque los actores, ejemplares, son fundamentalmente martires que deben
interceder a nivel de la vida cotidiana. Hay un vaiven constante entre
una y otra esfera, por esto la imbricacion iconografica en estos
cuadernos. Cercanos a la escritura de un diario, sismografo de la esfera
intima, los permea sin embargo un aura de lejania irremediable. Se ha
escrito muchisimo sobre el cuaderno de Frida Kahlo, quizas justamente
porque no llega a nivel de obra de arte, demasiado inmerso en la
experiencia cotidiana. Al contrario, los cuadernos de Scheihing son
verdaderos "retablos portatiles," un dialogo con los grandes
artistas y escritores que exploraron los confines de lo visible: con
Giotto y Dante, cuya obra medita sistematicamente. En el cuaderno sobre
la Divina Comedia se puede ver como el Purgatorio, el Infierno y el
Paraiso, las tres esferas, comunican entre ellos en la vida diurna y
nocturna. Pero varias hojas no llevan titulo, dejando abierto a que
espacio refieren; el no. 14, se llama "Angel y diablo," sin
aludir a la lucha entre ellos, y sin decir quien es quien. En los demas
dibujos (un total de 33) es cuestion de invierno o bien de "arboles
en el purgatorio," en una interpretacion siempre muy personal de la
artista, y de la ruta que conduce hacia alli; del infierno se mencionan
el obligado fuego, el pecado original, los demonios, pero tambien puede
existir "arbol de infierno" (no. 1). Del paraiso se pintan los
suenos que lo imaginan, una siesta (no.13), dos variaciones sobre su
entrada: en ambos casos, la puerta no se traspasa, el no. 21 la ve
cerrada como cerrada por una espiral, o una telarana. El Paraiso se
entreve, pero resulta inaccesible. Es el pais de la memoria infantil, de
la inocencia, pais del cual, como dice la pagina 25, solo subsisten
"fosiles."
[??]Que nos aprende este viaje a traves de la imagen sobre las
mutaciones de la experiencia religiosa a principios del siglo XXI?
Quizas nada nuevo para el antropologo--[??]por que seria de otro
modo?--a no ser que confirman que aqui se reconocen algunas evoluciones
en el comportamiento religioso contemporaneo. Sin embargo, para el
historiador del arte siempre es util meditar la reflexion de Friedrich
Schleiermacher que, si "la imagen al salir de la imaginacion se
convierte en arte, y si la religion es el modo original del
conocimiento, entonces el arte es para la religion lo que el lenguaje es
para el conocimiento" (Schleiermacher 1996, 620). Segun el inventor
de la hermeneutica, lejos de "reflejar" las practicas, la
imagen es herramienta del conocimiento. Ahora bien, una herramienta
bastante dudosa, pues mas el artista se adentra en los vericuetos de su
psicologia individual, mas se aleja de los codigos de la cultura a la
que pertenece, reparo que hago con respecto a la validez del
universalismo que Schleiermacher presupone. Los "fosiles" del
Paraiso, tal formula excede con mucho el molde de la cultura popular que
Scheihing va explorando, para finalmente tener que desalojar este
segundo paraiso artificial, por eso su obra resulta tan inquietante. En
ultima instancia, cuando "lo religioso" tal como lo concibe
Schleiermacher reemplaza "la religion," es decir la fe
institucionalizada, efectivamente el arte ter mina por permearla a su
vez; porque el arte es capaz de dar status a la "experiencia
interior" de Georges Bataille.
Quisiera argumentar que la imagen en la obra de Scheihing no es
tanto emanacion del mas alla como indagacion de la soledad--emanacion
del deseo de superarla. Las santas y santos coleccionados por Scheihing
son imagenes ejemplares en la medida en que su finalidad es, para hablar
con W.J.T. Mitchell, cobrar vida. La relacion que la artista establece
con ellos es la que definio Levinas en su filosofia del otro como
encargo y responsabilidad para el yo, exigencia etica que precede toda
fenomenologia y, por supuesto, toda estetica. La presencia humana en
estos cuadernos apunta hacia esa zona sagrada que sigue inaccesible. En
el fondo, la cuestion sobre si el kitsch es mera cita o si su uso indica
la seriedad con que Scheihing aborda la tematica religiosa deja de ser
pertinente, tal como la tesis modernista de que lo religioso o lo
mistico seria mero disfraz de preocupaciones mas bien terrestres, desde
las preocupaciones sociales hasta el deseo erotico. Schleiermacher
permite pensar "lo religioso" como dimension que no esta
renida con la practica artistica contemporanea. El arte no lo sustituye,
ni lo arrastra apenas como huella; ni tampoco "lo invade" o
"subvierte," porque no son modos de pensar o sentir opuestos
que se excluirian mutuamente, historicamente o ideologicamente. (10) El
arte, en todo caso en la obra de Scheihing, apunta hacia la presencia de
lo sublime. En estos cuadernos la artista lo explora sin distingos en
sus diversas manifestaciones, desde el arte popular y el kitsch hasta la
evocacion de lo invisible en las pinturas de la tradicion
"culta."
Notes
(1) Jose Jorge de Carvalho recoge el diagnostico de
"reencantamiento" formulado por Morris Berman en 1981 para el
espacio publico de la postmodernidad--periferica o no--si bien se puede
preguntar si jamas el mundo haya sido liberado de sus dioses o demonios
por el solo acto de fe--fe en la ciencia, fe en el progreso debido a la
ciencia (entendida como rival de la fe religiosa), fe en la razon humana
(enemiga tanto de los dioses como del inconsciente humano).
(2) Vease David Freedberg, en su gran estudio sobre el poder de las
imagenes, pero tambien a J.W.T. Mitchell y a Hans Belting, para solo
citar a algunos estudiosos actuales.
(3) Texto de 2004 para la Universidad de Essex, en cuya coleccion
de arte latinoamericano, (Escala) esta representada:
"In my work are interior landscapes, charged with memories of
Valdivia, the city I was born in the south of Chile surrounded by
mountains and volcanoes. Sand, fences, doors closed, an array of
flowers, leaves, plants, weed, trees without branches, spines, spirals,
vipers and lizards, among others, are essential parts of my works,
traces found on my lost ways.
I admire the colorito of quattrocento painting, and the painter I
feel closest to is Giotto. Many of my paintings are red because they
refer to the interweaving of life and death, bleeding and passion, rage
and ritual sacrifice; my ochres indicate a deeply rooted obsession with
earth. Black represents nothingness, it is the strongest force in my
paintings: in my case, the process of painting has its starting point in
a darkness, blinded by the terror of a memory buried in the catastrophes
of my past, a nightmare made of a deep dark forest and a swamp. I am
surprised when I perceive the far away light of my internal city made of
dreams and reality. At that moment I can start to visualize the path so
as to give form to elements that I will bring into reality.
My works are my real dreams; they are the magic that wakes up the
illusion of the dreams of reality, the assumption of the ideal. Beyond
the threshold of the unknown lies perhaps my 'paradise lost.'
It may be a reference to my childhood, nostalgic and painful at the same
time. In my inside nests the chaos of my spirit that gives form to my
work. I never know if what emerges from my inner me is real or not, if
it is part of my memory at all or a hidden moment of my real life.
Abstraction in my painting comes from real subject matter; it gives form
to strong emotion, anguish, sadness and sometimes happiness. I
don't succeed in understanding this unknown region. If one day I
find the meaning, I will stop painting."
(4) Ver nota anterior.
(5) Aqui una serie de obras en 1988, 3 Noli me tangere, de formatos
variados: desde 55 x 43 cm hasta 120x150 cm, pasando por 73 x 60 cm; en
1992, pinta San Francisco recibiendo los estigmas (dimensiones no
comunicadas). En la retrospectiva en Bellas Artes, Santiago de Chile
2001, se encuentra otra obra del mismo titulo, un poliptico de 195 x 520
cm, amen de una Cava, 2001, 180 x 200 cm, un Limbo, 2001, 195 x 130 cm,
una Annonciation, 2001, 200 x 180 cm y un Avernus, 200 x 180 cm. La
referencia a las grutas y los mundos subterraneos frecuentes en Giotto
fue uno de los leitmotiv de esta importante exposicion, la mas
importante de la artista en Chile desde la transicion democratica. Este
regreso, sin embargo, no se hizo sin reservas. Las obras recordaron
tanto la epoca de la dictadura como su propio exilio. En particular la
obra mayor de la exposicion, segun escribe Scheihing en su
correspondencia conmigo, Noli me tangere, significa que "estoy aun
en el medio de dos mundos. Que fue mi idea como lo que yo siento como
exilada ya que los chilenos no quieren a la gente que quedo afuera de
Chile." Sobre "Limbo" explica en el mismo mensaje, nombra
a esos cristianos ninos,inocentes, que fueron muertos por la dictadura,
sin bautizar (en el limbo segun la tradicion catolica van las almas de
los ninos que mueren sin bautizar) es en todo esto que creen muchas
gentes catolicos de Chile y que a la vez fueron torturadores; La Cava
recuerda las fosas communes de las victimas de la dictadura.
(6) Ver la lista de obras utilizadas al final del articulo.
(7) Chr. Singler: "A lo largo de la espiral. Notas sobre la
pintura de Vivian Scheihing." Texto para la exposicion monografica
en la Galeria de la Universidad Catolica de Temuco, Chile.
(8) San Jose, San Benito, Santa Catalina, pero tambien algunos mas
oscuros como "Saint Phocas."
(9) Ver nota 7.
(10) Recuerdese el argumento de Vilem Flusser diciendo que "el
arte no es una forma de ritual, sino que el ritual es una forma
artistica." En Gesten. Versuch einer Typologie. Dusseldorf,
Bollmann 1991, 216 (Gestos. Tentativa de una fenomenologia). No hay
espacio aqui para abordar la relacion entre arte y ritual, aspecto que
merece otro ensayo.
Obras de Vivian Scheihing
Cuaderno Dante, 1992, pastel seco, 24 x 24 cm Cuaderno Volterra,
julio de 1992, 18 dibujos, pastel gras, 17 x 15 cm. Serie Angeles, 1996,
17 dibujos, 33 x 25 cm, tecnica mixta (carboncillo, pastel seco sobre
pintura acrilica)
Cuaderno Elogio a los Santos, Paris 1998, collage y texto,16 hojas
sueltas de 22 x 19 cm; basado en De Ceriziers, Eloges sacrez, La vie des
Saints, de 1661. Comentario de la artista: "Cuaderno negro en el
cual yo incorpore textos y vinetas sobre la vida cotidiana, politica,
social etc"--correspondencia con el autor.
Cuaderno Versos Profanos de Sor Juana de la Cruz,, 2001 o 2002, 30
paginas, 32, 5 x 26 cm
Cuaderno de la desesperacion, 2003, 23 hojas, tecnica mixta, 26 x
70 cm
Obras Citadas
Alizart, Marc. 2008. Traces du sacre. Paris: MNAM 2008. Belting,
Hans. 2001. Bild-Anthropologie. Entwurfe fur eine Bildwissenschaft.
Munich: Fink.
Burity, Joanildo A. 2008. Religiao, politica e cultura. Tempo
social, revista de sociologia da USP 20.2: 89-113.
Carvalho, Jose Jorge de. 2000. An enchanted public space: Religious
plurality and modernity in Brasil. In Through the kaleidoscope. The
experience of modernity in Latin America, edited by Vivian Schelling.
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Berman, Morris. 1981. The reenchantment of the world. Ithaca:
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Deacy, Christopher, and Elisabeth Arweck. 2009. Exploring religion
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Elkins, James. 2004. On the strange place of religion in
contemporary art. New York: Routledge.
Elkins, James and David Morgan. 2009. Re-enchantment. New York:
Routledge.
Freedberg, David. 1989. The power of images: Studies in the history
and theory of response. Chicago: Chicago University Press.
Frerot, Christine. 1996. Materias, memorias. 10 artistas de America
Latina. Deputacion de Pontevedra.
Gauchet, Marcel. 1985. Le desenchantement du monde. Paris:
Gallimard. Mitchell, W. J. T. 2005. What do pictures want? The lives and
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Schleiermacher, Friedrich. 1996. Schriften. Francfort: Deutscher
Klassiker Verlag.
Seemann, E. A. 2001. Diccionario de arte. Berlin: Digitale
Bibliothek.
CHRISTOPH SINGLER
Universite de Franche-Comte, Besancon, France