摘要:La Cueva de El Mirón, en la Cordillera Cantábrica cerca del límite entre Cantabria y Vizcaya, contiene una larga secuencia de niveles magdalenienses y azilienses datados por radiocarbono. Yaciendo entre una serie de niveles solutrenses y un espeso horizonte formado por varios niveles del clásico Magdaleniense inferior cantábrico –CLM–, hay varios niveles datados entre 17000 y 16000 años BP sin calibrar –c. 20500-19000 cal BP– y sin las marcas tradicionales del CLM –por ejemplo, escápulas con imágenes grabados y estriados de ciervas y otros ungulados, azagayas de sección cuadrada con grabados complejos –‘tectiformes’–. En estos niveles del Magdaleniense inicial –IM–, están bien representados los microlitos –principalmente hojitas de dorso– y los ‘macrolitos’ –raederas, denticulados, escotaduras–; los primeros están hechos sobre sílex no local de buena calidad y los últimos sobre materias primas locales –cuarcita, lutita, caliza–. Están presentes algunas azagayas grandes, varias de sección redonda y en su mayoría sin decorar –junto con agujas y punzones de hueso–. Sin embargo, en varios aspectos hay evidencia de continuidad entre los conjuntos solutrenses, magdalenienses iniciales y magdalenienses inferiores, sin rasgo alguno de un componente ‘badeguliense’ en el sentido original francés del término –es decir, casi no hay racletas o buriles transversales–. La presencia de muchos utensilios ‘arcaicos’ –‘musteroides’ o ‘del sustrato’– es una constante en muchos yacimientos del Paleolítico superior y El Mirón no es ninguna excepción. Este hecho podría explicarse por factores funcionales del yacimiento y litológicos, sin tener que recurrir al deus ex machine de unas ‘culturas’ extraibéricas.
其他摘要:El Mirón Cave, in the Cantabrian Cordillera near the border between Cantabria and Vizcaya, contains a long sequence of radiocarbon-dated Magdalenian and Azilian levels. Lying between a series of Solutrean levels and a major, multi-level horizon pertaining to the classic Cantabrian Lower Magdalenian –CLM–, are several layers dating between c. 17-16 uncal. kya –c. 20.5-19 cal. kya– and lacking traditional hallmarks of the CLM –e.g., scapulae with striation engraved images of hinds and other ungulates, square section antler points with complex geometric (‘tectiform’) engravings–. In these Initial Magdalenian –IM– levels, both microliths –mainly backed bladelets– and macroliths –sidescrapers, denticulates, notches– are well represented; the former are made on non-local, high-quality flint and the latter on local, non-flint materials –quartzite, mudstone, limestone–. Large, often round-section antler points –mostly undecorated– are present, together with bone needles and awls. In several respects, however, there is evidence of industrial continuity among the Solutrean, Initial –‘Archaic’– Magdalenian and Lower Magdalenian assemblages, with no hint of a Badegoulian component in the original French sense of the term –i.e., essentially there are no raclettes or transversal burins–. The presence of many “archaic” –‘substrate’, ‘Mousteroid’– tools is a constant in many Cantabrian Upper Paleolithic sites and El Mirón is no exception. This can be explained by site-functional and lithological factors, without recourse to the deus ex machina of extra-Iberian ‘cultures’.