Se analiza el distinto tratamiento cómico del matrimonio -sin adulterio- en los entremeses El juez de los divorcios , de Cervantes, y El marido pantasma , de Quevedo. Se da cuenta también de las diferencias en la caracterización de sus figuras, en la exhibición verbal de ingenio conceptista y en los medios escénicos utilizados. La pieza cervantina se revela más compleja, reflexiva y verosímil que la quevediana. La obrita de don Francisco, en cambio, muestra una visión satírica más tópica, una deformación grotesca de los tipos, un despliegue considerable de agudezas verbales y una intensa atmósfera de irrealidad.