摘要:El teatro en pleno siglo XXI ya no es sólo una forma de ocio, es un signo de cultura. En esa eterna polémica entre teatro y cine primero, entre cine y televisión después, la institución teatral ha pasado a convertirse en un tótem cultural, en marchamo de intelectualidad. Pero, independientemente de la verdad o no de este hecho, lo cierto es que la teatralidad, hoy por hoy, excede al mismo teatro y se expande a otras formas de ocio, otros discursos ficcionales o no y otros medios o manifestaciones artísticas. A la irrupción en nuestras vidas cotidianas de las nuevas tecnologías hay que sumar nuestra tendencia cultural occidental a la hibridación de los últimos tiempos. Y de ese modo también el teatro se ha visto afectado, en el buen sentido de la palabra, por dichas nuevas tecnologías y éstas por aquél.