摘要:Se pretende ubicar la relación del individuo con la ley y la norma macrosocial que actúa como moderadora y como reguladora de los sujetos. En ausencia del control que es la ley aparece el autoritarismo, la norma vacía sin regulador social; viene luego la imposición que extravía todo el sentido de la norma para la convivencia. Esta relación se hace cotidiana en la escuela mediante políticas como la del proceso de desarrollo del conocimiento en el que la relación poder-saber se establece a partir de la homogenización de los individuos; lo que sería necesario modificar si se quiere lograr que el aula escolar sea un lugar dinámico de participación y autonomía, un espacio de responsabilidad individual y colectiva. La evaluación no es ajena a estas circunstancias tradicionales de la escuela, su concepción como un sistema de medición y su función reguladora concurren no sólo en el funcionamiento curricular sino en la formación de los alumnos. Así se establecen dos frentes: uno que tiene que ver con la evaluación como asesoría y el otro como acción punitiva. La búsqueda debe ir encaminada a lograr una redimensión social de la evaluación, a reubicar su objeto, se trata de lograr una lógica de la diferencia que abra alternativas para la producción de un conocimiento claro sobre la evaluación y replantear sus premisas teóricas. Una elaboración que supere la simple relación: rendimiento vs. evaluación, donde finalmente se tenga presente la diferencia que garantize la autonomía y libertad del individuo, se rompa con el concepto cotidiano de la discplina como fundamento de igualdad del individuo y sus conductas, del acesso al conocimiento y de su posiblidad de aprenhensión y aplicación.