Region e identidad del occidente de Mexico en la epoca colonial.
Goyas Mejia, Ramon
Introduccion En general, puede decirse que el termino
"region" comporta diversos significados. Mientras que algunos
teoricos dan por sentada su existencia como entidad a priori,
independientemente de la accion humana, otros investigadores han
propuesto que se trata de una categoria por construir. El primer
planteamiento entro en crisis a raiz de los trabajos de Alfred Hettner
en 1922, y dos decadas mas tarde, con los de Richard Hartshorne, quienes
senalaron que las regiones eran "fragmentos de tierra" para
los cuales se utilizaba una gran dosis de arbitrariedad al determinar
sus limites en el espacio (Bozal, 2002). En el primer caso, el termino
se utilizo--sobre todo por los geografos--para identificar porciones
determinadas de la superficie terrestre, definidas a partir de criterios
especificos y objetivos preconcebidos. Las diferentes partes de un
territorio pueden diferenciarse en funcion exclusivamente de factores
naturales y geograficos. En el segundo, se hacia referencia a la nocion
abstracta del ambito espacial en cuyo interior el investigador ve
ciertos requisitos de semejanza y homogeneidad. Nuevas aportaciones han
ido abriendo el debate. Actualmente muchos teoricos consideran que la
region tiene sentido y existencia solo cuando en ella se asienta un
conglomerado humano que es el que le otorga forma y extension (Palacios,
1983).
En terminos de Daniel Hiernaux, la region se entiende como la
expresion de un espacio geografico particular y halla en el mismo una
garantia de unidad (Hiernaux y Lindon, 1993: 90). Como vemos, la region
esta relacionada indisolublemente con la nocion de territorio. La
creacion de un territorio, para algunos autores como Francisco Roman
Rodriguez, comienza con las intuiciones e ideas que los hombres se han
hecho de el, sin importar decisivamente la manera como las hayan
formulado o adquirido. Lo fundamental de ese paso es poner en la escena
social un territorio real o imaginario, intuido o pensado, donde pueden
llevarse a cabo multiples actividades: la obtencion de honor y riquezas,
la difusion de creencias religiosas, la ampliacion del espacio donde se
ejerce el poder, el diseno titubeante de un proyecto de sociedad
(Rodriguez, 1993: 27). Dicho concepto esta ligado estrechamente al de
territorialidad. La territorialidad es el telon de fondo de las
relaciones geograficas humanas y de su concepcion del espacio.
A partir de dicha territorialidad se senala el hecho de que la
relacion espacial humana no es neutra, la interaccion humana, el
movimiento y el contacto son formas de trasmitir energia e informacion
con el fin de afectar, influir y controlar las ideas y las acciones de
otros y su acceso a los recursos (Sack, 1991: 203). La territorialidad
se puede entender entonces bajo dos premisas: como una forma de
clasificacion y delimitacion por area, lo cual implica una forma o serie
de formas especificas de comunicacion, y finalmente por una tendencia a
reforzar el control efectivo de dicho territorio. De aqui partimos para
senalar que si bien para los geografos puede haber regiones naturales
(sin presencia del hombre), para el resto de las disciplinas humanas la
region se construye con la intervencion directa de este, y solo tiene
sentido analizarla en relacion a este matrimonio hombre-naturaleza en el
cual aunque haya alejamientos no hay divorcio. Asi, en palabras de
Daniel Hiernaux, el espacio es productor y producido (Hiernaux y Lindon,
1993: 92); entre menos tecnologia tenga el hombre a su disposicion, la
naturaleza se vuelve mas decisiva y condicionante. Este aspecto es
crucial para entender el desenvolvimiento historico de los pueblos, sus
relaciones o aislamientos, sus actividades predominantes, sus costumbres
y el vinculo con el medio que los envuelve. Por otro lado, hay quienes
plantean que en la creacion de la region, las elites juegan un papel
central. Segun esta vision, no hay que olvidar que un espacio cualquiera
es percibido y valorado de diversa manera por encima de quienes lo
habitan, y que es, por cierto, el grupo que ha logrado mayor
consistencia el que tiene una idea mas exacta de la dimension espacial,
de los recursos existentes y de las posibilidades de extraerlos (Olveda,
1994: 129). De estas ultimas caracterizaciones retomaremos elementos
para comprender los vaivenes que sufrieron el territorio y la poblacion
de la Nueva Galicia a lo largo de la etapa colonial, y, en ultima
instancia entender el porque de la division politica del occidente
mexicano luego de la guerra de Independencia.
El occidente de Mexico
El occidente de Mexico esta caracterizado por una gran variedad
ecologica, costas, llanuras, valles, montanas, lagos, o profundos
barrancos, marcan el contraste y la continuidad de un territorio en
constante cambio. En pocos kilometros se puede pasar del clima tropical
de las playas, al ambiente semicalido de la planicie o al viento frio de
las estribaciones montanosas. Desde el aire, la region seguramente se
veria como un enorme papel arrugado debido a las serranias que la cruzan
en casi todos sentidos. La Sierra Madre Occidental es quizas el mas
importante espinazo de montanas que recorriendo de noroeste a sureste
penetra en las confluencias de Nayarit, Zacatecas y Jalisco y para
algunos geografos termina en las barrancas del rio Santiago. En el norte
del estado de jalisco recibe el nombre de Sierra de Bolanos, hacia los
valles de Zacatecas se le denomina de Tlaltenango, de Morones y de
Nochistlan y hacia Aguascalientes se le conoce como Sierra del Laurel y
Sierra Fria, constituyendo una especie de reten o contrafuerte que no
solo marca el limite de toda la zona geografica sino que crea un nudo de
pequenos valles y hondonadas por donde confluyen los rios Agua Blanca o
Tlaltenango y el rio Juchipila que se une con el rio Santiago (INFGI,
1990).
De este limite natural nace otra configuracion fisica que durante
toda la historia de la Nueva Galicia y el posterior estado de Jalisco,
ha limitado el movimiento de los seres humanos de las planicies del
centro hacia la costa del estado, la Sierra Volcanica Trasversal que se
une con la Sierra Madre del Sur cerca de Colima. Esta cadena de montanas
y barrancas recibe los nombres de Sierra de Mascota, del Cuale,
Atemajac, Ameca, Autlan Atenguillo, Quila, Pihuamo y otros, segun el
punto geografico que se trate. El Eje Trasversal Volcanico aporta a la
configuracion del relieve jalisciense las dos eminencias mas altas del
occidente: el Nevado de Colima y el Volcan de Fuego, tambien llamado de
Colima. Hacia el lado oeste de la Sierra Madre Occidental y de la Sierra
Volcanica Trasversal se extienden las franjas costeras del Oceano
Pacifico, que a diferencia de las planicies del Golfo de Mexico, son
angostas en franco pero suave declive. Esta ha sido un area sumamente
fertil, irrigada por numerosos rios, riachuelos y afluentes, y envuelta
por un clima tropical que la hace aun mas feraz, aunque de pocos anos
data su explotacion intensiva.
Por ultimo, es necesario mencionar a la Meseta Central de Anahuac,
que constituye la zona mas alta del pais, pues su nivel se mantiene
entre los 1,500 y los 2,800 metros en promedio sobre el nivel del mar.
La meseta central ocupa la mayor parte del estado de jalisco y al
extenderse por su interior, forma cuencas lacustres, valles, altiplanos
y lomerios de suave pendiente, alberga tambien al mayor lago de Mexico:
el Lago de Chapala (Bassols, 1984). Toda esta diversidad de paisajes y
de horizontes dejo admirados a los primeros colonizadores peninsulares.
Otra de sus mayores impresiones fue constatar lo inconmensurable del
continente con el que se toparon.
Los inicios de la Nueva Galicia
En los primeros anos del virreinato, la poblacion hispana, aunque
vencedora era bastante reducida en comparacion con los indigenas y el
territorio que reclamaron para la corona espanola. Asimismo, se siguio
prefiriendo el altiplano a las tierras bajas y calurosas para la
fundacion de los nuevos asentamientos (Tannenbaum, 2003: 17). Para el
caso de la Nueva Galicia, la inmensidad del territorio queda manifiesta
cuando comparamos a fines del siglo xvi, y principios del xvll, una
poblacion de entre 5 y 6 mil espanoles para un terreno de mas de 200 mil
kilometros cuadrados (Mota y Escobar, 1966: 45). Francois Chevalier, por
su parte, va mas alla y senala solo unos 1,500 espanoles en toda la
Nueva Galicia y la Nueva Vizcaya juntas (en De Arregui, 1980: 62). Segun
Roman Rodriguez, la misma extension territorial, en su magnitud
excesiva, llego a ser una frontera para todo tipo de iniciativa social,
tanto por los problemas originados en el suministro y abastecimiento de
areas dispersas con los productos de otras provincias, como por la
aplicacion de las disposiciones legales emanadas de la corona espanola
(Rodriguez, 1993). Ello sin considerar los medios naturales tan diversos
y contrastantes.
A pesar que desde 1521 y 1523, algunos grupos de soldados dirigidos
por capitanes de Hernan Cortes habian incursionado por el sur del estado
de jalisco y Colima, e incluso habian realizado expediciones hacia las
californias, fue hasta la llegada de Nuno de Guzman cuando se instauro
definitivamente la presencia espanola en el actual territorio de
jalisco. La expedicion de Nuno de Guzman hacia el occidente fue mas
septentrional que las incursiones de la gente de Cortes. Con ello, la
region quedo fragmentada en dos partes: por el Sur con la llegada de los
pocos soldados de Cortes, lo que hoy es el estado de jalisco quedo
sometido a la Nueva Espana, mientras que por el centro y el norte, Nuno
despues de someter una gran cantidad de aldeas y algunos pueblos de
importancia que encontro en su camino, conformo el reino de la Nueva
Galicia (Murio et al., 1980).
Con la sumision de los indigenas encontrados, se procedio a la
fundacion de ciudades y a la articulacion del espacio, proceso en el
cual mucho tuvo que ver la configuracion geografica del occidente de
Mexico ya que por la ubicacion que tomo Guadalajara, la zona aledana a
esta, casi inmediatamente fue ocupada mediante mercedes reales para que
proveyera granos a los centros mineros que se iban descubriendo hacia el
norte del nuevo reino. El centro de la Nueva Galicia conformado por una
serie de valles fertiles y planicies con agua en abundancia ademas de un
agradable clima, fue sumamente apreciado por los espanoles y rapidamente
nacieron haciendas de trigo con obras de riego, ademas de proveerse de
mano de obra indigena casi gratuita en forma de repartimientos (Gonzalez
Navarro, 1977).
El reparto del espacio, las regiones al interior durante la etapa
colonial
El criterio que la Corona seguia para atribuir la dominacion de un
territorio a uno o a otro conquistador--lo que constituyo la base de las
demarcaciones primarias de la Colonia--fue el de ver quien era el que
habia logrado establecer solidamente algun grupo de espanoles que
garantizara la subsistencia de los indigenas dentro de la doctrina
cristiana y para conservar a los espanoles en ella (Muria, 1976).
Si bien Compostela (en el actual estado de Nayarit) se fundo en
1533 y fue designada por Nuno de Guzman como la capital politica de la
Nueva Galicia, poco a poco fue quedando relegada de las actividades mas
importantes que se fueron desarrollando en la nueva provincia. Por el
contrario, luego de la derrota indigena de la Guerra del Mixton en
1541-1542 y de su tercer cambio de sede, Guadalajara hallo asiento final
en el valle de Atemajac, logrando estabilidad y bonanza. En 1546 habia
sido designada como sede del obispado, dos anos despues, en 1548, la
Real Audiencia paso a radicar en la misma. En 1560 fue reconocida como
capital de la Nueva Galicia.
La Audiencia y el Obispado como fuentes de poder politico y
religioso le dieron una importancia que otras ciudades de la recien
creada Nueva Galicia no tuvieron; ademas, acaparo y concentro no solo el
excedente economico de su entorno, como toda capital colonial de
importancia, sino con el tiempo tambien informacion e intereses
politicos. Los mismos franciscanos que al ingresar en 1535 desde
Michoacan seguian reconociendo como cabecera religiosa a Valladolid,
pasando el tiempo, en 1606 crearon la provincia de Santiago de Jalisco
desmembrada de la de Michoacan. Con ello, el poder de la capital
neogalaica se incremento y su influencia obviamente se hizo sentir hasta
los confines de las Californias y Nuevo Mexico, territorios que se
articulaban con el resto de la Nueva Espana en parte gracias a
Guadalajara. De hecho, todas las rutas de la Nueva Galicia de algun modo
tenian como eje principal a la capital tapatia.
Otra zona de peculiar importancia fue, sin duda, la de los centros
mineros que poco apoco se irian descubriendo en las aridas planicies
zacatecanas. El primer ciclo minero regional tuvo lugar con el
descubrimiento de las minas aledanas a la ciudad de Zacatecas, la cual
se fundo en 1546. De este modo, Panuco nacio en 1548, San Martin y
Chalchihuites en 1556, Sombrerete en 1555, Fresnillo en 1554, Mazapil en
1568 y Nieves en 1558. Un segundo momento se dio poco despues, al
descubrirse las minas de Tepezala (1584) Ojocaliente (1600) y sierra de
Pinos (1603). Todas estas ubicadas al sureste de la ciudad de Zacatecas,
en el altiplano. Es decir, hubo una especie de salto hacia lo que hoy es
la ciudad de Zacatecas y mas al norte, y posteriormente los espanoles se
dieron a lo tarea de reconocer amplias areas dejadas atras, en los
contornos de Aguascalientes, Lagos y Leon, asentamientos que nacieron
como fuertes defensivos decadas despues del descubrimiento de Zacatecas.
Fue tal la importancia de los nuevos centros mineros, que desde la
Ciudad de Mexico se trazo la principal via o camino real para extraer el
oro y sobre todo la plata encontrada, ruta que con el tiempo se conocio
como "camino de la plata" y era el espinazo que le daba
sustento a la economia novohispana. En ello radico el poder politico y
de atraccion que desde las primeras decadas de la Colonia, Zacatecas y
su entorno manifestaron. En terminos generales, a diferencia del resto
de la Nueva Galicia que volteaba hacia adentro y se veia articulada a
traves de Guadalajara, la economia zacatecana se vinculo mas bien hacia
el exterior. Por ello, la influencia de Guadalajara en esta importante
area fue menor ya que ademas del poder economico acaparado por la
oligarquia local, aqui se concentraban intereses importantes de
comerciantes y mineros radicados en la Ciudad de Mexico (Lockart, 1997:
32).
En cuanto a Guadalajara y sus areas vinculadas, su importancia
radico en su poblacion y los recursos de que pudo disponer. Ello esta
relacionado con el papel que formalmente se le asigno al establecer ahi,
desde mediados del siglo xvi, la capital del nuevo reino, sede de
encomenderos y el obispado dando lugar a un hinterland de alcance
mesurable en terminos de cientos de kilometros (Lockart, 1997). Ademas,
las comunidades indigenas inmediatas a Guadalajara vivieron un proceso
de desintegracion de sus tradiciones y de incorporacion a la cultura
hispana, de modo mas rapido e intenso que el resto de pueblos indios
neogalaicos (Aldana, 2004: 143).
[ILUSTRACION OMITIR]
Nueva Galicia en el siglo xvu
Guadalajara quedo demasiado al sur con respecto al territorio sobre
el que tenia su jurisdiccion. A pocos kilometros de recorrido por este
punto cardinal, se encontraban los limites de la Nueva Espana, mientras
que hacia el norte, para llegar a las villas de Culiacan, Nieves o
Mazapil, el recorrido era de semanas. Hacia el sur, en tierras de la
Nueva Espana, se encontraban inmediatas varias jurisdicciones conocidas
en conjunto como " la Provincia de Avalos". Desde su
fundacion, las comarcas de Etzatlan, Autlan, Amula, Sayula, Zapotlan y
Colima pertenecieron en lo politico a la Nueva Espana, aunque en lo
judicial y religioso dependian de la Audiencia de Guadalajara y de su
obispado. Por su cercania geografica, asi como por los vinculos
economicos que poco a poco se fueron estrechando, ya para el siglo xvin,
Guadalajara articulaba claramente dicho espacio. En 1786, al crearse las
intendencias bajo las reformas borbonicas, esta zona paso a pertenecer
tambien en lo politico a la Provincia de Guadalajara.
Fue en el norte donde la territorialidad de Guadalajara y su
oligarquia se vieron avasalladas. La inversion de capital en las minas
de Zacatecas estuvo garantizada por el estado colonial a traves de
subsidios a los insumos, tales como el azogue y los alimentos. Sin
embargo, es interesante hacer notar tambien que el credito regional
(particularmente de los comerciantes y hacendados de Guadalajara) poco
intervino en la extraccion de la plata, la cual--salvo en los inicios de
la colonizacion- siempre necesito grandes inversiones. El credito para
Zacatecas provino del consulado de la Ciudad de Mexico o traves de
libranzas, es decir de los prestamos de los comerciantes del centro para
controlar la circulacion del metal. Ello significo a final de cuentas
una mayor centralizacion de los recursos en beneficio de la Ciudad de
Mexico, en detrimento de las oligarquias locales. Ya desde 1571
gracias a su bonanza minera--, se habia establecido un arca real en
Zacatecas independientemente de Guadalajara; en 1585, el rey Felipe II,
le concedio el titulo de ciudad y tres anos despues se le concedio
tambien escudo de armas. Esa independencia economica respecto a
Guadalajara fue crucial para la posterior formacion del estado de
Zacatecas.
La importancia de Zacatecas peso no solo en la Nueva Galicia sino
en toda la Nueva Espana ya que en si creo toda una serie de economias
regionales de aprovisionamiento. Desde Guadalajara se enviaba ganado en
pie, trigo y loza hacia Zacatecas. La produccion cerealera de Lagos y
Aguascalientes estaba destinada al consumo de los reales de minas,
ademas enormes hatos de ganado mayor y menor, cueros y sebo eran
trasladados hacia los centros mineros donde se compraban a buen precio.
Desde Jerez, Fresnillo y Sombrerete se llevaba carbon y madera de uso
cotidiano en los reales mineros del entorno. Por el norte, las
posesiones de Diego de Ibarra en la Sierra de Mazapil y el area de
Tlaltenango surtian tambien de cueros y sebo a las minas zacatecanas. Lo
mismo puede decirse de Matehuala y Cedros que eran importantes
productoras de ganado mayor. Por ultimo desde la Ciudad de Mexico iban a
Zacatecas herramientas, implementos de trabajo, mercurio, sal, polvora,
jarcias, aceites, sin contar los mil y un productos exoticos que
trasformaron en una corte lo que en realidad era una aldea de solo seis
o siete calles con casas bajas (De Arregui, 1980). En el caso de Los
Altos el triangulo formado entre Aguascalientes Lagos y Guadalajara-,
poco a poco se poblo de espanoles que recibieron estancias de ganado
mayor, mismas que sirvieron de fuentes de aprovisionamiento hacia
Zacatecas y la capital neogalaica.
A pesar de lo ya senalado, durante el virreinato, la Nueva Galicia
dificilmente se podria considerar una region articulada. Salvo
excepciones como las arriba mencionadas, que comprendieron lugares y
productos especificos, durante el periodo colonial las poblaciones
neogallegas fueron tan pequenas y tan alejadas entre si, que hubo una
gran libertad para la iniciativa individual no siempre apegada a las
ordenanzas y pragmaticas de las autoridades novohispanas. Ello, sin duda
contribuyo a forjar conciencias de pertenencia y mismidad diferentes. El
bajo nivel tecnologico del habitante novohispano, reflejado entre otras
cosas en la poca infraestructura en las comunicaciones, propicio que la
geografia fuera determinante para configurar los primeros limites
regionales.
En cuanto a la forja de una identidad local, Luis Gonzalez y
Gonzalez plantea que esta, ademas del peso que los funcionarios del rey
pudieron tener, fue obra de clerigos. Los hombres del habito y la sotana
fueron los principales difusores del espanol que pronto se convirtio en
la lengua franca de una sociedad antes babelica, con quince idiomas en
uso. Tambien fueron frailes los propulsores de la literatura y el
conocimiento, de la arquitectura y de la musica, y fueron ellos los que
buscaron para el occidente cosas dignas de admiracion y elogio; de unir
a su nombre atributos fuera de los comunes y corrientes: "emporio
ilustre de apetecidas glorias y riquezas", "el mejor pais de
todos cuantos circunda el sol" y otros de la misma indole
(Gonzalez, 1982). Anadiendo nuevas reflexiones al anterior
planteamiento, habria que decir que, en efecto, fueron los misioneros
los que al menos durante los siglos xvi y xvn congregaron y
castellanizaron a la poblacion indigena volviendola mas homogenea,
utilizando inicialmente el nahuatl como lengua comun. Ademas, fruto de
la evangelizacion, se marcaron las dinamicas culturales y las costumbres
de los pueblos. Asi, al ritmo de las campanas de las iglesias y capillas
pueblerinas se regularon fiestas, dias de descanso, nacimientos y
defunciones. El nombre del santo patron con que los frailes dotaron a
cada nuevo pueblo quedo indisolublemente unido a su identidad comunal.
Hay que acotar sin embargo que aun con el peso que la Iglesia tuvo
durante los casi 300 anos del virreinato, su influencia no fue identica
en las diversas areas del territorio neogalaico.
Las subregiones al interior de la Nueva Galicia Considerando sobre
todo las caracteristicas del medio natural y las actividades economicas
predominantes, durante el siglo xviii, se pueden senalar cinco areas con
caracteristicas distintivas:
1. La zona costera del Pacifico, cuyos elementos predominantes
serian su poca poblacion, clima semitropical y humedo, malas
comunicaciones (Culiacan por ejemplo, quedaba incomunicado del resto de
la Nueva Ga licia debido a las crecidas anuales de los rios que hoy
desembocan en las confluencias de Nayarit y Sinaloa) e impulso de la
ganaderia mayor en distritos como Compostela, Purificacion y Tepic para
fines del periodo colonial.
2. La Sierra de Nayarit, el area mas marginal de todas, con pocas
actividades economicas que atrajeran el interes de la corona espanola,
zona fragosa e inaccesible, que, desde practicamente la llegada de los
espanoles, sirvio de refugio a indios indociles. Este territorio seria
conquistado finalmente en 1722, siglo y medio despues que el resto de la
Nueva Galicia.
3. Los Valles y planicies centrales, estaria constituido por el
area de Gua dalajara y su entorno--incluyendo el sur de Zacatecas y la
provincia de Avalos--, caracterizada por un clima semicalido con
invierno y primavera secos, propicio para la siembra de trigo de riego,
buenas vias de comunicacion, uso intensivo de la tierra sobre todo a
traves de poderosas haciendas cerealeras y ganaderas, con abundancia de
pueblos indios cristianizados, mismos que sirvieron como fuente de mano
de obra en forma de repartimientos.
4. Los Altos, area bastante poblada durante el siglo xvill, cuyo
reparto de tierra a nucleos familiares emparentados con el tiempo
propiciaron el nacimiento de rancherias, villas o dinamicas
congregaciones impulsadas por las vias de comunicacion. El comercio y
las actividades agroganaderas fueron predominantes. Los Altos fungieron
como fuente de aprovisionamiento tanto de Guadalajara, como de Zacatecas
y la Ciudad de Mexico. Su ubicacion propicio tambien que ferias
religiosas como la de San Juan de los Lagos, se convirtieran en un
verdadero iman comercial para el centro y norte de la Nueva Espana
(coyas, 2006).
5. Zacatecas y su entorno, con un medio fisico seco (con alrededor
de 400 milimetros de precipitacion anuales), poco propicio para los
cultivos y hasta para la ganaderia por su aridez; sin embargo, rica en
cuanto a su actividad minera. Area demandante de alimentos y de mano de
obra, fue no obstante esencial para el sostenimiento economico de la
Nueva Espana por sus elevados ingresos para la Real Hacienda. Asimismo,
estuvo mas vinculada a la Ciudad de Mexico que a Guadalajara.
A partir del siglo xviii, especialmente en la segunda mitad, la
poblacion de la Intendencia de Guadalajara tuvo un crecimiento rapido y
desbordante y para fines del siglo xvin, logro estabilizarse en 291,043
habitantes. De estos, uno de cada tres era espanol o criollo, otro era
indigena y el otro era mulato o combinacion de las tres razas
principales (Aldana, 2004: 146). Como centro urbano, Guadalajara solo
puede ser considerada a partir de la segunda mitad del siglo xvlll.
Antes de ello, a pesar de su importancia, fue una localidad con una gran
estructura administrativa para un amplisimo territorio, solo formalmente
vinculado a la capital del reino: cabecera de obispado, sede de la Real
Audiencia, la Caja Real y la Comandancia General de la Nueva Galicia,
lugar de alta cultura religiosa (ocho conventos, los colegios seminarios
de San Jose y San Juan, varios colegios de ninas y escuelas de primeras
letras) y mas tarde secular (Real y Pontificia Universidad de
Guadalajara). La ciudad tenia 2 mil habitantes en 1713, a la vuelta del
siglo superaba los 35 mil. La poblacion se duplico a lo largo del siglo
xviii, pero un siglo mas tarde se quintuplico y a partir de la segunda
mitad del siglo xvili el incremento fue mas significativo (Ibarra,
2000). Para 1803, se calcula para Guadalajara una poblacion de 34,697
habitantes. Curiosamente, la zona mas densamente poblada ademas de la
ciudad de Guadalajara, fue el corredor inmediato al Bajio: las
jurisdicciones de La Barca, Lagos, Aguascalientes y Juchipila, region de
relevante actividad agricola y ganadera, pero tambien la que contaba con
un numero significativo de artesanos (poco mas de 3 mil) principalmente
textileros, proceso conocido como protoindustrializacion (Lockart, 1997:
72).
Nuevos fenomenos estaban ocurriendo para entonces. Con la visita de
Jose de Galvez y las reformas borbonicas, se impulso la construccion del
puerto de San Blas en 1768, cuya finalidad fue comunicar las provincias
internas del noroeste con el centro de la Nueva Espana. Por otro lado,
la feria de San Juan de los Lagos que iba en auge, en sus ocho dias de
duracion lograba la afluencia de mas de 30 mil peregrinos y vendedores,
muchos de estos obtenian utilidades de hasta 200% sobre sus mercancias;
a ello se puede agregar tambien la instauracion del Real Consulado de
Guadalajara en 1795, para librar a los comerciantes tapatios de las
decisiones impuestas por el Consulado de la Ciudad de Mexico (Murio,
1988). Algunos de los logros del Consulado en su corta vida (desaparecio
en 1822) fue el mejoramiento de las vias de comunicacion, principalmente
del camino real que iba de Guadalajara a la Ciudad de Mexico (Riviere
D'Arc, 1973: 3 1).
Jaime Olveda plantea que luego de la segunda mitad del siglo xviii,
con el crecimiento de la poblacion, la elite de Guadalajara estuvo en
mejores condiciones de aplicar fuerzas estructurantes para la
construccion de una esfera de influencia mas consolidada, por un lado, a
traves del fortalecimiento de la identidad regional y por el otro, con
la construccion de una red de caminos que comunico a la capital
provincial con todos los ambitos de su jurisdiccion (Avila, 1994: 115).
Una idea parecida la vemos en Luis Gonzalez: segun este autor, en el
ultimo cuarto del siglo xviii, la produccion agropecuaria fue para el
desarrollo e integracion mercantil de la region, el factor clave de un
crecimiento que se vio seguido por el aumento demografico, el incremento
de los niveles del producto local y su diversificacion, la dinamizacion
del mercado y la constitucion de un importante sector externo en la
misma (1982: 77). Eric Van Young tambien plantea que la consolidacion de
una region mas o menos estructurada, se dio hasta la segunda mitad del
siglo xviii, contradiciendo con ello las tesis de Ramon Serrera
Contreras y Elene Riviere D'Arc en el sentido de una
regionalizacion e identidad temprana de la provincia neogallega (Aldana,
2004: 141-143). Sin embargo, la territorialidad de la oligarquia tapatia
aun para principios del siglo xix, no alcanzo incluir ciertas
jurisdicciones, las cuales fueron generando sus propias identidades.
No podria ser de otra forma, si consideramos la debil articulacion
que se dio en el interior de la Nueva Galicia, dejando importantes areas
fuera del control hispano. El Nayar -como ya se dijo- solo pudo ser
conquistado definitivamente hasta 1722 y quedo sujeto al virrey con el
nombre de Nuevo Reino de Toledo, dependiendo unicamente en lo judicial
de Guadalajara (Murio et al., 1980).
Hacia el noroeste habia lugares, como es el caso de la villa de
Culiacan que a pesar de ser la poblacion mas antigua del obispado de
Durango, para 1765 carecia de ayuntamiento. El obispo de Durango, Pedro
Tamaron y Romero, en visita pastoral por las provincias de Sinaloa y
Sonora, hizo un registro de las principales localidades de Sinaloa, de
las que solo seis contaban con mas de mil habitantes, entre las que se
encontraban la villa de Culiacan con 1,583 moradores, lo que la colocaba
en quinto lugar. Las cuatro primeras eran centros mineros: San Felipe y
Santiago de Sinaloa con 3,500, Real del Rosario con 2,459, Real de las
Virgenes de Cosala con 1,897 y el Fuerte de Montesclaros con 1,866.
Algunos de estos lugares pertenecian a la Nueva Galicia, otros a la
Nueva Vizcaya en el corredor que desde Durango se extendio al mar por
Chiametla. Para autores como Guillermo Ibarra, en las postrimerias de la
Colonia, las provincias de Sinaloa estaban en proceso de construir una
region integrada, proceso impulsado por una incipiente oligarquia
criolla y peninsular de comerciantes, mineros y agricultores, muchos de
ellos emparentados. Estos grupos estuvieron litigando con la corona
espanola por un mayor reconocimiento (Olveda, 1994: 99-101).
A manera de conclusion
Al menos para la etapa colonial, el territorio conocido como Nueva
Galicia merece ser tratado no como una unidad, sino como un conjunto de
territorios dotados de una serie de particularidades articuladas
debilmente, con caracteristicas economicas, geograficas y culturales
diferenciadas (Roberts, 1980: 15). Las desigualdades de desarrollo entre
los diferentes centros politicos y economicos neogalaicos tuvieron como
consecuencia la superposicion de redes de intercambios, donde los
centros de importancia como Guadalajara y Zacatecas, con sus vaivenes
economicos y demograficos tendieron a reorganizar constantemente los
circuitos de intercambio locales. La integracion e identidad del
territorio que hoy es jalisco, se puede explicar mediante un modelo de
integracion gradual, que teniendo como centro a Guadalajara, a medida
que se avanzaba hacia el norte y las costas, su influencia iba
disminuyendo paulatinamente, mientras que hacia el oriente y Los Altos,
entraba en conflicto con otras zonas de influencia regional (el Bajio y
Zacatecas, por ejemplo). Hacia el sur en cambio, la provincia que se
habia conocido como de Avalos desde las primeras decadas posteriores a
la conquista, quedaron enmarcados por su cercania en la orbita tapatia.
Esta dinamica no exime de la existencia de otros centros de poder
menores que a nivel local tendieron a crear dinamicas propias.
Si bien la Nueva Galicia presento particularidades que la hicieron
diferente al resto de la Nueva Espana y que le dieron un amplio margen
de autonomia, no podemos dejar de mencionar que en terminos generales
quedo subordinada a la Nueva Espana no solo en lo politico o comercial,
sino ante el poder economico que la Ciudad de Mexico detentaba. De este
modo, ni Guadalajara con sus instituciones tan importantes pudo
sustraerse del poder ejercido por la Ciudad de Mexico, la cual actuo
como unidad estructurante de toda la Nueva Espana incluida la provincia
neogallega.
La actividad minera no beneficio a la totalidad de las
jurisdicciones de la Nueva Galicia. La integracion espacial fue debil
debido a la dificultad que representaba la comunicacion y el intercambio
entre las diversas areas. De esta peculiar articulacion quedaron exentos
los bienes comerciales de mayor valor agregado y poco volumen. En
terminos de algunos autores, la autonomia administrativa de la Nueva
Galicia mas que una expresion de fuerza de una identidad en ciernes,
puede verse como el reflejo de la debilidad de las articulaciones
verticales del Estado espanol, cuyas decisiones se diluian conforme se
alejaban de la Ciudad de Mexico y sus alrededores (Roberts, 1980).
En 1786, a raiz de las reformas borbonicas, se busco crear en toda
la Nueva Espana una nueva reorganizacion territorial mas acorde con el
sistema administrativo, fiscal y de control territorial de las
provincias. Como resultado, terminaron considerandose solo los actuales
estados de Aguascalientes, Colima, jalisco y Nayarit dentro de la
Intendencia de Guadalajara, sin que la Real Audiencia ni la oligarquia
tapatia pusieran objeciones por la separacion definitiva de la provincia
de Culiacan y de Zacatecas. Pero esta nueva division politica no fue
sino la sintesis de cambios paulatinos en lo economico, politico y
eclesiastico que de manera callada se fueron sucediendo practicamente
desde la instauracion del dominio hispano.
Fecha de recepcion: 26 de enero de 2009
Fecha de aceptacion: 23 de marzo de 2009
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Ramon Goyas Mejia (1)
(1.) El autor es profesor-investigador de la Universidad de
Guadalajara. Cualquier comentario sobre este trabajo se recibira en:
ramon.goyas(a profesores.valles.udg.mx.