摘要:Tener que bosquejar hoy un perfil del filósofo no parece ser una tarea central de la filosofía. La problemática realidad actual exige más bien una reflexión esclarecedora y comprometida acerca de los problemas que afectan al hombre y su entorno, es decir, a la condición humana y a las posibilidades de una supervivencia verdaderamente humana. Sin embargo, retrotraernos al filósofo vivo, al filósofo que reflexiona a partir de la circunstancia vital, tal como muestra Platón a Sócrates en la Apología, puede ser un camino para repensar y redescubrir el hilo común que enlaza un quehacer del hombre que no ha perdido vigencia: el quehacer filosófico.