摘要:Con base en el planteamiento fenomenológico de Larrosa sobre el valor de la experiencia como fuente de conocimiento, y a partir de las ideas de Antonio Gramsci, Paulo Freire y Orlando Fals Borda, se presenta una propuesta sistematizada que pretende contribuir al trabajo de quienes desean emprender procesos de Investigación Acción Participativa (iap). En este sentido, quienes aspiren realizar investigaciones con la iap deberían asumir las implicaciones de una ciencia socialmente comprometida, así como acceder a un referente más acerca de la importancia que tiene la experiencia como un medio para el autoconocimiento y la transformación, tanto personal como colectiva. Esas transformaciones parten del reconocimiento de quienes hacen investigación como sujetos vulnerables, sensibles y abiertos. Así mismo, están cimentadas en el establecimiento de relaciones afectivas en las que lo vivencial sustenta el compromiso de la iap como opción sociológica. Se propone la toma de conciencia sobre la manera en que la posición de los investigadores está influida por los paradigmas de la racionalidad instrumental misma que, desde la cuantificación, pretende establecer la validez de los conocimientos. Frente a esto, se abre la opción de otra racionalidad, una de carácter relacional que plantea el buen vivir y que nos invita a comprender la existencia desde la experiencia históricocolectiva. La aspiración es cultivar una actitud de apertura y atención afectiva y espiritual con respecto a los acontecimientos, y establecer relaciones de reciprocidad. Para desarrollar esta última actitud, conviene asumir posiciones de cocreación, mediación, servicio, confraternización y reconciliación, que se deben trabajar constantemente dentro de diferentes espacios cotidianos, sagrados e íntimos, para generar relaciones de mayor confianza, apertura y disposición de parte de los colectivos. La finalidad debe ser rebasar la mera búsqueda de obtener datos o el cumplimiento de indicadores, al contrario, se trata de experimentar el ámbito emotivo e incluso espiritual de nuestro quehacer, dadas las resonancias producidas durante la convivencia.