摘要:Durante la década de 1960, las construcciones escolares plantearon una ocasión para la experimentación de arquitecturas estatales en América Latina. De la mano de una planificación integral de la educación que incluía entre sus diversas partidas a la edificación escolar, se estudió y aplicó la incorporación de métodos de planificación y de construcción prefabricada, que atendían a la rapidez y a la disminución de los costos de la misma. Ello suscitó un cambio en el modo de concebir el proceso de diseño de las escuelas y sus autores. Este artículo indaga los impactos que tuvo la incorporación de prácticas de investigación y planificación que se asociaron entonces al diseño de escuelas con sistemas constructivos prefabricados. Observando la experiencia de la Sociedad Constructora de Establecimientos Educacionales chilena durante los años 60 y 70, se sostiene que se delineó un nuevo perfil de arquitecto, que se desempeñó al interior del taller de arquitectura: el proyectista-investigador. A medio camino entre el profesional y el experto, estos arquitectos se abocaron al diseño al mismo tiempo que incursionaron en la investigación en torno a la planificación física y a la evaluación de los sistemas constructivos orientados a una prefabricación industrializada.