摘要:Todo proceso educativo orientado a los niños y jóvenes mira necesariamente hacia el futuro, pues tienen entre sus propósitos la formación de los adultos del mañana. Sin duda, una tarea difícil para los educadores, pues exige de ejercicios prospectivos que, por más “científicos” y rigurosos que sean, no dejan de ser procesos de adivinación, pues se debe estipular acerco de lo que ocurrirá en el día de mañana. En los tiempos actuales, dicha tarea cobra aún más dificultad debido a la velocidad con la que están ocurriendo las reformas en los sistemas educativos así como las transformaciones sociales y los cambios científicos y tecnológicos llevados a cabo en los últimos años. Sin embargo, no se pretende encasillar el proceso educativo como un acto mágico o de adivinación, sino que es necesario plantear una situación de partida basada en tres premisas fundamentales: predecir resulta imposible, prever es pretencioso y planear es incierto. Por ello, en este trabajo pretendemos llevar a cabo un ejercicio de extrapolación de algunas de las tendencias más importantes que se descubren ya en el desarrollo científico, tecnológico y político del mundo actual y derivar de ellas sus implicaciones para la educación en nuestro país, todo ello encaminado hacia la consecución de una escuela integradora e inclusiva, capaz de formar moralmente a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo mediante un adecuado proceso formativo en valores.