摘要:El 2017 los profesores peruanos de la Educación Básica realizaron una huelga nacional de más de un trimestre, en la que demostraron disciplina, sacrificio y compromiso con la misión de su sector1; valores que los titulares del Ministerio de Educación no han aprendido a destacar. Los resultados de su acto redundaron en “mejoras” salariales; no obstante su principal pliego que es la asignación presupuestal para su sector del #6%2 del PBI sigue siendo un pendiente que ningún gobierno, a pesar de que el Estado peruano ha suscrito las declaraciones globales de Jomtien (1990), Dakar (2000) eIncheon (2015), quiere asumir frontal y estratégicamente.