摘要:En este artículo trataremos de identificar paradigmas y retos que se plantean hoy para los educadores artísticos. Nuevas definiciones de cultura exigen nuevas miradas, reclamando una participación efectiva de las instituciones de enseñanza y de los ciudadanos no sólo como espectadores o críticos de la praxis política, sino también como participantes en los procesos de creación. Y en este debate las artes y la educación artística tienen un papel importante. En los últimos años, por todos los continentes, educadores artísticos replantean los paradigmas de su campo teórico. Investigadores están proponiendo debates sobre retos emergentes de la educación artística, como por ejemplo, tecnologías electrónicas, maneras diferentes de comunicación en red, acercamientos ecológicos. Discursos alternativos sobre las artes y los públicos y nuevas concepciones de multiliteracias[1] están rompiendo el modelo curricular fragmentario. Las artes no están presentes de igual modo en todos los sistemas públicos de educación, en muchos países se sitúan al margen del currículo o en algunos casos, se reduce a la preparación de futuros artistas y todos los días los profesores de artes tienen que justificar los beneficios de sus contenidos para el desarrollo del individuo.
其他摘要:In this article we will identify current problems and paradigms of art education. New definitions of culture require new approaches, asking for a more active participation of educational institutions and citizens, not only as cultural consumers but also as producers. Arts have a great role to play in these reforms. In the last years, researchers, artists and art educators from many countries are revisiting art education rationales in terms of digital technology, multimedia communication forms, ecological discourses, as well as new conceptions of multiliteracies are challenging the current fragmented curricular model, seeking instead more holistic and collaborative ways of learning. Arts are not equally present in educational systems across the globe, and in many countries they are marginalized or at most concerned only with artist instruction. Furthermore, universities and practitioners are not often interconnected and this raise problems when it comes to justify the value of the arts in the educational curriculum.