摘要:Nos asomamos al período, segunda mitad del siglo XV con optimismo, seguros de presentarlo inserto en una coyuntura expansiva y de desarrollo y crecimiento general. Claramente se habían superado los efectos de la cuestionada «crisis del siglo XIV», y una auténtica reconversión agraria sostenía un incremento de población y ofrecía productos de calidad fácilmente comercializables y o transformables. Todas las ciudades y reinos peninsulares participaban en mayor o menor medida en esta coyuntura expansiva. También lo hacían todos los medianos: mercaderes y artesanos, pues ante ellos se habría un amplio horizonte de expansión, lleno de posibilidades, que muchos supieron aprovechar. Unos y otros, se beneficiarían, por lo menos en ocasiones, de la acción institucional de la joven monarquía, que superadas las circunstancias bélicas de acceso al trono, se mostraba capaz de aplicar «una cierta política económica» que estimulaba o al menos no frenaba el proceso. (...).