摘要:De entre el abundante material autográfico dejado por Saussure a su muerte destacan, por un lado, sus especulaciones sobre las leyendas germánicas (los 'Nibelungen') y, por otro, las que atañen al anagrama en la poesía antigua, (los 'Anagrammes'). El trabajo que presentamos pretende acercar y comparar estas dos investigaciones contemporáneas en la convicción de que ambas pueden ser consideradas teorizaciones sobre el rol semiótico de la 'nominación'. El nombre propio es presentado en la primera de ellas como pieza contingente, sometida a a la variabilidad de las versiones legendarias en pie de igualdad con otros rasgos de la figura mítica. En la segunda, en cambio, el nombre alcanza la dignidad de funcionar como anclaje tanto semático como fónico de la textura poética, sin duda como reacción ante la contingencia absoluta. La cuestión espinosa del nombre propio, soslayada en las lecciones y en las notas de Saussure que conformaron el 'Curso de lingüística general', habría recibido así por parte del sabio ginebrino una atención específica y hasta diríamos obsesiva pocos años antes en estos otros textos tan a menudo olvidados. El abandono de las investigaciones indica la insatisfacción de Saussure, quien sin embargo mostraba en ellas sorprendentes intuiciones en el horizonte de una fructífera colaboración de la semiolingüística con la semiótica del texto literario.
其他摘要:When Saussure died in 1913, he left two main groups of unpublished manuscripts (apart from his notes on General Linguistics): his researches into Germanic Legends (called 'Nibelungen' by Robert Godel) and those on the anagram in ancient poetry (Vedic, Greek, Latin and also Germanic literary traditions: the 'Anagram Notebooks). This essay intends to compare these two saussurean works in order to prove that they must be considered as two different but nearly related approaches to the semiotic relevance of proper names. The former presents proper namos as contingent pieces in the legends´ versions, submitted to constant variability, as well as plots, places, functions, etc. The second maintains, however, that proper names function as clues to give.