摘要:Actualmente, el joven preadulto, como adolescente social (Moral y Ovejero, 1998, 1999) está atravesando una crisis de adolescencia, cuya etiología no descansa, únicamente, en una revolución tormentosa interior, a modo roussoniano, sino en la propia raigambre multidimensional de sus conflictos. Individualizar, e incluso patologizar, los problemas de los postadolescentes representa un ejercicio mediante el que, al desvincular cada caso de sus multideterminaciones, se reduce de forma intencional la responsabilidad de otras agencias y poderes implicados a nivel social, familiar, académico, mediático e institucional, como consecuencia del intento de personalizar un conflicto heterocondicionado (Moral y Ovejero, 2004).