摘要:El tempo resulta fundamental en la interpretación, dado que remite a la velocidad de la música, que ha sido, a través de los años, difícil de medir y, sobre todo, de fijar en papel, de cara al intérprete del futuro, con los rudimentarios medios de notación musical. Así pues, desde el siglo XVII entran en juego los llamados tempi ordinari , procedentes del italiano, como referencia de un tempo básico, con una mezcla entre tempo y carácter, que tuvieron validez, prácticamente, hasta la mitad del siglo XX. Sin embargo, el carácter general de estos términos, junto a la imposibilidad de mecanizar la música con una pulsación siempre absolutamente regular, propició todo tipo de discusiones. Los distintos efectos de rubato , desde el siglo XVII, y sus múltiples exageraciones hasta el final del siglo XIX, junto a la aparición del metrónomo, hacia 1815, son fenómenos que demuestran la complejidad del asunto y el afán del ser humano, respectivamente, de liberar y congelar el parámetro del tempo con fines interpretativos más allá del momento presente. Este artículo pretende ofrecer, según criterios históricos, directrices para intérpretes en cuanto al tempo relativas al período clásico-romántico.