摘要:En este artículo hacemos una reflexión sobre la propuesta de Emilio Orozco Díaz de ver en las figuras de santas vírgenes y mártires de Zurbarán unos retratos “a lo divino”. Apreciamos si esta expresión ya admitida por todos los estudiosos del Barroco puede aplicarse a las formas diversas de inclusión de un retrato en un cuadro religioso, y en qué medida puede serlo. Importa cuestionar la intencionalidad a la que respondía esta forma de hibridación. Más allá de las prácticas nobiliarias o monárquicas que analizamos, la vera effigies de los santos se impuso desde principios del XVII como una prueba de santidad, y el “retratar” como una forma de acercarse a la Verdad sacra en la pintura. En las décadas 1660 y 1670 las cabezas de santos de Llanos y Valdés jugaron con las expectativas de esta forma de “retrato” para crear bodegones “a lo divino”.