摘要:En este artículo se reflexiona en torno a las memorias de la violencia política en Chile.Se argumenta que la hegemonización de las memorias de y sobre las víctimas de las violaciones de los derechos humanos ha contribuido a contribuido a invisibilizar otras memorias, de diversos sujetos sociales, que se diferencian de las anteriores y participan también de la construcción del presente.Estas memorias, menos visibles y sin expresión organizada en lo público, inciden en las acciones tanto de individuos como de grupos, ya que a partir de ellas las personas interpretan la realidad, construyen opiniones y toman decisiones frente a las condiciones del presente.Son memorias de menor visibilidad y reconocimiento, que participan del proceso de memorialización de una forma menos clara y precisa, pero que tienen importantes efectos psicológicos, sociales y políticos.Por otro lado, se sostiene que limitar las acciones y políticas de memoria a la reparación de las víctimas y a la reconciliación entre sectores contrapuestos de la sociedad, ha excluido de la discusión pública el debate serio y reflexivo en torno a las violencias políticas ejercidas en democracia, limitándonos a su condena moral y a la defensa de un nunca más que excluye las prácticas actuales.
其他摘要:In this article we reflect upon memories of political violence in Chile. We argue that the hegemony of memories from and about victims of human rights violations has contributed to the invisibility of other memories constructed by different social subjects, which differ from the previous ones and participate as well in the construction of the present. These memories, less visible and with no organized expression in the public sphere impact actions of both individuals and groups, since people interpret reality, construct opinions and make decisions based on them. These memories are less visible and recognized, participating in the process of memorialization in a less clearer and precise way, having however significant psychological, social and political effects. It is argued as well that limiting actions and policies of memory to the reparation for victims and the reconciliation among competing sectors of society has excluded the serious and thoughtful debate about political violence exercised in democracy from public discussion, restricting its moral condemnation to the defense of a Nunca más that excludes current practices.