La temática de las transiciones a la democracia, que dominó el periodo de expansión de las libertades civiles a partir de la década de 1980, parece haber cedido lugar al problema de la crisis de legitimidad, que abarca también a las democracias más antiguas y se combina con una creciente desigualdad social. Las últimas contribuciones de Jürgen Habermas, teórico de referencia en la década de 1980, permiten enmarcar los nuevos problemas de la legitimidad, determinados por el surgimiento de una «oligarquía tecnocrática».