摘要:Afirmar hoy el derecho a la educación parece, en una primera aproximación, casi una obviedad. ¿Quién/es se atrevería/n a cuestionar la idea de que la sociedad en su conjunto tiene derecho a ser educada? ¿Habría alguna razón para discutir este principio, para negar este derecho a determinados sectores sociales por sus capacidades, condiciones económicas o culturales, por su pertenencia a determinada raza, sexo, concepción ideológica o religiosa? Sin embargo, en esta contribución me propongo argumentar que esta concepción tuvo un largo proceso histórico de construcción, que en ese proceso la ampliación de los derechos educativos se consolidó claramente mediante políticas públicas, además de la ampliación de demandas sociales, que ese proceso no fue lineal y tuvo en nuestro país, momentos en los que se produjo una significativa retracción de ese derecho y que en la actualidad, como efecto de determinadas regulaciones y políticas, pero también como consecuencia de demandas y movilizaciones sociales, se ha producido un movimiento tendiente a su ampliación, siempre amenazado, no sólo por la acción de sectores que se oponen a ella, sino también como efecto de prácticas que dificultan su concreción.