摘要:En los discursos pedagógicos contemporáneos aparecen entretejidos dos modos de concebir la educación. Por un lado, esta es entendida como forma de perfeccionamiento humano, una concepción que emergió con el humanismo moderno e ilustrado, y se vinculó íntimamente con la escolarización. Por otro lado, la educación aparece como factor e indicador de desarrollo económico y social, una mirada cuyo colofón corresponde al aprendizaje permanente, descrito cada vez más como una responsabilidad individual que se realiza preferiblemente en escenarios no escolares. Aunque esas concepciones no sean totalmente incompatibles, el ejercicio de diferenciación planteado en este artículo resulta valioso por las posibilidades que ofrece para repensar dos asuntos: la formación de profesionales en el campo pedagógico y la formulación de política educativa.