摘要:Aunque no suela aplicarse a Gabriel Marcel el título de “primer fenomenólogo francés”, su original estilo de reflexión y su personalidad filosófica supuso un importante estímulo para la joven generación de filósofos que inició su andadura en Francia alrededor de 1930, como es el caso de Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau Ponty, Paul Ricoeur o Emmanuel Levinas. En este artículo se pone de manifiesto cómo la crítica al objetivismo es uno de los puntos en los que la continuidad entre Marcel y Merleau-Ponty y el papel inspirador del primero sobre el segundo se hace patente. La crítica a la “conciencia espectadora” y al “pensamiento de sobrevuelo” tiene un papel determinante en la posición de Merleau-Ponty ante el paradigma cartesiano y en la particular selección e interpretación que realiza de los textos de Husserl. Marcel y Merleau-Ponty, en el fondo, comparten la intuición antropológica fundamental de que el ser humano, ser personal de carne y hueso, participa y comunica interiormente, en su mismo ser y precisamente en virtud de su encarnación, con aquella realidad que intenta pensar.