摘要:Los nuevos métodos de investigación, así como la revisión de determinadas corrientes facilitan en la actualidad la reinterpretación y la relectura de estipulados idearios y mensajes que quedaron soslayados en su momento de emisión primero, dado el contexto político o social que imperaba. Eso es lo que ocurre con la presencia de lo queer en el cine, dado que cualquier atisbo de sexualidad minoritaria o desviada de lo habitual, era ignorada y se pasaba por encima de ella. Esto ha sucedido en el cine en general, desde la instauración de unos códigos morales, fijados por Hollywood, pero en España esas pautas de conducta fueron más fuertes, ya que con la obligatoriedad del doblaje, se ocultaba cualquier atisbo de diferencia, pero en ocasiones se iba más allá, ya que para enarbolar determinados valores de patriotismo o virilidad se caía en lo opuesto. Este es el caso de la película ¡A mí la legión! (1942, Juan de Orduña), en la que uno de los protagonistas, príncipe heredero a un trono centroeuropeo, conoce a su gran amigo, al ingresar voluntario y con nombre falso en la legión. Renunciará al trono y se unirá a este de nuevo, tras el golpe militar del 18 de julio de 1936, para apoyar las fuerzas subversivas. Es decir un filme que defiende los valores de virilidad y machismo, ofrece otra lectura en su estructura profunda, que podemos desglosar en este artículo.