摘要:Durante mucho tiempo se ha sostenido que España, y los países latinos en general, habrían carecido de filosofía. Y eso ha llevado a negar que hubiéramos tenido modernidad. Este artículo, estableciendo un puente entre dos obras bien distantes entre sí, El discreto (1646), de Baltasar Gracián, y El hombre mediocre (1913), de José Ingenieros, prueba la naturaleza del pensamiento filosófico escrito en lengua española que se apoya en una forma literaria en cuanto se atiene a la existencia misma de las personas y de las cosas sin renunciar a las ocasiones. Esta estrategia exige universalizar a partir de los tipos y no de las ideas porque tiene como objeto la vida como realidad radical.