摘要:Me habéis escrito para decirme que esté convencido de la conformidad de vuestros pensamientos con los de Dion, y me comprometéis por consiguiente en forma insistente a ayudaros en la medida de lo posible, por mis actos y mis palabras. Ciertamente, si en verdad vuestra manera de ver las cosas y vuestros deseos son los mismos de Dion, consiento en colaborar; de lo contrario, debo reflexionarlo. De sus concepciones y proyectos puedo hablar con seguridad, no por conjetura, sino con certeza. En efecto, cuando por primera vez vine a Siracusa, tenía cerca de cuarenta años: Dion tenia entonces la edad que actualmente tiene Hiparinos, y entonces veía las cosas como nunca dejó de verlas: los siracusanos, según su punto de vista, debían ser libres y regirse según las más excelentes leyes. No sería sorprendente que una divinidad haya conformado las ideas políticas de Hiparinos en forma semejante a las de Dion. ¿Cuál fué su génesis? Ello vale la pena de ser conocido por jóvenes y viejos. Voy pues, a haceros el recuento de ella desde su origen: Las circunstancias presentes brindan la ocasión.