摘要:En la primera de las Partidas de Alfonso X se encuentra una ley que prohíbe a los clérigos participar en los juegos de escarnio, asistir a ellos en calidad de espectadores o que se celebren en las iglesias, y en cambio les anima a intervenir en representaciones piadosas y edificantes, aunque con algunas restricciones. La postura que casi sin excepción han tomado los estudiosos e historiadores de nuestro teatro medieval ha sido la de otorgar a este texto carácter de prueba fehaciente de la existencia entonces en Castilla de un teatro profano, jocoso e irreverente, y de otro piadoso, litúrgico y catequístico, de los que no quedan restos textuales estimables debido a una serie de razones fortuitas. Para el autor de este artículo, sin embargo, no es posible sacar esta ley de su contexto y hacer interpretaciones inadecuadas, sin tener en cuenta, además, ni el carácter de las Partidas ni las fuentes de la ley. Esta ley, igual que casi todas las de la primera Partida , carece de valor testimonial y no debe ser esgrimida como testigo de la existencia de una tradición teatral profana y litúrgica en la Castilla del siglo XIII.